En este artículo vas a aprender un protocolo básico para reparar y regenerar la mucosa intestinal. Se trata de tu segunda piel; el lugar donde un complejo y delicado ecosistema de bacterias y otros microbios conviven para ayudarte a sintetizar vitaminas, hormonas y neurotransmisores, digerir tu alimento y defenderte de agresores externos. Es decir, es la columna vertebral de tu salud y si tu mucosa intestinal está comprometida las principales funciones del cuerpo también lo estarán.
Todas las enfermedades se generan en el intestino
Hipócrates (460-370 AC)
No sé yo si diría "todas", pero muchas sin duda?Los problemas digestivos y de mucosa intestinal han sido de los más ignorados hasta hace muy poco tiempo. Cuando los médicos naturópatas de los EEUU hablaban del "intestino poroso o permeable" a finales de los noventa sus colegas de la medicina convencional poco menos que se burlaban negando la posibilidad de tal enfermedad. Hoy día es algo completamente aceptado en la medicina "oficial." Aún así seguimos sin prestar la necesaria atención y dar a la salud intestinal el lugar que se merece: prioridad absoluta.
¿Por dónde llegan los problemas?
La mucosa intestinal entra en contacto con gran cantidad de moléculas y agentes químicos todos los días. Muchos de ellos son nutrientes necesarios pero una gran mayoría no lo son. Existe la tendencia a pensar que podemos poner cualquier "cosa comestible" en la boca mientras sea agradable al gusto. Ni siquiera es necesario masticar muy bien ya que el estómago, se asume, es como una trituradora que todo lo puede. Esto, por supuesto, es un problema pero es tan sólo la punta del iceberg.
Imagínate el típico portero de discoteca que tiene una lista de gente invitada (los guapos y famosos V.I.P). El epitelio de la mucosa intestinal realiza la misma función pero a un nivel mucho más complicado, con la dificultad añadida de que en nuestra actualidad tiene que hacer frente a un número muy grande de sustancias tóxicas y extrañas. Cuando el portero (nuestro epitelio) se ve abrumado porque hay demasiada “gente” que no debería estar allí (estrés, fármacos, deshidratación, aditivos y toxinas, alimentos procesados, intolerancias, parásitos?etc.) le empiezan a temblar las piernas y se ve forzado a pedir ayuda a los de seguridad (los anticuerpos SigA o inmunoglobulina A).
Estos anticuerpos son muy eficaces y normalmente se bastan para controlar la masiva entrada de antígenos (los que no son V.I.P.). Pero si la situación se complica se hace necesario reclutar más anticuerpos (inmunoglobulina G, M?etc.) y aquí empieza la inflamación (igual que cuando tienes una herida). La inflamación ayuda a traer sangre (recursos) y eliminar desechos pero también irrita los tejidos locales (imagínate como queda un bar después de una pelea). Si con el tiempo, la inflamación no se reduce las células del epitelio intestinal pierden su integridad y la separación entre las mismas empieza a aumentar, es decir, aumenta la permeabilidad intestinal.
Intestino poroso: el asesino silencioso
Una vez que la separación entre células intestinales ha sido comprometida por la inflamación crónica empiezan los problemas de verdad. Siguiendo con el símil de la discoteca, las puertas han sido abiertas y la seguridad del local no sólo no puede contener la entrada de gente, sino que además da la batalla por perdida (los niveles de SigA disminuyen drásticamente). Es el clásico intestino poroso.
Muchas personas ni siquiera saben que tienen este problema porque no sienten una reacción específica a los alimentos que les resultan irritantes (ya que su SigA ha ido disminuyendo). Lo que sí saben es que tienen problemas de piel, alergias, enfermedades autoinmunes, cansancio, dolor en las articulaciones, fatiga?etc. Los síntomas no son nada específicos ya que por el intestino entran moléculas que no deberían y acaban en distintos tejidos, articulaciones, órganos?etc., produciendo muy diversas patologías. Por eso tratar la artritis, por ejemplo, con analgésicos sin optimizar al mismo tiempo la función intestinal es como achicar agua de una barca con agujeros: nunca va a acabar bien.
DISFUNCIÓN GÁSTRICA ? EQUILIBRIO HORMONAL ? DETOXIFICACIÓN
Las funciones digestivas están íntimamente relacionadas con el sistema hormonal y tu capacidad de detoxificación. Muchos investigadores, además, consideran el sistema digestivo como el “segundo cerebro” por su complejidad y su capacidad de sintetizar neurotransmisores. Por eso se piensa que muchas enfermedades psicológicas como depresión o trastornos de la atención podrían también originarse en el sistema digestivo. En consecuencia, regenerar la mucosa intestinal no sólo es importante para mejorar problemas físicos sino también para mantener nuestro bienestar psicológico y alcanzar todo nuestro potencial atlético.
