¿Estás cansado de médicos y terapeutas que no te comprenden ni ofrecen soluciones adecuadas? No estás sólo. Millones de personas han perdido la esperanza de encontrar profesionales con verdadera vocación. Pero estoy aquí para darte esperanza y decirte que la marea está cambiando.
Para evitar los malos médicos y terapeutas sólo debes tener claro lo que buscas y aprender a hacer las preguntas correctas. Sígueme.
Que te quede claro de una vez por todas: tú eres tu mejor abogado y sabes lo que te conviene mejor que nadie. Se acabaron los días de decir “sí, doctor…” a todo y sin entender de qué va la película. Tu cuerpo es el activo más preciado que tienes y debes protegerlo y cuidarlo con celo e inteligencia. ¿Por qué? Porque hay demasiados médicos y terapeutas hoy día cuya profesión no es su vocación real, que no escuchan y que no están dispuestos a aprender.
Por otro lado, si tu problema de salud es una emergencia, entonces no hay mucho que pensar. Ponte en manos de los profesionales más cercanos que tengas y confía en su experiencia. Pienso que la medicina convencional es la mejor en estos casos, ya que, aunque sus métodos son más invasivos, también son más potentes y los efectos secundarios pasan a un segundo plano en estos casos. Nadie quiere un acupuntor en medio de un campo de batalla. Cada tipo de medicina tiene su momento y lugar.
Una vez que la emergencia ha sido estabilizada, grábate esto a fuego: lo primero es no hacer daño. Es decir, tómate tu tiempo para investigar, pensar y decidir sobre una operación o cualquier otro tipo de tratamiento, sobre todo si es invasivo.
Fundamentos básicos para encontrar un buen médico o terapeuta
1. Lo barato sale caro
Tu salud es el último lugar donde deberías intentar ahorrar o conseguir gangas. La calidad se paga y
en esto también. Si quieres un Ferrari invierte en él. Los servicios médicos gratuitos convencionales están bien para urgencias, pero nada más. Normalmente tienen demasiada gente a la que atender, no dependen de resultados (siempre van a tener “clientes”) y no saben cómo mejorar la salud de la gente porque su trabajo es gestionar patologías. ¿No me crees? Vete al médico y le dices que estás perfectamente, sin ningún dolor de ningún tipo, pero que te gustaría optimizar tu salud…A ver qué cara te pone.
Por desgracia, en este tipo de centros no tienen tiempo para escucharte con detalle y poder investigar realmente tu problema. Además, suelen tratar los problemas de salud casi exclusivamente con fármacos y cirugía (para ellos no es el último recurso, sino el primero), y consideran cualquier forma de curación alternativa “medicina del señor de los anillos.” Lo dicho, lo barato sale caro.
2. La integral es mejor
Supongo que cuando vas a echarte novio/a miras todos los aspectos de la persona … Pues en la salud es lo mismo. Cuantos más factores se tengan en cuenta, es decir, más holístico e integral sea el enfoque, mejor. Los especialistas saben mucho en su campo pero no tienen en cuenta muchos aspectos más allá de su conocimiento. Por ejemplo, un oftalmólogo “corrige” todos los problemas oculares prescribiendo gafas sin tener en cuenta que la dieta y las malas posturas también afectan a la visión. El cuerpo es un entramado de muchos sistemas interconectados. Por este motivo, hay doctores y terapeutas que trabajan en equipo.
Pero cuidado, no todo lo natural o alternativo es necesariamente holístico. Igual que hay médicos que lo ven todo desde su perspectiva y lo quiere solucionar todo cambiando la dosis o el fármaco, hay también algunos quiroprácticos, herbalistas, masajistas, nutricionistas…etc., que lo quieren resolver todo (y exclusivamente) con sus herramientas. Eso tampoco es integral. Quédate con aquél que sabe de lo suyo, pero que, además, está abierto a otros ángulos y enfoques.
3. Funcional
Éste es el futuro de la medicina. Igual que el ejercicio funcional tiene en cuenta el diseño humano e intenta adaptarse a él, los médicos y terapeutas funcionales buscan mejorar y apoyar las funciones del cuerpo de la forma más natural y menos intrusiva posible. Por eso, encontrar a alguien con un enfoque holístico y funcional es lo ideal. Como referencia te doy a mi médico favorito, el doctor Mark Hyman. Su enfoque para tratar las enfermedades neolíticas es:
Optimizar la nutrición
Equilibrar las hormonas
Reducir la inflamación
Mejorar la digestión
Aumentar la detoxificación
Proteger el metabolismo
Calmar la mente
¿Qué te parece? Fantástico, ¿verdad?
Bien, imagínate que investigando en internet o por una recomendación has encontrado a alguien que más o menos cumple con estas características iniciales. ¡Perfecto! Ahora empieza el “examen” de la primera cita. Puesto que tú eres el cliente y vas a pagar a esta persona, debes sacar la lupa y observar si realmente estás en el lugar adecuado y merece la pena tu inversión.
