Al final, llevado al extremo, seguir una serie de rituales puede convertirse en una obsesión incontrolable (ya sean acciones o pensamientos) que además no reporta placer ni bienestar, pero sí un alivio de ansiedad. Se considera que pasar más de una hora diaria tratando de saciar estas obsesiones, es signo de padecer trastorno Obsesivo-Compulsivo o TOC.
Los síntomas (o cumpulsiones) del Trastorno Obsesivo-Compulsivo son muy variados: pueden ir desde seguir el mismo camino para llegar a casa y contar siempre los mismos pasos, hasta tener un miedo irracional a enfermedades u otras cosas fuera de nuestro alcance, contar números antes de hacer algo o lavarse repetidas veces. La preocupación llega a ser de tal magnitud que les impide hacer su vida normal (ir al trabajo, a la escuela, cuidar de los hijos) porque pasan más tiempo controlando una y otra vez que no hayan olvidado nada.
La persona es consciente de que no tiene mucho sentido hacer lo que hace, pero no lo puede evitar. Su pensamiento no se despeja hasta que no satisface esa obesesión. Es precisamente ese estado de conciencia lo que les hace sentirse más angustiados aún.
De momento, al tratarse de una enfermedad mental, no se sabe a qué puede deberse y qué origina su aparición. El componente genético está documentado en que más de un tercio de los afectados tiene antecedentes de familiares con TOC. También se sabe que es frecuente que en la familia haya habido una educación exagerada en cuanto al orden, limpieza, religión o moral. Pero además de los factores psicológicos y genéticos existe un componente orgánico relacionado con las sustancias químicas del cerebro y sobre el cual se están centrando exitosamente los tratamientos.
Debe ser un profesional médico quien haga las pruebas pertinentes que dictaminen si se padece o no este trastorno. Una vez confirmado el TOC, el psiquiatra es quien supervisa y receta el tratamiento farmacológico apropiado, o realiza una psicoterapia específica. Actualmente se ha avanzado mucho y entre un 60 y un 80% de los pacientes presentan mejorías a raíz del tratamiento.
¿Conoces algún caso? ¿Que tal le va el tratamiento?
Texto de Pablo Girón
Fuentes: Saludalia.com; Cop.es y Nimh.nov.gov