Cómo regenerar la mucosa intestinal
A continuación te presento un protocolo básico para regenerar la mucosa intestinal. Una estrategia básica pero efectiva debe incluir una dieta equilibrada y emplear estas cuatro tácticas:
Maximizar las enzimas digestivas y HCL
Apoyar/regenerar la mucosa intestinal
Deshacer el biofilm
Mejorar la flora intestinal
1. Maximizar las enzimas digestivas y HCL.
La mayoría de nosotros tenemos un "poder digestivo" venido a menos que no nos permite obtener toda la nutrición de los alimentos que tomamos: somos lo que digerimos y absorbemos no necesariamente lo que comemos. En las personas con problemas digestivos e intestinales esta circunstancia está incluso más acusada y por eso están en muchos casos malnutridas. Es necesario ayudar al cuerpo suplementando en las principales comidas con enzimas digestivas (proteasas, lipasas, amilasas) y ácido clorhídrico (HCL; que disminuye con los años). Las enzimas son recomendables en todos los casos, sin embargo, el HCL no. Es necesario descartar la presencia de Helicobacter pylori porque esta insidiosa bacteria (presente en un buen porcentaje de la población) medra en ambientes ácidos y podría ser contraproducente. Considera además este artículo para mejorar tu digestión de forma natural: “Mejora tu digestión de forma natural.”
2. Apoyar/regenerar la mucosa intestinal.
La idea aquí es nutrir y fortalecer la mucosa para reducir la inflamación, aliviar el posible malestar y mejorar la absorción. Todo esto, a su vez, reduce la carga de toxinas que pasan hacia el hígado. La mucosa es como la capa de ozono, si hay algún agujero nos deja vulnerables, pero si es fuerte nos protege. Hay una serie de nutrientes y plantas medicinales con resultados clínicamente probados para regenerar la mucosa intestinal: glutamina, quercetina, MSM, N-acetil-D-glucosamina entre otras. Un gran producto es "Support Mucosa" de Biomatrix.
3. Deshacer el biofilm
La basura atrae a las moscas. Si tu mucosa intestinal es débil y tu epitelio está comprometido gran cantidad de microbios oportunistas estarán al acecho. ¡A nadie le gusta perderse una buena fiesta! Tu intestino poroso es el lugar perfecto para bacterias y ciertos hongos, puesto que es un medio caliente, húmedo y además las defensas han sido diezmadas. Estas bacterias, hongos y otros microorganismos oportunistas tienden a aglomerarse y secretar unas sustancias que les sirven de cobijo y protección: el biofilm (o biopelícula). Es necesario romper este biofilm para ayudar al cuerpo a desalojar a estos invasores. Normalmente el biofilm está compuesto de proteínas y polisacáridos. Son necesarias ciertas enzimas para romperlo: celulasas, hemicelulasas, serrapeptasa y glucoamilasa entre otras. Mi fórmula favorita es "Interphase" de Biomatrix.
4. Mejorar la flora intestinal
Nuestra flora intestinal empieza a formarse al nacer de forma natural (no por cesárea), continua con el primer calostro y se sigue formando durante nuestra infancia. Los antibióticos (en algunos casos necesarios) alteran gravemente la flora. Las toxinas y todo lo que hemos mencionado antes también. La mejor manera de repoblar y ayudar a mantener un nivel de bacterias beneficiosas saludable es tomando comida fermentada (yogur, kombucha, kéfir, chucrut?.etc) o, en su defecto, probióticos de calidad.
Hasta aquí el protocolo básico.
Muchos atletas, ejecutivos y amas de casa andan "cazando síntomas" y tomando todo tipo de pastillas (naturales o no) para intentar remediar sus problemas o mejorar sus marcas deportivas, sin darse cuenta de que el primer paso es siempre trabajar sobre las funciones importantes del cuerpo (el enfoque funcional). Cuidar y regenerar la mucosa intestinal es fundamental para poder nutrirse, detoxificar, tener unas hormonas equilibradas y un sistema inmune a prueba de bombas.
En este artículo te he presentado un protocolo básico, que sin duda te ayudará a mejorar tu sistema digestivo. Si quieres un protocolo personalizado para mejorar tu sistema digestivo de forma natural y en menos tiempo, puedes obtenerlo aquí.
La fisiología debe fortalecerse desde dentro. Recuérdalo.
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