Todos hemos aprendido que es importante protegerse del sol en verano, cuando más tiempo pasamos expuestos a la radiación y cuando ésta es más fuerte. Sin embargo, no debemos olvidarnos de proteger nuestra piel también en primavera. El calor ya se ha instalado en la mayoría de ciudades españolas y las terrazas, plazas y parques están llenas de gente disfrutando del buen tiempo. Por eso, aunque creas que el sol de primavera es inofensivo, queremos darte algunos consejos para que protejas tu piel.
En primavera, el sol ya está en posiciones suficientemente elevadas para que su incidencia en nuestra piel sea directa y nos debamos proteger. Especialmente hay que tener cuidado en zonas como el cuello, el escote o las piernas que hemos tapado durante el invierno.
Según los expertos, el efecto de la radiación ultravioleta sobre la piel es acumulativo, por lo que es importante que en primavera se adopten las mismas precauciones de protección frente al sol que en verano. Empezando, por ejemplo, por la protección solar. Una opción para no olvidarte de usar fotoprotector es incorporar una crema de este tipo a tu rutina diaria. Además, si sabes que vas a pasar tiempo en el exterior, no olvides usar fotoprotector, no solo en la cara, si no también en el cuerpo.
También debemos fijarnos en el tipo de ropa que utilizamos. Si vamos a pasar mucho tiempo al sol, aunque sea en primavera, es recomendable que dejemos al descubierto la mínima superficie de piel posible ya sea con tejidos finos o con gorras, sombreros, gafas de sol…
Si te gusta la nieve y vas a aprovechar hasta el último momento, debes saber que la protección en la nieve es todavía más importante. La concentración de radiación ultravioleta en la nieve puede equipararse a la que hay en una playa del trópico en verano. En este caso, la hidratación y la fotoprotección se convierten en fundamentales. Debes prestar especial atención a los labios ya que la piel es más sensible en esta zona de la cara.
Por otra parte, la nutrición también tiene un papel muy importante. Debes incrementar el consumo de frutas y verduras. Además de ser una fuente buenísima de hidratación, estos alimentos son ricos en caroteneoides y mejoran el sistema inmune además de dar a la piel un color más dorado. Así que si quieres lucir un bronceado perfecto: las frutas y verduras serán tus mejores aliadas.
Ha llegado el momento de disfrutar del sol y del calor, pero proteger nuestra piel es tan importante como proteger cualquier órgano de nuestro cuerpo. Además, se trata de uno de los más sensibles y más expuestos. Por este motivo, es recomendable que revisemos manchas o lunares que aparezcan o cambien de tamaño en nuestra piel y acudir a un profesional en caso de dudas.
En esta línea, el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) señala que los puntos clave para proteger nuestra piel son los siguientes:
Proteger la piel especialmente de las radiaciones solares.
Nunca exponer directamente al sol a bebés menores de seis meses.
Informar a los adolescentes de los riesgos que conlleva la sobreexposición solar.
Observar periódicamente los lunares, manchas y pequeñas imperfecciones.
La higiene es fundamental.
Cuidar y equilibrar su alimentación.
El fumar, el beber y las drogas perjudican notablemente el equilibrio y las funciones basales de la piel.
Hay edades y circunstancias que propician alteraciones de la piel.
El dermatólogo es el único especialista de la piel, que sabe cuidarla y diagnosticar y tratar sus enfermedades y las de sus anejos (pelos y uñas) y mucosas.