La elección de lo que comes no es simplemente una cuestión de gusto, concluyen los científicos en un nuevo estudio en el Instituto Neurológico de Montreal y el Hospital de la Universidad McGill y el Centro de Salud de la Universidad McGill. Cuando echas un vistazo a un menú o consultas libremente los estantes de un supermercado, tu cerebro está tomando decisiones basadas principalmente en el contenido calórico de un alimento.
¿Te cuesta elegir la ensalada en lugar de la hamburguesa? No eres tú, es tu cerebro.
Esta investigación ha demostrado que hacer buenas elecciones de alimentos no es tan fácil, sobre todo en un mundo en el que estamos permanentemente atacados de publicidad e imágenes de comida chatarra. Pero siempre hay pequeñas cosas que podemos hacer para ayudarnos a mantenernos saludables. Una de las más potentes está enteramente bajo tu control: no mantengas alimentos engordosos y dañinos en casa. Así cuando te dé hambre y vayas a escoger qué comer, tu cerebro no podrá jugarte la mala pasada
El estudio, publicado en Psychological Science, se basa en los escáneres cerebrales de participantes sanos a quienes se pidió examinar imágenes de varios alimentos. Los participantes calificaron qué alimentos les gustaría consumir y se les pidió estimar el contenido de calorías de cada alimento. Sorprendentemente, no supieron juzgar con precisión el número de calorías en los diversos alimentos, pero sus elecciones y su disposición a pagar estuvieron centradas en aquellos alimentos con alto contenido calórico.
En estudios anteriores se ha encontrado que los niños y los adultos tienden a elegir los alimentos con alto contenido calórico.
Dijo el Dr. Alain Dagher, neurólogo en el Instituto Neurológico de Montreal y el Hospital y autor principal del estudio.
Se ha culpado a la fácil disponibilidad y el bajo costo de los alimentos de alto contenido calórico por el aumento de la obesidad. Su consumo se rige en gran medida por los efectos anticipados de estos alimentos, que probablemente se aprenden a través de la experiencia. Nuestro estudio trató de determinar la forma en que el contenido calórico influyó en las áreas del cerebro que se sabe están implicados en la evaluación de opciones de comida.
Las decisiones sobre el consumo de alimentos y la densidad calórica se vinculan a una parte del cerebro llamada la corteza prefrontal ventromedial, un área que codifica el valor de los estímulos y predice el consumo inmediato.
La comprensión de las razones de la elección de alimentos de las personas podría ayudar a controlar los factores que conducen a la obesidad, una condición que afecta a 1 de cada 4 adultos canadienses y 1 de cada 10 niños. La obesidad está vinculada a muchos problemas de salud como presión arterial alta, enfermedades del corazón y diabetes tipo 2. El tratamiento de los canadienses que tienen estos problemas cuesta miles de millones de dólares de la salud fiscal.
Referencia:
D. W. Tang, L. K. Fellows, A. Dagher. Behavioral and Neural Valuation of Foods Is Driven by Implicit Knowledge of Caloric Content. Psychological Science, 2014; DOI: 10.1177/0956797614552081
Fuente:
McGill University. “Why your brain makes you reach for junk food.” ScienceDaily. www.sciencedaily.com/releases/2014/10/141020111255.htm
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