Habitualmente nos aplicamos la crema protectora contra el sol en las partes más expuestas de la piel (brazos, cara), pero ¿nos deberíamos proteger debajo de la ropa?.
La ropa es la primera línea defensiva frente a las radiaciones solares, su capacidad protectora se mide con un índice llamado UPF (ultraviolet protection factor). El UPF viene a ser lo que el SPF o el factor de protección para los fotoprotectores. Este índice nos indica la fracción de radiación que puede atravesar la prenda, es decir, una prenda con un UPF de 10 únicamente permite que penetre la décima parte de la radiación que alcanza la prenda.
El UPF depende de 4 factores: del color, del tipo de material de la prenda y de la densidad y el grosor de sus fibras.
Color
Los colores claros (blanco) tienen menor capacidad para absorber las radiaciones UV, por ello permiten que más radiación alcance nuestra piel. De forma opuesta, colores más oscuros como el negro, absorben muy eficientemente la radiación.
Este efecto lo podemos notar fácilmente en verano: una camiseta oscura nos da más calor que una clara debido a que la mayor cantidad de radiación absorbida por la camiseta se disipa (elimina) en forma de calor.
Por tanto, la ropa oscura nos protegerá más del efecto nocivo de la radiación UV, pero como consecuencia nos dará más calor.
Tipo de material
El material con el que se fabrica la prenda también tiene una influencia crucial. Las prendas fabricadas con algodón, seda natural, materiales acrílicos o de poliamidas ofrecen una escasa protección frente a la radiación ultravioleta. El poliéster ocupa una posición intermedia y la lana es la que ofrece una mejor protección.
Densidad y grosor de la fibra
La densidad y el grosor de las fibras también tienen gran importancia. Lógicamente, a mayor densidad y grosor de las fibras, mayor será la protección que nos ofrece frente al sol.
Otros factores a tener en cuenta
Efecto mojado: cuando las prendas se mojan, la capacidad de retener las radiaciones disminuyen considerablemente y por tanto disminuye también su UFP.
Existen prendas especializadas con factor UFP especificado en su etiqueta que impiden que la radiación alcance nuestra piel. Además, también existen detergentes especiales que al usarse sobre la ropa aportan una protección solar especial.
Para la típica camiseta de verano: blanca, de algodón y finita, se considera que protege menos que un protector con un factor de 15. Por ello, si este verano vas a estar expuesto al sol, protéjete también debajo de la ropa con un fotoprotector adecuado.