Como poco a poco podrán darse cuenta en mis escritos, soy una persona que cree más en el amor que en el rencor, por lo tanto mi primera respuesta sería que si, si se puede perdonar a alguien que te ha herido.
Pero al detenerme a pensar un poco en la magnitud de acontecimientos que pueden abarcar esas dos palabras “hacer daño” y los distintos contextos en los que se pueden dar, ciertamente puedo empezar a cuestionarme esa primera afirmación. Por lo que tomaré la postura de que a unas personas se nos hace más sencillo perdonar lo que nos hagan que a otras, sin importar cual haya sido la acción, centrándome así en lo que se siente cuando nos lastiman, que puede servirnos como un impulso para seguir adelante y de querer dejar de sentirnos así o bien puede hundirnos en sentimientos de venganza, ira o una profunda tristeza que nos lleve a la depresión. También puede hacer que bloqueemos nuestro sentimientos, ese y otros, creyéndonos así “inmunes” al dolor hasta que el bloqueo por alguna circunstancia desaparece y nos toca enfrentar la realidad de nuevo, quizás con más fuerza por haber intentado engañarnos a nosotros mismos por un tiempo.
Justo aquí es donde el perdonar podría sernos útil, no para que la otra persona se alegre o lo que sea que pueda sentir, no, si no para uno mismo, para sentir que te liberas de esos sentimientos que únicamente te lastiman a ti, como nos lo describe Yoshinory Nogushi. En su libro “La ley del espejo”, cuando la madre de Yuta, Eiko Akiyama decide disculparse con su padre y empieza a sentir una calma que no había sentido antes.
Yo puedo dar fe de lo liberador y de la calma que se siente perdonar a alguien que te ha herido de alguna manera y también el disculparte sinceramente con alguien a quién tu has herido. Por otra parte también puedo dar fe de que no es algo sencillo, aunque tu forma de ser te tiente a querer hacerlo, como es mi caso, debido a que mientras sigas encerrado en el dolor que te causó una situación determinada y no estés dispuesto a salir de ahí realmente para dejar de sentir ese dolor, y si, digo dejar ya que nosotros podemos elegir seguir sintiéndonos ante una determinada situación y no permitir así que nos siga afectando de la misma manera. Claro, esto tampoco es tarea fácil y considero que se encuentra intrínsecamente relacionado con todo este tema del perdón.
Sobre este aspecto Nogushi nos dice nuevamente en su libro “La ley del espejo” que para empezar a perdonar con el método que él nos ofrece, no es necesario sentir realmente en el momento la necesidad de disculparse con esa persona o creer realmente que podrías hacerlo, según lo que él escribe, para empezar basta con pretender poder perdonar y que a medida que vayas realizando los pasos que nos da y que más a adelante les compartiré llegaremos a sentir realmente que estamos perdonando a esa persona .
También nos habla de cómo nos afecta en nuestra vida el no perdonar a alguien o culparlos inconscientemente por cosas que otros hicieron, como hace Eiko con su esposo , a quien le atribuía los mismos reproches que le hacia a su padre, inconscientemente hasta que Yaguchi le deja saber que lo que le ocurre a su hijo, que le culpan injustamente y son crueles con él, se debe a que ella culpa a alguien injustamente, siendo así el problema de Yuta el reflejo viviente de la actitud que ella tiene con su esposo y con su padre, creándose así una cadena de acción y reacción, explicada sencillamente con la ley del espejo que enuncia lo siguiente: “la realidad de nuestra vida es el espejo que refleja nuestro corazón “
Con todo esto no les quiero decir que vayamos por la vida obligándonos a aparentar perdonar a alguien o que no se intervenga en lo que le ocurre a los demás si en verdad necesitan nuestra ayuda, sino transmitirles a través de la historia que escribió Yoshinory un motivo por el que un día podrían tomar la decisión de perdonar a quienes le han herido o causado alguna molestia. Un motivo que en lo particular le veo mucho sentido ya que cuando nos tomamos un momento para meditar sobre nuestras acciones en lo que criticamos y juzgamos, podemos darnos cuenta que son en su mayoría conductas que no nos gustan de nosotros mismos más sin embargo que no somos del todo consientes que las hacemos o al menos no todo el tiempo quizás nos cuesta hacer más la asociación porque el reflejo es magnificado y no nos parece que guarde relación alguna con nuestro propio comportamiento.
