Es común que los niños sientan algún tipo de envidia hacia sus hermanos durante su crecimiento, siendo como un adulto, es de esperar que las viejas rivalidades entre hermanos queden en el pasado. Algunas batallas de la infancia, sin embargo pueden dejar un efecto emocional en un individuo.
La mayor causa de rivalidad entre hermanos
Hay muchas razones por las que un niño puede sentir celos hacia un hermano, tal vez uno es más talentoso que el otro o tal vez un niño mayor siente que recibe menos atención que un niño pequeño.
Esto está relacionado con otra causa común de la rivalidad entre hermanos, la competencia. Como adultos, estos sentimientos pueden convertirse en los celos por el éxito de un hermano o el resentimiento hacia el hermano que recibió el favoritismo de los padres.
Estos sentimientos albergados a larga pueden causar que una persona exponga las acciones negativas hacia un hermano o hermana, causando grandes problemas en toda la familia y a menudo conduce a cortar toda comunicación con el otro.
Reconociendo los celos por lo que es la voluntad de ayudar a los hermanos adultos a entender mejor y fijar sus relaciones.
La adopción de medidas para fijar una relación de hermanos
Hay varias claves para reparar el daño que resulta de años de rivalidad entre hermanos:
Identificar los conflictos que generaron los celos y las rivalidades.
Reconocer los principales acontecimientos de la vida que pudieron haber aumentado esos sentimientos negativos (por ejemplo, el éxito profesional, el matrimonio, tener hijos).
Perdonar y pedir perdón.
Mueva del pasado los viejos sentimientos, céntrese en lo que ahora tienen en común y trabaje en la construcción de una relación alrededor de eso.
Si no se logra y la relación parece irreparable, tal vez es mejor buscar ayuda profesional.
¿Cómo Evitar la Rivalidad entre Hermanos?
Las relaciones entre hermanos son complejas. Más allá de las envidias propias de la niñez, el vínculo afectivo puede estar marcado por una rivalidad permanente en la que cada uno lucha por demostrar que es mejor que el otro o por ser más perfecto y tener más éxito.
Esta rivalidad tiene su base en el deseo de ganar la aprobación permanente por parte de los padres. Gestionar esta rivalidad para mejorar la relación entre hermanos es un requisito importante.
Consejos para evitar la rivalidad
1. En primer lugar, céntrate en crecer como persona y evolucionar a tu ritmo pero sin compararte con nadie más.
2. Tu hermano no es tu fotocopia sino alguien diferente y autónomo que tiene su propio camino.
3. Si buscas los puentes de unión que te unen a tu hermano te darás cuenta de que esos puentes son más importantes que las diferentes: los padres son un nexo de unión entre los hijos y aunque solo sea por ellos, es recomendable hacer un esfuerzo para mantener una relación cordial. Las discusiones constantes no compensan, al revés, desgastan a nivel emocional. Es mejor reducir la comunicación pero mantener el contacto que estar distanciado de un hermano al punto de no hablar nada en común.
4. Si no te apetece contar tus secretos a tu hermano no lo hagas. Puedes contárselos a tu mejor amigo. Existen muchos temas que pueden fortalecer la relación entre hermanos, como por ejemplo, compartir anécdotas familiares, recordar momentos de la niñez, celebrar cumpleaños familiares
5. No esperes de tu hermano algo que no puedes esperar, es decir, algo que no encaja en su modo de ser habitual y en sus comportamientos cotidianos. Si esperas que se convierta en una persona distinta, entonces, te frustras. Valora todo lo bueno que hay en él y céntrate en sus virtudes para pensar en positivo.
Los beneficios de la Resolución de Rivalidad entre hermanos
Una resolución exitosa de la rivalidad puede llevar al crecimiento de una relación de hermanos. Es importante recordar que aferrarse a los resentimientos puede dañar no sólo las partes involucradas, sino a todos los miembros de la familia.
Cuando la persona alberga sentimientos de resentimiento hacia un hermano, es común que se consuma con la ira, el odio y el dolor emocional. Pero, al considerar estos comportamientos, uno se está obstaculizando su propia felicidad y bienestar.