Consejos para comer bien y con salud
1. Establece unos horarios habituales de comidas. Y si haces una dieta con la que pasas hambre, entonces, algo falla. Habla con tu nutricionista para que te oriente sobre los cambios que podéis hacer en vuestros menús de bienestar.
2. Comienza el día con un buen desayuno pero disfrútalo sin prisa. Y no pongas la televisión mientras comes porque cuando lo haces, no te concentras de verdad en los sabores que disfrutas.
3. Coloca un frutero en la cocina con una amplia variedad de frutas de temporada. Llena de color este frutero gracias a distintos tipos de piezas.
4. Escribe un diario nutricional para identificar en qué momentos tienes más tentación de comer por comer: ¿Qué pensamientos te invaden en ese momento? ¿Qué sentimientos te afectan? Cuanto más específico seas en la descripción de tu mundo interior, más preparado te sentirás para comprender la relación que hay entre comida y emociones en tu vida cotidiana.
5. Te animo a hacer un curso de cocina. El punto débil de muchas personas actualmente es que apuestan por la cocina de supervivencia a través de la preparación de platos rápidos y de precocinados. Sin embargo, a través de la formación puedes desarrollar nuevas técnicas de cocina, cocinar sano y sentir una mayor curiosidad por la presentación estética de los platos.
6. No compres en el supermercado productos de bollería industrial porque te aportan una energía inmediata que se convierte en un bajón posterior.
7. Solo tienes un cuerpo. Y deberías cuidarlo como un tesoro. Así como puedes alimentar tu mente con ideas positivas y constructivas, del mismo modo, también puedes alimentar tu cuerpo o castigarlo con el tipo de alimentación que adoptas. Toma conciencia de ello para empezar a mimar tu cuerpo a través de alimentos muy sanos.
Aprender a comer bien
Podemos tener un proceso de aprendizaje en todos los ámbitos de la vida, también en el ámbito de la alimentación. Por ello, puedes hacer un proceso de coaching nutricional con un experto para aprender a comer bien. Comer bien no significa renunciar a las dulces tentaciones sino aprender a dar a cada alimento su peso real en la dieta.
No te quedes toda la tarde en casa viendo la televisión. Sal a caminar, busca ocupaciones. En muchos casos, comer de más no es más que la consecuencia del aburrimiento que es el marco perfecto para dar vueltas y vueltas a los problemas. Invierte tu tiempo en rutinas agradables y gratificantes.
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