Alimentos de calidad. Asegúrate de comprar siempre carnes y pescados de alta calidad, certificados o bien de denominaciones de origen españolas. Sólo de esta manera sabremos que los alimentos no solo tengan un sabor excepcional sino que nos sentarán de maravilla sin riesgos de tener dolores abdominales.
Evitar los sobre excesos. Es algo bastante inevitable en estas fechas pero se puede conseguir si tomamos menos cantidad para cada uno de los platos. De igual manera sucede con los postres, donde se recomienda algo de fruta, como piña para bajar la comida, y tomar uno o dos trozos de turrón.
Seguir con las rutinas alimenticias. No hemos de cambiar nuestras rutinas alimenticias aunque sea Navidad. Es decir, que se sigue recomendando hacer las cinco comidas al día pero siempre de manera reducida. Aunque preveamos que vamos a hacer una gran comida de Navidad, conviene levantarse antes y tomar un pequeño desayuno.
Bebe mucha agua. Aunque el vino y el cava serán los preferidos, no abuses del alcohol y bebe agua entre comidas y bien antes. Además de hacerlo el resto del día donde no estás de lleno con las comilonas. El cuerpo se depurará.
Haz ejercicio. No tendremos mucho tiempo, pero es bueno salir a correr, seguir visitando el gimnasio o bien andar. De esta manera, nos sentiremos mejor, nos relajaremos tras este estrés navideño y mantendremos el cuerpo de los excesos.
Cocinar al vapor. Evita, en la medida de lo posible, tomar alimentos fritos durante estos días. Es la oportunidad de probar los alimentos al vapor o al horno que son mucho más saludables.
Reduce la sal. Si bien muchos de nosotros estaremos comiendo en otras casas y no podemos controlar cómo están cocinados ciertos alimentos, no hace falta que les pongamos sal. La riqueza de sabores de los mejores pescados de mar o de las carnes de ternera de estos días es total y no es necesario añadir sal a ciertas comidas.
Visitar al nutricionista o médico antes de las comidas. Es bueno y saludable dejarnos aconsejar, por lo que el nutricionista nos puede aportar valor desde el punto de vista gastronómico. Ello evitará que cocinemos y comamos en exceso, especialmente si tenemos alguna dolencia o los niveles altos de colesterol.