Perdonar una infidelidad es algo que poca gente afirma que haría, puesto que la mayoría cree que es muy difícil olvidar el hecho de descubrir a su pareja con otra persona.
Sin embargo muchas personas se sorprenderían con lo relativo que resulta el perdonar una infidelidad, puesto que para hacerlo (o no) antes debemos tener en cuenta una serie de factores. La tendencia de la gente y la opinión social es que la culpa siempre es toda del infiel, mientras que se defiende a la víctima a toda costa, y sin embargo puede darse el caso en que la propia víctima sea tan responsable de la infidelidad como el propio infiel. Por supuesto, esto no quiere decir, en ningún caso, que la infidelidad esté justificada.
Hay que analizar la situación de pareja en la que se ha dado la infidelidad: si la pareja no es feliz o una de sus partes se aleja de la otra, le cambia el carácter, evita tener relaciones sexuales, etc. tal vez esté tentando involuntariamente a su pareja a acercarse a otra persona para buscar lo que no consigue con su propia pareja. En estos casos es importante que la parte engañada también analice qué cosas podría haber hecho distinto para evitar la infidelidad en cuestión.
Después de una infidelidad lo que se pierde
Por otro lado, algo que según la terapia de pareja se debe evitar a toda costa son los interrogatorios. La persona engañada puede sentirse infravalorada e incluso con ansias de venganza, pero si persona ha elegido libre y conscientemente perdonar a su pareja debe intentar no dejarse llevar por el sentimiento de rabia y no someter a la pareja a un interrogatorio intensivo acerca de la infidelidad, puesto que cuanto más sepa acerca de la infidelidad más daño se hará y le resultará mucho más complicado perdonar la infidelidad.