Para ello hemos de diferenciar entre pescado blanco y pescado azul, si bien ambos son sanos. El primero contiene menos cantidad de grasa, aunque el pescado azul cuenta con grasa poliinsaturada en Omega 3, por tanto más saludable al proteger la salud. Estos pescados ofrecen mayor contenido en energía.
Aún sin llegar a conclusiones, podríamos remarcar que los pescados azules y, si son pequeños, mejor, son los más saludables. Las sardinas o los boquerones ofrecen minerales como el calcio o el fósforo que también ayudan a fortalecer los huesos.
También podemos hacer distinciones en la edad en la que debemos comer pescado, porque en función de eso, será mejor comer un tipo de pescado u otro. Durante la infancia, es mejor empezar con el pescado blanco y luego el azul. Mientras que a medida que crecemos, el pescado azul se convierte en el mejor aliado porque el ácido Omega 3 protege el corazón y es bueno también para prevenir algunas enfermedades de tipo degenerativo.
En determinados momentos de la vida, como en la etapa de embarazo, es mejor reducir el consumo de pescado azul. Pero tanto para la adolescencia, la edad adulta o la vejez, cuanto más variedad de pescado podamos tomar, mucho mejor. Y esto podría determinar que estamos ante los mejores pescados porque cada uno tiene su particularidad.
Normalmente, se suele recomendar la ingesta de tres raciones de entre 125g y 150g de pescado azul a la semana. Además, la manera de cocinar también determina que sea más o menos saludable. Al vapor, al horno o a la plancha son tipos de cocciones óptimas.