En lo que se refiere a problemas físicos, puede que sean afecciones pre-existentes como un estado de salud débil, infecciones o daños que se derivan de los comportamientos de consumo o el estilo de vida de la persona. Cuando estos desórdenes afectan el cuidado personal, los pacientes pueden comenzar a sufrir tensión muscular, dolores, problemas odontológicos, enfermedades recurrentes, y por consiguiente volcarse a conductas adictivas o sustancias como drogas legales, ilegales o alcohol.
Las personas que sufren desórdenes psicológicos, de comportamiento o de personalidad son muy vulnerables a las adicciones Se trata normalmente de factores previos a la conducta adictiva, y en muchos casos precursores de esta. También es importante prestar atención a las personas que presentan desórdenes alimentarios. Un buen tratamiento psicológico debe abordar todas estas aristas para encontrar el tratamiento adecuado según cada paciente y sus exigencias.
¿Qué son las adicciones cruzadas y la patología dual?
En el mundo de la psicología y el tratamiento de adicciones suele hablarse de las adicciones cruzadas. Este término hace alusión al entrecruzamiento que puede surgir entre adicciones, por ejemplo una adicción de comportamiento como la obsesión con la comida o la anorexia, que luego deriva en una adicción al consumo de drogas para reducir el peso, o el uso de cocaína para reducir el apetito.Cuando se sustituye una dependencia por otra, sea entre drogas o comportamientos que generan niveles de intensidad similares, se habla de adicciones cruzadas. A su vez, la conducta adictiva como patología mental puede coexistir junto con otras patologías o trastornos psiquiátricos, por eso el trabajo conjunto de psicólogos y psiquiatras es fundamental para lograr superar las patologías duales o las adicciones entrecruzadas que aquejan a un paciente.
Legal o ilegal, la adicción a sustancias es similar
No importa si el paciente es adicto a una sustancia legal como el alcohol, los efectos nocivos en su cuerpo y su entorno pueden ser igual o más destructivos que si la adicción es a una droga o sustancia ilegal. Por ejemplo, el caso del alcoholismo está en boga porque cada vez son más los jóvenes que tienen problemas para lidiar con el alcohol. Se trata de una enfermedad crónica, progresiva y en muchos casos, mortal.Los alcohólicos consumen de forma incontrolada bebidas alcohólicas que terminan interfiriendo con su salud física, mental y social. Además, es muy habitual que presenten problemas laborales y de interrelación. En este caso hablamos de una sustancia adictiva legal, ya que cumpliendo determinados parámetros es posible comprar alcohol con mucha facilidad.
Con otras sustancias adictivas es más difícil, como es el caso de la heroína o la cocaína. Sin embargo, el narcotráfico hace que muchos criminales se arriesguen a vender estas drogas ilegales por el rédito económico que les supone.