Sin azúcares, sin grasas, sin nutrientes
Antes de luchar para conseguir vencer cualquier batalla, debemos conocer al enemigo. ¿Qué tenemos delante? Toneladas y toneladas de productos 'sin'. De todos aquellos productos, que por no contener, no contienen ni gracia. Sin embargo, es ahí donde muchos 'profesionales' e incluso 'médicos' caen en la trampa. El problema, es que ellos, incluso por encima de Internet son la máxima autoridad. Y los pobres, bienintencionados en muchos de los casos, caen en desnutrir a la pobre víctima de este sistema. El problema es que lector, sin querer a todos nos pasa. Si vemos algún producto con las letras 'sin', parece que sea, más natural, que entre dentro de una alimentación variada y correcta.
El problema esencial, es que ese 'sin' en la mayoría de los casos comporta una etiqueta con una larga lista de 'con'. Una larga lista llena de aditivos y sustitutorios, ya que el bocado que estás comiendo de la galleta Light digestive Sin azúcares, sabe incluso todavía más dulce que unas galletas con azúcar refinada. Lo siento, acabo de hacerte pensar. Alguien lo necesitaba decir.
Todos esas palabras situadas en sus etiquetas y el poderío del marketing en su totalidad, nos han hecho olvidar del verdadero motivo por el que comemos. No es para sentirnos saciados. No es para darnos un capricho. Ni tampoco lo es para adelgazarnos. Es para nutrirnos, para continuar soportando el estresante mundo que nos rodea. Y solo así conseguiremos perder peso comiendo.
Que siempre alimento = Nutrición
En consulta siempre hablo con los pacientes y les advierto lo siguiente: “Prefiero que comas, que no te contengas, pero que sea comida”. Sí, esa comida que será un vegetal, una legumbre, un fruto seco e incluso un animal. Pero tendrá en común la falta de procesado, la falta de ese “Sin”. Todos ellos están llenos de nutrientes. Llenos de esas vitaminas, minerales y aminoácidos que tanto necesitamos. Y está claro que necesitamos eso para perder peso comiendo.
Los refinados no son indiferentes. Pueden ser un gran daño.
Así es. Ni más ni menos, aquellos alimentos que no nos aportan nada, también pueden ser un grave lastre para nuestra pérdida de peso.
Por ejemplo, si nos centramos en una dieta rica en alimentos refinados, no proporcionaremos el suficientes hierro. Eso afectaría a tu capacidad de realizar actividad física, ya que necesitas que el oxígeno se transporte por todo el organismo. Y… Como “es que mire, yo me ahogo mucho y me canso demasiado rápido y ya sabes… Eso me desanima”. Y claro, eso apoya a un sedentarismo que contribuirá a una menor combustión de calorías que… Bueno ya sabéis como continúa.
El alimento refinado llave para el apetito
Una dieta baja en nutrientes también acaba comportando una clara disminución en la capacidad de saciar nuestro cuerpo. El pobre, que es consciente de que necesitamos 'alimentarnos' enciende nuestras alarmas y acaba generando la ansiedad que tanto hemos trabajado en este Blog.
En un estudio de 786 personas se comparó la sensación de saciedad de cuando estaban ante una dieta baja en micronutrientes y seguidamente todo lo contrario.Los resultados fueron claros, el 80% de los pacientes se sintieron mucho más saciados después de altos contenidos en micronutrientes, a pesar de estar comiendo menos calorías que en caso contrario.
El camino lo marcará el alimento real
Si intentas mejorar la presencia de nutrientes, no caigas en el error de caer a una pastillita y volver a tus hábitos alimentarios. La presencia de alimentos REALES será el mejor camino a seguir. Tienen mucho más de lo que existe en cualquier dietética o tienda especializada.
Además, eso mejorará otro de los puntos, tu sensación de bienestar y por supuesto esa energía que tanto te falta. Pero eso es otro tema, y no queremos alargarnos. Ya tenemos mucho trabajo por hacer invadiendo las fruterías, carnicerías, tiendas de legumbres…
¿Estáis dispuest@s a perder peso comiendo? No olvidéis de nutrir vuestro cuerpo y llegaréis a vuestro objetivo.
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