Lo primero de todo, es enfocar nuestro plan de entrenamiento correctamente. Tenemos que empezar la casa por los cimientos y aumentar nuestra capacidad de resistencia si queremos ser más rápidos. Luego podremos empezar a trabajar la potencia, y por último, empezaremos a trabajar la velocidad. Si queremos conseguir buenos resultados, tendremos que evitar saltarnos cualquiera de estos pasos y siempre sin caer en el sobreentrenamiento.
Un elemento clave que tenemos que vigilar es nuestra zancada.Si queremos ser rápidos, tendremos que contar el número de apoyos que hagamos,fijándonos el objetivo de que en un período de seis segundos solo hagamos entre ocho y diez apoyos.
Como dijimos antes, tendremos que enfocar nuestro entrenamiento de forma adecuada. Y si queremos llegar a ser rápidos, al principio tendremos que ser lentos. Puede sonar contradictorio, pero es la base de la velocidad, ya que necesitamos conseguir un buen fondo físico para afrontar los entrenamientos más exigentes que serán los que mejoren nuestra velocidad.
Cuando ya hayamos conseguido una buena base gracias a esas carreras de fondo, tendremos que empezar a meter intervalos de alta intensidad para ser más rápido. Para ello, a lo largo de nuestro rodaje, tendremos que alternar un ritmo de carrera asequible, con cortos periódos de alta intensidad en la que busquemos ir lo más rápido posible. De este modo, es como con calma y buenos entrenamientos, veremos nuestra velocidad mejorar poco a poco.
Sigue leyendo ahora en Deporte y Salud: 5 ejercicios para mejorar nuestra técnica de carrera y evitar lesiones