Cómo evitar los malos médicos y terapeutas: 5 señales de alerta
Aquí tienes algunas señales de alerta que no deberías dejar pasar a ningún médico o terapeuta. Si se da el caso, no te lo pienses, tarjeta roja y expulsión:
No te deja explicar tu historia completa con tranquilidad (esto me pone de los nervios cuando me pasa).
No te da una hipótesis razonable sobre tu problema. Esto es porque o bien no lo entiende él mismo, o porque tiene prisa y prefiere hablar directamente del tratamiento. Si quieres mejorar tu salud, debes entenderla primero (esto es empoderamiento).
No está abierto a alternativas y cree que lo sabe todo. El campo de la salud está avanzando constantemente. Por ello, lo mejor es encontrar un “maestro”:
Es irrespetuoso o condescendiente cuando le preguntas o le hablas de tratamientos complementarios.
Su propia salud es un desastre y tiene mal aspecto. Sal de allí corriendo…y no vuelvas.
Por cierto, ¿es bueno combinar?
Existen rumores urbanos de que no es bueno combinar. En lo referente a la salud, puedes combinar los tratamientos que quieras SI son naturales y no tienen efectos secundarios. Lo digo porque puedes ver a varios profesionales (que hayan pasado tu “examen”) al mismo tiempo para que te ayuden desde distinto ángulo. Por ejemplo, puedes trabajar con un nutricionista y tener acupuntura. ¡No tengas miedo de combinar!
Preguntas básicas: la mejor defensa es un buen ataque
Quiero además darte una lista básica de preguntas que puedes hacer después del clásico “¿qué me pasa doctor?”. La idea es sacarle el mayor partido a tu visita y evitar sustos posteriores. Te recomiendo que las lleves apuntadas para no olvidarlas (en serio) y así utilizarlas cuando sea apropiado.
– ¿Me lo puede explicar de forma sencilla para entenderlo mejor?
– Este tratamiento, ¿está tratando la causa o gestionando los síntomas?
– ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de este tratamiento?
– ¿Hay un enfoque alternativo o complementario con menos riesgo?
– ¿Qué puedo hacer en casa para mejorar yo solo?
– ¿Es mi problema realmente urgente? Me gustaría pedir segundas y terceras opiniones.
Mi experiencia
Cuando recientemente tuve un accidente, seguí las mismas pautas que he compartido contigo para encontrar a alguien que me pudiese ayudar a recuperarme rápidamente en combinación con mi fisioterapeuta (¡no tengas miedo a combinar!). La primera persona que visité fue un quiropráctico que además hacía acupuntura (sonaba bien). Me dejó explicar mi problema pero no con mucho detalle (enseguida pasó a la acción; tarjeta amarilla…).
Me puso unas agujas en las manos durante 15 minutos para ayudarme a “solidificar” mi vértebra T1 que tenía dañada. La verdad es que me ayudó a relajar el cuello sin tocarlo (curioso). Cuando le pregunté sobre mis problemas de taquicardia me dijo que mi dieta era muy “fría” (demasiadas ensaladas) y que necesitaba comer más comida cocinada ya que el estómago afecta al corazón. Aquella explicación no tenía sentido. Mis problemas de corazón empezaron justo después del accidente y ya llevaba mucho tiempo con una dieta parecida. Supe entonces que no era lo que estaba buscando…Le di las gracias y me fui.
Después de mucho buscar, encontré a Yadi, un experto en medicina china y alternativa. No te voy a dar todos los detalles, pero él fue el único capaz de darme una explicación coherente sobre lo que podría estar causando mis problemas cardíacos y quien me ayudó, de una vez por todas, a eliminar el problema (¡en una sesión!). Y lo hizo con la técnica que ves en la foto (es mi espalda).
Mis músculos estaban muy debilitados de no moverme, había toxinas atrapadas en la fascia y la circulación no era buena con lo cual había nervios afectados. El tratamiento fue totalmente heterodoxo (como puedes ver en la foto), pero yo había preguntado previamente sobre los posibles riesgos y sabía que no podría hacerme mal. Mi único riesgo era perder algo de dinero…pero funcionó.
Por supuesto que he vuelto a ver a Yadi. Él no sólo me ha ayudado muchísimo en mi recuperación, sino que me ha enseñado aspectos de la medicina china y alternativa que no conocía. La salud es su pasión y le gusta enseñar y compartir (como todo buen terapeuta).
Conclusión
No existen atajos. Todo lo que un buen médico o terapeuta puede hacer es trabajar a tu lado, en equipo, para construir salud. El responsable último eres tú, por eso debes aprender a pensar por ti mismo, buscar a gente con el enfoque adecuado y no tener prisa, sino paciencia, porque las respuestas están ahí fuera.
Si sigues las pautas que te he dado en este artículo vas a encontrar antes o después a un buen médico o terapeuta. Quizás te encuentres con algunos que no merezcan la pena, pero ya sabes que de todo se aprende, sácales tarjeta roja y sigue tu camino.
¿Has tenido suerte hasta la fecha encontrando buenos médicos y terapeutas?
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