Cuando terminas la carrera, tienes mucha información y ni idea de como usarla. Ninguna habilidad comunicativa, ninguna formación sobre el manejo de las emociones del paciente y menos aún de las tuyas. Eso es un déficit formativo que se puede pagar muy caro. El colectivo sanitario va a la cabeza de sufrir depresiones, adicciones, ansiedad, etc. El consumo de ansiolíticos entre los médicos es alarmantemente frecuente y no me sorprende.
Cuando dedicas tu vida a los pacientes , te expones cada día a un sinfin de emociones que no sabes manejar, dificultades para comprender a los pacientes y a ti mismo y eso se paga. Algunos médicos, como protección ante todo eso se refugian en la "distancia terapéutica" que los aleja del paciente y se vuelven fríos científicos, otros se entregan a su trabajo hasta quemarse, otros se amparan en las enfermedades para no enfrentarse a los pacientes. Y es comprensible, no tenemos las herramientas para hacerlo mejor.
Bién, continuando con mi historia, mi primer contacto con la PNL me hizo consciente de mis emociones en relación con mi trabajo y conmigo mismo, y eso fué un descubrimiento transformador. Hasta el momento creía estar perfectamente, pero me di cuenta que estaba pagando un desgaste personal importante para hacer bién mi trabajo. A partir de ese curso introductorio quise aprender más y más y fui descubriendo como la PNL enriquecía mi día a día, mi trabajo, mi vida.
Una parte de la PNL nos enseña a comunicarnos con maestría, y puede que eso sea tan necesario o más para un médico como la propia carrera. Saber expresar al paciente exactamente lo que queremos es relativamente fácil, pero que el paciente entienda exactamente lo que queremos, ya es otra historia. Las habilidades comunicativas nos permiten adaptar nuestro lenguaje a cada uno de nuestros pacientes, saber comprobar que el mensaje llega y es comprendido, marca la diferencia. Recuerda que lo importante no es lo decimos, sino lo que el otro entiende. Muchas veces los médicos damos la información correctamente, pero el paciente no ha comprendido lo que queremos transmitir, y luego nos quejamos de que no nos hacen caso. Es como hablar idiomas distintos. La PNL te enseña a suspender tu modelo del mundo y abrirte al del paciente para poder entender y hablar su lengua. Esto da un cambio culitativo a la comunicación. Cuando exploramos las creencias del paciente sobre si mismo, sobre su enfermedad, sobre los tratamientos, etc, empezamos a comprender su mundo y como encaja nuestro modo de ver las cosas en él. Si exploro el mundo de la otra persona sin juzgar, puedo entender su lógica, que no tiene porqué parecerse a la mía y motivarlo para el cambio positivo para su salud desde su modelo.
Recuerdo un paciente mayor que decía querer dejar de fumar pero siempre fracasaba. Al entrar en su modelo de mundo, descubrí que fumar era lo único que hacía en contra de la opinión de su dominante esposa. De poco sirve aplicar el protocolo de consejo antitabaco sin comprender eso. Cuando le ayudé a encontrar otra manera mejor de reivindicar su libertad ante su esposa, dejó de fumar sin mayor dificultad. Saber explorar esas sutilezas tan importantes, hace mi trabajo mucho más eficaz y gratificante. No sólo comprendemos mejor al paciente sino que le ayudamos a que se comprenda a sí mismo.
La PNL anima a ser muy curioso, a descubrir cómo funcionamos las personas, sin compararlas. Preguntarse ¿como hace ese diabético para no cuidar su dieta? tiene una manera de funcionar que le lleva a no cuidarse, descubramos cuál es y podremos invitarle al cambio. No hay confrontación, solo curiosidad para descubrir como ayudarle. El psiquiatra Milton Erickson , ante un caso nuevo , cuando le preguntaban si podía ayudarle respondia: "No lo sé, pero siento una gran curiosidad sobre ello". Su postura era siempre positiva, enfocada a explorar, no si podria ayudar, que lo daba por supuesto, sino a descubrir cómo hacerlo. Os podéis imaginar como cambia esa actitud en tu consulta. Cada paciente es un campo interesante para explorar y no un adversario a doblegar.
