Nuestra piel es el órgano más grande que tenemos y funciona como una cubierta externa. Su función básica es separar nuestro cuerpo del ambiente, además de regular la temperatura corporal.
Todos estos tejidos se mantienen unidos y saludables por los lípidos. Sin su presencia, su función barrera se debilita, pierde su hidratación y los agentes externos la atacan agresivamente.
Por lo tanto, cuando empezamos a envejecer y la piel se vuelve madura, es importante saber que necesitará mucho cuidado especial. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para evitar la piel madura.
¿Cómo identificar el envejecimiento prematuro?
• Piel más fina, deshidratada o seca• Flacidez
• Piel más clara o amarillenta
• Falta de tono y firmeza
• Falta de luminosidad
• Arrugas
• Manchas o hiperpigmentación
• Sensibilidad cutánea
• Baja resistencia al sol
• Deshidratación
• Abrir los poros
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La llamada "piel madura" ¿Qué es?
La piel madura está relacionada con el envejecimiento de la piel. El paso de los años provocando la producción de lípidos, esa capa de cemento resistente de la que hablábamos antes; parece disminuido y esto da paso a una piel mucho más áspera, con una atención nutritiva y menos firme perceptible.
Es decir, el metabolismo de las células se hace cada vez más lento y esto afecta inevitablemente a este tejido blando, ya que está en contacto directo con el exterior.
Factores que pueden afectar la piel
La deshidratación de la piel es uno de los principales factores en el envejecimiento de la dermis. Además, como el sudor y las glándulas sebáceas funcionan a un ritmo más lento, también se produce sequedad de la dermis.Debe tenerse en cuenta el lento metabolismo de las células. Sin embargo, también intervienen factores endógenos y otros factores exógenos.
1. Los primeros tienen que ver con el envejecimiento genéticamente programado, que comienza alrededor de los 40 años.
2. Los cambios hormonales también promueven el esquí maduro
3. También enfermedades, dolencias y sus medicamentos.
4. Exposición prolongada al sol, por trabajo, placer o por no utilizar las medidas preventivas adecuadas, como la protección solar o la ropa adecuada.
5. Predisposición genética
6. Fumar
7. Bajo consumo de agua
8. Otros factores incluyen la fatiga, el estrés, el sueño deficiente, la dieta deficiente y las toxinas que entran en el cuerpo.
9. Los factores exógenos se refieren al estilo de vida, el contexto social y geográfico, las emociones y otros agentes externos. Revelan la historia de vida de una persona, como se ve en su rostro.
Cómo prevenir el envejecimiento prematuro
• Buena hidratación: beber al menos 1,5 litros al día promueve la circulación sanguínea al tiempo que promueve la regeneración de la piel, la eliminación de células muertas y la reducción de impurezas.
• Limpieza cutánea: se pueden utilizar cremas indicadas para la piel de los ancianos o utilizar plantas naturales como el aloe vera. Evite las sustancias químicas ya que pueden sensibilizar aún más la piel de los ancianos.
• Control de la dieta: Incluir un balance nutricional para una dieta mediterránea. Es decir, una dieta rica en frutas y verduras y la ingesta de grasas ricas en ácidos grasos, como el aceite de oliva.
• Tonificación: Es importante restaurar el pH de la piel, por lo que la aplicación de toners a la piel es una buena estrategia. Asegúrese siempre de que dicho producto no afecte a la piel de los ancianos.
• Protección solar: aplicar un fotoprotector adecuado según el tipo de piel y la edad de la persona a la que se va a aplicar el producto. Hay que tener en cuenta que se debe controlar durante todo el año, porque la radiación UV es constante durante todo el año, más allá de que hay períodos en los que es más fuerte.
Aunque el envejecimiento de la piel es inevitable, estos consejos son muy útiles para cuidar la dermis y hacer el paso del tiempo más suave para nuestra querida piel. Es importante recordar que tener los mejores hábitos posibles mantendrá la piel de los ancianos en mejores condiciones.
