¿Cuáles son las propiedades de los germinados?
Los germinados poseen un contenido nutricional muy alto, muy superior al de las plantas que ya se consideran adultas. Tienen ácidos grasos, vitaminas, oligoelementos, proteínas, fibra y minerales que son muy buenos aportes para tu salud. Incluso te ayudan a regular la presión sanguínea.
Los nutrientes se concentran, sobre todo, en los primeros días de su germinación. Tu cuerpo los digerirá con gran facilidad. Es mejor que los prepares tú mismo y germinen en tu casa para que estén frescos en el momento en que los consumas. Son ideales para ensaladas, batidos o zumos.
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¿Cómo se puede germinar en casa?
1. Germinar en tu casa es un proceso muy sencillo y rápido. Lo puedes hacer de manera manual en un plato o en tarro. En un plato es ideal para prácticamente todas las semillas, pero, sobre todo, para aquellas que son mucilaginosas como el lino, la albahaca, la rúcula, la chía, la mostaza o el berro. En este caso, las semillas han de remojarse y después, extenderse. Siempre han de permanecer húmedas, pero no encharcadas. Este tipo de semillas no puede realizar el proceso de germinación en tarros.
2. La otra alternativa que tienes si quieres hacerlo de manera manual o tradicional es la de los tarros, más adecuada para las semillas que no son consideradas mucilaginosas como son el brócoli, el rábano, todas las legumbres, la zanahoria, el fenogreco, el trébol rojo, el sarraceno, girasol, la col o la remolacha.
En el caso del tarro, has de rellenar el recipiente con agua, añade tres veces más de agua que el volumen que tengan las semillas y tapas la boca con una gasa o una tela. Después, dejas el recipiente que repose en un lugar cálido y oscuro. Según el tipo de semilla, tendrás que esperar entre doce y quince horas para seguir con el procedimiento. Una vez haya pasado ese tiempo, has de escurrir el agua del recipiente con cuidado para que no se pierdan las semillas y aclararlas con agua que esté tibia.
A continuación, sitúa las semillas en la pared del tarro y los primeros días has de aclararlas tres o cuatro veces, después con una será suficiente. Cuando los brotes midan dos o tres centímetros ya podrás consumirlas.
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3. También tienes a tu disposición bolsas especiales para germinar que son de cáñamo. Son ideales para las semillas que no son mucilaginosas. Ocupan poco espacio en la cocina y se pueden guardar en cualquier lugar, por eso son muy prácticas.
4. Otro sistema es el de las bolsitas “pep up”. En este caso, no necesitas germinador. Las semillas ya están empaquetadas en las bolsitas de maíz, que son similares a las del té, y germinan en esa misma bolsa. Lo único que tendrás que hacer es dejarla en remojo las horas que corresponda según el tipo de semilla y mantenerlas húmedas durante dos o tres días, a continuación, ya germinarán y las podrás consumir.
5. La siguiente opción que tienes disponible es la del germinador eléctrico, que es un método automático para realizar el proceso de germinación. Incorpora un sistema de riego con aspersión de agua para germinar las semillas.
Lo más recomendabl si empiezas es que lo hagas con las bolsitas “pep up”, puesto que el proceso es muy sencillo y práctico. Si te gusta y quieres continuar, ya puedes sumarte a los procesos manuales como los tarros, los platos o las bolsas de cáñamo, y si quieres consumir semillas de manera regular, una buena idea sería comprarte un germinador automático para todo el proceso.
¿Por qué es bueno para la salud consumir semillas?
La alimentación es una cuestión clave en el cuidado de nuestra salud. Comer bien va más allá del peso o de la estética, comer bien es lo que nos permite que nuestro organismo funcione correctamente y tenga los aportes que necesita para nuestro día a día. El consumo de semillas todos los días es una excelente opción para llevar un estilo de vida saludable.
– Una de las razones por las que incorporar las semillas a tu dieta diaria es por la riqueza nutritiva que tienen. Incluyen antioxidantes, vitaminas, grasas saludables y proteínas en grandes cantidades. Se digieren con facilidad, son bajas en colesterol y tu cuerpo las asimilará enseguida.
– Por otra parte, las semillas son un aporte de energía muy grande para tu organismo, no solo físicamente, sino mentalmente. Te ayudarán a que te sientas lleno de energía, a tonificar tus músculos y a sentirte mejor contigo mismo emocionalmente. Muchos especialistas recomiendan su consumo de semillas, las puedes tomar en el mismo desayuno con un yogur, en el pan o tomar directamente un puñadito todos los días.
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– Las semillas son ricas en antioxidantes y te ayudarán a combatir el colesterol. Prácticamente todas incorporan una gran cantidad de Vitamina E, que te ayudará a frenar el envejecimiento y a prevenir diferentes enfermedades. Y, por otra parte, te ayudarán a reducir el colesterol que es malo y los triglicéridos.
Así que, ya lo sabes. Si quieres llevar un estilo de vida saludable, una buena opción es incorporar las semillas en tu dieta diaria. Ya ves lo sencillo que es preparar los germinados en tu casa. Te hemos contado las diferentes alternativas que tienes para germinar en tu domicilio y poder consumir las semillas frescas, con todos sus nutrientes y sus aportes.
Te animamos a que empieces cuanto antes porque la alimentación es una cuestión clave en tu salud. Al final la vida saludable es un conjunto de hábitos que incorporamos a nuestra rutina diaria. Las personas que cuidan su alimentación también suelen hacer deporte y cuidan su cuerpo. Se sienten mejor con lo que mejora su autoestima y la confianza en sí mismas para hacerle frente a la vida y conseguir lo que se proponen.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.