Cómo sanar la relación con mi hermano o hermana

¡Hola valiente!

Como psicóloga, sé que a veces, las relaciones con nuestros seres queridos más cercanos, no es sencillo.

A menudo, la relación con los hermanos, es más llevadera que con los padres, sin embargo también puede presentar sus retos.

Sanar la relación con mi hermano o hermana tras haber sanado la relación con mis padres



Es importante, que antes de sanar la relación con tu hermano o hermana, hayas trabajado, individualmente o con tu psicólogo, la relación con tus padres.

La relación con tus padres es la base de tu estructura familiar, por este motivo, es importante empezar por el principio.

Tu hermano o hermanos, vienen después que tu relación con tus padres, por este motivo, como psicóloga, recomiendo revisar la relación con tus padres en primer lugar.

Aquí te dejo algunos recursos que pueden ayudarte:

Meditación para sanar la relación con mi padre y mi madre.

5 Rituales para honrar a los ancestros.

¿Qué pasa con tu hermano o hermana?



Si ya has revisado primero, no cómo son tus padres, si no, cómo tú te sientes en relación a ellos, independientemente de lo malo y lo bueno. Entonces, es momento de permitírte conectar con las emociones y pensamientos que tu hermano o hermana te despiertan.

Un hermano puede llegar a ser muy diferente a nosotros. O actuar de forma tan impredecible que necesitemos años para digerir o entender sus acciones. Por este y varios motivos diversos, como psicóloga me gusta recomendar iniciar, lo que llamo la carta negra.

Te cuento más a continuación.

Carta negra 



La carta negra es la carta en la que, a solas, sin dársela a nadie, especialmente a tu hermano o hermana, te permites expresar en bruto todo lo que sientes y piensas sin tapujos.

Esta carta es para ti.

Para poder dar claridad a lo que te agita en cuanto a la relación con tu hermano o hermana. Y así, poder entenderte mejor. Tanto a ti, como a él o ella.

Tras realizar esta carta, guárdala, necesitamos terminar el ejercicio con otra carta…

Carta blanca



En la carta blanca recomiendo, que además de poner lo que sí está bien, o ha estado bien en cuanto a la relación con tu hermano o hermana, puedas hacer el siguiente ejercicio…

Ahora es momento de tomar de nuevo la carta negra. Por cada una de las cosas que has escrito, que de alguna forma te hace sentir incómodo, me gustaría que pudieras arrojar comprensión y neutralidad en cada punto para intentar entender cuáles pueden ser los motivos y necesidades de tu hermano o hermana.

Por muy diferentes que sean las formas de expresar sus necesidades de las tuyas, algo le impulsó o le impulsa a comportarse de tal manera, por lo que entender su mundo, va a ayudarte a poder entender también mejor el tuyo. Es decir, qué necesitas tú, y qué caminos reales hay de satisfacerlos teniendo en cuenta las limitaciones reales.

Integrar a tu hermano o hermana en tu família y tu corazón



Sanar la relación con nuestros padres o con nuestros hermanos, no significa que…

Tengan que estar vivos.

Que tengamos buen rollo.

O una relación cercana.

En términos de sanación, tener una buena relación con tu padre, tu madre y tus hermanos, tiene que ver con cómo te sientes tú con la imagen mental que internamente tienes de ellos.

No importa que no os veáis, que no os entendáis, etc.

Es un tema de poder seguir sintíendote parte de la família independientemente de como esta sea. Así de respetar tanto sus roles como el tuyo.

¿Quieres que podamos ayudarte en tu caso en concreto?



Como psicóloga, además de acompañar en procesos de crecimiento personal a través de la terapia individual, también realizamos constelaciones familiares puntualmente en el Instituto Yaiza Leal de Manresa, por lo que puedes ponerte directamente en contacto conmigo en caso que quieras más información personalizada.

Un fuerte abrazo,

Yaiza.

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