El té verde es un poderoso antioxidante. El contenido de catequinas e isoflavonas que se encuentran en sus hojas lo convierten en uno de los mejores aliados para luchar contra problemas relacionados con el envejecimiento o el aparato cardiovascular (es recomendable para la circulación), por poner dos ejemplos.
Existen algunas versiones que aseguran que el té verde para perder peso es muy efectivo. Incluso hay otros estudios que determinaron que reduce la acumulación de grasa en el hígado. Sería un acelerador de los procesos metabólicos bastante interesante.
El té verde es anticancerígeno. Varias investigaciones favorables hay al respecto. Esto se debería también a su gran contenido de antioxidantes. El té verde sería el responsable de la baja tasa de cáncer en Asia, como así también se indica que es bueno para la próstata y se lo indica como ideal para la prevención de diferentes tipos de cáncer.
El té verde estaría recomendado para aquellas personas que sufren trastornos para dormir, sobre todo para los que padecen de apnea obstructiva del sueño. Al menos eso es lo que se pudo determinar en algunos estudios sobre el tema.
El té verde también es estimulante. Al tener cafeína, esta bebida también sirve para la concentración y el estímulo mental de una manera mucho más saludable que en otros brevajes de similares características.