Son muchas las personas que padecen este trastorno mental y es de los más frecuentes junto con algunas fobias, ansiedad y depresión. El Trastorno Obsesivo Compulsivo está considerado como una de las 20 enfermedades más incapacitantes para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trastorno obsesivo compulsivo es un trastorno que se caracteriza por la aparición de pensamientos obsesivos (intrusivos, persistentes y repetidos) que conducen a la persona a tener miedos y preocupaciones y compulsiones (la persona realiza conductas repetitivas y rituales con el objetivo de reducir y paliar la ansiedad que le produce esos pensamientos). Los pensamientos obsesivos pueden ser de diferentes tipos: temores (miedo a contaminarse, enfermedades,), ideas (orientadas al orden y simetría, limpieza), dudas (comprobación de haber cerrado la puerta, el gas, el coche, etc.), acumuladores (recolectan objetos), pensamiento mágico (pensamientos que pueden llevar a consecuencias desastrosas), etc. Las obsesiones aparecen de forma espontánea e involuntaria llegando a ser invasivas en la persona. Estas compulsiones afectan a la calidad de vida de las personas limitando su libertad.
En el TOC existe gran heterogeneidad sintomática por la variedad de estructuras en los pacientes. Así, según algunos autores, lo que diferencia a unos de otros es la complejidad de las asociaciones referentes a amenaza o peligro que se han establecido en sus estructuras cognitivas.
Normalmente el trastorno obsesivo compulsivo comienza en la infancia o adolescencia en forma de rituales y manías. Sin embargo, si no es tratado va incrementándose, aumentando de esta forma las obsesiones y compulsiones conforme aparecen sucesos estresantes en la vida de la persona (duelos, enfermedades, rupturas, etc.). A pesar de lo incapacitante que es este trastorno en la vida de las personas, son muy pocas las que buscan tratamiento psicológico y/o farmacológico.
Para el diagnostico de un trastorno obsesivo compulsivo es necesario que la persona reconozca que sus pensamientos son irracionales y descartar la posible explicación por otra enfermedad o trastorno.
Causas del Trastorno obsesivo compulsivo
Como ocurre con muchos trastornos, se conoce poco sobre los mecanismos biológicos que llevan a padecer un trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, es necesario identificar el contexto donde se ha desarrollado la persona, cuáles han sido sus hábitos-costumbres y condicionantes en su vida. Por lo que habría que comprender el TOC de forma biopsicosocial.Aunque no se conocen bien las causas de este trastorno, hay factores que pueden influir en la aparición y desarrollo de esta enfermedad. Según estudios biológicos, las personas que padecen TOC tienen alteraciones en la liberación de serotonina y en el lóbulo frontal del cerebro.
Además hay estudios que indican que hay factores genéticos que condicionan el desarrollo del TOC, pero no se sabe cómo es la transmisión. Además de factores o situaciones que pueden aparecer en la vida de la persona (divorcio, perdida de ser querido, maltrato) que pueden ser desencadenantes de esta trastorno.
¿Cómo es el tratamiento para el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)?
Para el tratamiento de este trastorno de ansiedad es eficaz la terapia cognitivo conductual, donde el profesional utilizara técnicas relacionadas con la exposición a los miedos y temores que tiene la persona (tanto pensamientos como realidades) junto con la prohibición de realizar esos rituales. Así, de esta forma el paciente tendrá que arriesgarse a sentir la ansiedad para que poco a poco vaya aceptándola.Con la técnica de exposición y prevención de respuesta la persona con trastorno obsesivo compulsivo ira exponiéndose a los pensamientos intrusivos sin realizar las compulsiones (son utilizadas como neutralizaciones ante los peligros que percibe).
De forma que las obsesiones son pensamientos inofensivos en sí mismos, pero como la persona que tiene este trastorno lo interpreta como peligroso provoca ansiedad. Así que cuando aparece estos pensamientos la persona intenta eliminarlo o bloquearlo de una forma u otra.
En muchas investigaciones se ha descubierto que lo que hay que hacer es exponerse para habituarse a esos pensamientos para que poco a poco pierda emoción negativa y se normalice. De forma que el objetico del tratamiento psicológico para el TOC es modificar la visión que tiene el paciente sobre los pensamientos obsesivos para que deje de llevar a cabo conductas evitativas (neutralizaciones). Así, el objetivo no será eliminarlos sino normalizarlos.
Además se trabajara para cambiar las reacciones que la persona lleva a cabo con esas obsesiones modificando la importancia que le da y utilizando estrategias para afrontarlo. Con estas pautas los pensamientos perderán importancia haciéndose cada vez menos frecuentes y dejaran de causar ansiedad y malestar en la persona.
Por otro lado, la tercera generación de la terapia cognitivo conductual, de forma concreta la terapia de aceptación y compromiso tiene como objetivo conseguir la flexibilidad psicológica para que la ansiedad no afecte en su vida, intereses y valores. Con este tratamiento se consigue que el paciente se involucre de forma personal ya que los cambios no van dirigidos solo a la habituación de la ansiedad sino que se producen modificaciones en la aceptación de la ansiedad, intereses y valores y descubrimiento de sí mismo.
Además del tratamiento psicológico en muchos casos es recomendable el tratamiento farmacológico. Para el tratamiento del trastorno obsesivo compulsivo se utilizan antidepresivos (inhibidores de la re captación de la serotonina). Estos antidepresivos tienen una eficacia de mejora en los pacientes aunque pueden producir efectos secundarios que son asumibles (problemas sexuales). Sin embargo, solo con el tratamiento farmacológico la persona no podrá superar el problema de forma definitiva.
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