Otra gran herramienta de la PNL es darse cuenta de nuestras emociones, y aceptar que son nuestras, no es el paciente quién las genera, las generamos nosotros al interaccionar con él. Eso te devuelve el poder, y la responsabilidad, en tí mismo. Esta persona no "me pone nervioso", soy yo quién se pone nervioso, por lo tanto está en mi mano conocer cómo hago para sentirme así y adquirir las herramientas para cambiar eso. Curiosamente, cuando tú cambias, en lugar de intentar cambiar al otro, el otro también cambia, ¿curioso eh?
Cuida de ti mismo para cuidar de otros.
Hasta ahora no he hablado de la PNL como terapia, sino como cambio en la manera de funcionar propia que hace que cada una de tus acciones sea más eficaz y satisfactoria para ti y para los demás. Es decir, no "aplicamos" la PNL, la incorporamos a nuestra manera de ser. Hay quién simplifica la PNL diciendo que son técnicas de cambio, pero eso es sólo una pequeña parte de la PNL, lo más importante es que cambias tu manera de vivir, de relacionarte con los demás y contigo mismo, de comprender el mundo de los otros y el tuyo propio, y a partir de ahí es donde generas cambios potentes y efectivos.¿Eres capaz de comprender y aceptar que un paciente no siga tus indicaciones sin sentirte frustrado?
La PNL no se aprende en los libros , es una experiencia que hay que incorporar en uno mismo, hay que vivirla, experimentarla, sacar tus propias conclusiones. El resultado es que ganas en flexibilidad, eres más amable contigo mismo y como consecuencia , con los demás. Exige trabajo personal, desechar viejas creencias limitantes, ampliar horizontes, estar abierto, curioso, atento y conectado, cuestionarse tus "verdades", tener más opciones, más alternativas...es un proceso apasionante.
El el mundo sanitario, cada vez más tecnológico, más frío, más especializado, más "costo-eficaz", es imprescindible si queremos disfrutar de nuestro trabajo, gozar de un enfoque más flexible, cercano, abierto y amable desde el que trabajar y sobretodo vivir.
La PNL se basó desde sus principios en el modelaje de la excelencia, es decir en descubrir como hacen lo que hacen los que lo hacen mejor en cada campo.Dominar eso, te permite aprender continuamente de los demás. Preguntar a un paciente ¿como ha conseguido hacer este cambio fácilmente? nos hace aprender de su experiencia, compartirla con otros , incorporar esa sabiduría en nosotros mismos. A cada persona que modelamos, enriquecemos nuestro modelo, ganamos flexibilidad estrategias, alternativas.
La PNL es , por tanto , una vía de conciencia, conocer nuestros procesos automáticos, ser conscientes de ellos. Como decía Jung, somos esclavos de los procesos internos de los que no somos conscientes. Aplicado a los demás, también les acompañamos a descubrir sus procesos "automáticos", como primer paso para generar cambios en ellos. Visto así , la PNL no es un método para aplicar a los demás, es para uno mismo, lo que ocurre es que funcionando así, nuestra interacción con los demás es muy distinta y genera cambios en nuestros pacientes, mejora nuestra comunicación y comprensión de los demás y aprendemos a cuidar de nosotros mismos como nunca antes hicimos.
Invito a todos los sanitarios a cuidar de sí mismos, física y mentalmente, para sentirse bien en su vida y en su trabajo y que esto genere mayor calidad en su comunicación, mejor conexión con sus pacientes y ganar flexibilidad y creatividad en su día a día. Aprender a conectar con el ser humano que tienes delante, desde el centramiento, sin juzgar, escuchando, viviendo el momento en presente, con consciencia plena, cambia por completo nuestra actitud y los resultados.
A mi me ha funcionado.
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