Seguramente que alguna vez te han recomendado ponerte frío y otras veces calor, incluso muchas veces te habrán recomendado que alternes el frío con el calor, pero… ¿cómo sé cuándo tengo que aplicar cada cosa?
Tanto el frío como el calor funcionan aumentando el flujo sanguíneo a la zona lesionada y son beneficiosas para reducir el dolor y acelerar el proceso de curación.
El calor aumenta la circulación, lo que aumenta el suministro de oxígeno a la zona y acelera la eliminación de productos de desecho, mientras que el frío restringe el flujo de sangre, lo que reduce la inflamación y adormece el dolor.
Pero abordemos la gran pregunta ¿Cómo sé si tengo que aplicar frío o calor en una lesión?.
¿Cómo se si tengo que aplicar frío o calor en una lesión?:
Aplicación de Frío en las lesiones:
¿Cuándo me aplico frío en las lesiones?
Si durante las últimas 48 horas te has hecho daño, por ejemplo si te has dado un golpe (traumatismo) o si te ha salido un hematoma considerable, y también si te haces un esguince.
Si existe hinchazón en la zona, el hielo disminuye la inflamación alrededor de la lesión lo que ayudará a mantener el dolor controlado.
Tras operaciones el hielo ayuda a reducir la hinchazón, sangrado y moratones, por eso es tan habitual ver salir a la gente de la consulta del dentista con una bolsa de hielo en la cara
Para las lesiones deportivas como calambres o tirones musculares.
Después de un entrenamiento intenso, si has entrenado duro y notas los “músculos cargados” el frío te puede aliviar.
¿Cuándo no me tengo que aplicar hielo en las lesiones?
Nunca te pongas hielo sobre heridas abiertas o infectadas ni en caso de hemorragia.
Tampoco se recomienda el frío si tienes la piel muy sensible o si es reactiva al frío
No apliques hielo si te ha salido un pequeño bulto (neoplasia)
El frío tampoco es recomendable si padeces trastornos vasculares periféricos (TVP) (la sangre no circula a las extremidades como debería a causa de una obstrucción en los vasos sanguíneos).
¿Cómo me aplico el frío en las lesiones?
Para aplicarte frío en una lesión puedes utilizar compresas de hielo, bolsas llenas de cubitos de hielo e incluso puedes usar una bolsa de verduras congeladas (eso sí luego te las vas a tener que comer porque no las puedes volver a congelar ;))
El frío, aunque resulte raro, puede causar quemaduras así que no te lo apliques directamente sobre la piel.
Mantén el frío como máximo 20 minutos sobre la zona afectada, después puedes descansar otros 10 o 20 minutos y te lo puedes volver a aplicar, puedes repetir este proceso varias veces.
Aplicación de Calor en las lesiones:
¿Cuándo me aplico calor en las lesiones?
El calor resulta recomendable en caso de contracturas o dolores musculares. El calor hace que venga sangre nueva a la zona lesionada, lo que ayuda a relajar los tejidos y mitiga el dolor.
Alivia dolores de las articulaciones.
¿Cuando no me tengo que aplicar calor en las lesiones?
En caso de que exista inflamación en la zona, en este caso siempre aplicaremos frío.
En casos de hemorragia o infección no se debe aplicar nunca calor
Si tienes problemas de sensibilidad en la piel.
¿Cómo me aplico el calor en las lesiones?
Para aplicar calor, uno de los mejores métodos son las bolsas de semillas que se calientan en el microondas o las almohadillas eléctricas, pero si no tienes ninguna de las dos cosas puedes utilizar toallas calientes (las puedes calentar con la planta o humedeciéndolas un poco y metiéndolas en el microondas) o te puedes hacer baños calientes en la zona afectada.
Al igual que con el frío debes tener cuidado para no quemar la piel, y la forma de aplicación es la misma, mantener el calor como máximo 20 minutos sobre la zona afectada, después puedes descansar otros 10 o 20 minutos y te lo puedes volver a aplicar, puedes repetir este proceso varias veces.
¿Y cuando combino frío y calor en las lesiones?
frio-calor
Podríamos decir que el frío actúa más rápido pero el efecto del calor es más prolongado y más agradable, así que si tienes una de las lesiones en las que no está contraindicado el frío y el calor, por ejemplo si haciendo ejercicio te ha dado un tirón, te puedes aplicar frío al principio, cuando lo notas, pero después de unas horas para relajar la zona te puedes aplicar calor.
¿Y qué hay de los baños de contraste?
Los baños de contraste te pueden resultar muy útiles en casos de esguince aunque se pueden utilizar también para otros tratamientos, por ejemplo cuando te han inmovilizado una zona y te retiran la escayola.
Hacer estos baños de contraste es muy sencillo, sólo necesitas 2 recipientes, uno con el agua tan caliente como soportes y en el otro al contrario, con el agua tan fría como puedas aguantar, si es necesario puedes echar cubitos de hielo al agua para que esté más fría.
El proceso:
Sumerges la zona afectada en el recipiente caliente durante unos 3 minutos
Pasados 3 minutos cambias al recipiente de agua fría y dejas la zona sumergida durante un minuto.
Debes repetir este proceso 4 y 5 veces para que sea efectivo.
Al terminar vas a tener la piel muy enrojecida, es normal, pero también vas a notar la zona mucho más relajada
Espero haber aclarado vuestras dudas sobre la aplicación de frío o calor en las lesiones, pero porfi no te vayas a lesionar para ver si es efectivo
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