El Análisis Funcional como instrumento básico en la terapia psicológica para la explicación de comportamientos
Nuestros comportamientos están mantenidos por las consecuencias que siguen a nuestras conductas. Las conductas pueden ser tanto observables (hablar, andar, reír, llorar…) como encubiertas (pensar, sentir, recordar).
Por ejemplo, una persona puede emitir comportamientos de queja porque están siendo mantenidos por la consecuencia de atención por parte de otras personas.
Las consecuencias que siguen a las conductas pueden ser debida a la presencia de algo agradable como la ausencia de algo desagradable. En estos casos estamos hablando de reforzamiento. Es decir, las conductas que anteceden a estas consecuencias se verán mantenidas por dichas consecuencias. En otros casos, las consecuencias son desagradables (castigo) para la persona que emite una conducta determinada y esto hace que dicha conducta se vea reducida y disminuya su probabilidad de emisión.
¿Qué es el Análisis Funcional?
El Análisis Funcional es el instrumento con el que contamos los psicólogos para tratar de explicar el problema que el paciente trae a consulta.A través del mismo, podemos explicar al paciente por qué se siente mal, qué hace en determinadas situaciones, qué antecedente le lleva a llevar a cabo su comportamiento y cuáles son las consecuencias que mantienen la conducta problema.
¿Cuál es la diferencia con el diagnóstico basado en una etiqueta?
Cuando emitimos un diagnóstico basado en una etiqueta estamos clasificando en un mismo término, como ansiedad, depresión, trastorno psicótico… problemas que pueden ser muy distintos y que podrían necesitar de intervenciones también muy distintas.Con la “etiqueta” hacemos descripciones globales de los problemas y nos permiten clasificarlos, pero no explican exactamente lo que le ocurre a la persona. De esta manera, la persona puede encasillarse en un diagnóstico, pero no le ayudará mucho si no puede explicar por qué se siente de determinada forma y por qué actúa de la manera en que lo hace. Esto favorece la falta de control y la indefensión ya que pensará que se siente y actúa así por su diagnóstico y no por la relación con lo que hace.
En contrapartida, el Análisis Funcional explica por qué una persona se comporta como lo hace y cómo ha llegado a la situación que le ha llevado a consulta. Consiste en definir las conductas problemáticas, los antecedentes ante los que se dan esas conductas y las consecuencias que mantienen esas conductas.
De esta manera, el Análisis Funcional nos permite conocer qué es lo que hace la persona que le lleva a sentirse mal y diseñar, en consecuencia, una intervención para modificar aquello que hace. Para ello, establecemos unos objetivos de intervención y seleccionamos las técnicas necesarias para modificar los comportamientos problema e instaurar otros más adaptativos que le lleven a la persona a sentirse mejor.
¿Qué necesitamos para llevar a cabo el Análisis Funcional?
Para llegar a establecer la hipótesis funcional de por qué una persona se comporta como lo hace, necesitamos recoger toda la información posible para poder describir las cadenas de conductas operantes (estímulo-Respuesta-Consecuencia) y encontrar los estímulos elicitadores de respuestas emocionales negativas.
Toda esta información la conseguimos indagando mediante la entrevista con el paciente y a través de los autorregistros que pedimos al paciente, para que registre en el momento en que se den las conductas problema, identificando qué ocurrió justo antes de darse la conducta y qué ocurrió después de la misma. También observando el comportamiento del paciente y entrevistándonos con alguien de su entorno podemos completar la información.
Podemos hacernos preguntas del tipo: “¿qué consigue comportándose así?” o “¿para qué le sirve dicho comportamiento?” para ayudarnos a encontrar las consecuencias que persigue la persona con su comportamiento y como consecuencia poder modificarlos.
¿Cómo llevamos a cabo esos cambios de comportamientos?
Para modificar los comportamientos disfuncionales que le llevan a la persona a sentirse mal, así como para instaurar otros, en su lugar, más adaptativos, utilizamos las Técnicas de Modificación de Conductas.Estas técnicas están basadas en las Leyes del Aprendizaje, avaladas por la ciencia, y qué explican como adquirimos comportamientos y emociones desde que nacemos y en interacción con el entorno.
En la interacción de la persona con el entorno, se va creando un repertorio de comportamiento básico que va variando a lo largo de la vida de la persona. Mediante reforzamientos y castigos, se produce el aumento de unas conductas dadas y poca probabilidad de ocurrencia de otras, respectivamente.
Estas Leyes básicas del Comportamiento se basan en el Condicionamiento Clásico y el Condicionamiento Operante, que utilizamos para el desarrollo de las Técnicas de Intervención clínica.De estos básicos procedimientos, pero que a su vez puede crear asociaciones muy complejas y posibilitar y explicar el tan complejo comportamiento humano, nos ocuparemos en otro momento, por merecer una atención especial.
En Psicólogos Málaga PsicoAbreu contamos con expertos en Técnicas de Modificación de Conductas para una eficaz terapia psicológica en diversas patologías y problemas personales.
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