Esto último lo escribo basada nuevamente en mi experiencia, gracias a la que he aprendido a ver e los demás las conductas que me gustan ni de mi y de mis padres, que hoy no puedo dejar de observar en las personas que me rodean, sobre todo las conductas que me disgustan de mis padres, sobre las que estaba meditando antes de empezar a leer este libro, reflexionando en la forma en la que yo me acercaba a ellos que en más de una ocasiones de las deseadas no es como me gustaría que fuera realmente. Motivo por el que cada día intento modificar de alguna manera el trato que les doy procurando acercarme a el que quisiera darles y siento que se merecen pero se que aún tengo cosas por las que perdónales a ellos antes y por las que disculparme también, para así tener el camino libre para que esos cambios que me propongo en mi se puedan dar, ya que de otra manera seguiremos enfrascados en el pasado, no avanzamos y me sigo viendo afectada por lo que hagan o dejen de hacer. De aquí surgió también la imperiosa necesidad de perdonarme a mi misma antes que nada, de perdonar la falta de confianza que yo misma me tenía, el no quererme ni valorarme como merezco, de esta manera decidí poner en practica una terapia del perdón que la mamá de la mejor amiga de mi hermana le sugirió y consiste en lo siguiente:
Terapia del perdón: 7 primeras energías
1. Dios2. A uno mismo
3. Mamá
4. Papá
5. Obstetra (Relación con todos los demás)
6. Pareja (Concentrado de papá y mamá en una sola persona)
7. Autoridad (de arriba y de abajo)
Se empieza escribiendo, en lápiz de grafito, 45 lineas por siete días a cada energía: "Yo fulana perdono completa y amorosamente a (nombre de la persona) por....".
Al día 49 se queman todos los papeles y decimos "Espíritu santo te entrego estos perdones para que sean purificados y tramutados en amor. Me suelto y me libero".
Les seré honesta y les diré que no he sido constante con los días, pasándoseme por semanas el seguir escribiendo las hojas del perdón, además de no hacerlo en el orden correcto. Actualmente me encuentro en la parte de mis padres, que hace las veces de la relación que tenemos con todos los demás, hace ya como un mes que termine las otras dos y me salté la de Dios ya que no sentía que debía perdonarle nada ya que en mi opinión nosotros decidimos e que camino seguir entre los múltiples que él nos presenta, opinión que comparte Neale Donald Walsch en sus libros “Conversaciones con Dios”.
Al empezar con esta terapia, mientras escribía me iba sintiendo cada vez más libre, como quitándome un peso de encima, incluso me entraron ganas de llorar al ver cuanto sentía que debía perdonarme entendiendo a su vez que debía mejorar con mucho el trato que hasta ahora me estaba dando, en el caso de mi ex pasó algo parecido pero más que ganas de perdonarle quería agradecerles por otras tantas cosas que se me pasaban por la mente ya que el dolor y la tristeza eran solo una parte de la historia y no podía olvidarme del resto, al mismo tiempo me entraron ganas de disculparme con él por otras serie de circunstancias que de alguna u otra manera contribuyeron a que todo terminara. Ahora, en las dos últimas fases de esta terapia espero sentir lo mismo, de perdonar, agradecer y disculparme y quizás por la influencia del libro de Nogushi esas sensaciones estén más presentes, vamos a ver.
Esta ha sido mi experiencia, sintiéndome preparada y decidida a perdonar. No tiene porque ser igual para ustedes ni quiere decir que el cumplir la terapia que yo hice o seguir los pasos que nos da Yoshinory Nogushi (Si deciden tomar alguna de estas dos opciones o las dos) se van a sentir realmente liberados, supongo que dependerá de cómo cada uno decida afrontarlo aunque apuesto a la posibilidad de que si les ayude, como a mi
Aquí les traje dos opciones para comenzar a perdonar a quienes les han lastimada do dándole así respuesta a nuestra pregunta inicial, de que si es posible perdonar si nos lo proponemos hacerlo. Ya para terminar les compartiré en una infografía los ocho pasos que Nogushi escribe en su libro, donde la madre de Yuta los pone en práctica como ilustración de que es posible realizarlos:
Esta infografía también podrán encontrarla en la cuenta de Istagram @lasa_amanecer y les dejo aquí abajo el link del vídeo mediante el cual escuché el libro y un archivo PDF del mismo por si desean descargarlo.
https://www.youtube.com/watch?v=x0fDDANEwh0
https://drive.google.com/open?id=0B4RklgOUCvL4cWRLYzRzbFFKNjQ
Espero que les haya sido de utilidad esta entrada o que por lo menos les entretuviera un rato. SI tienen algún comentario, crítica o sugerencia pueden dejarlos abajo que con todo gusto los leeré.
¡Gracias por leer!