El presente, ese concepto que cuesta tanto entender.
Es algo a lo que dedico gran parte del contenido de los talleres, seminarios o charlas que imparto.
Intentar hacer asimilable el concepto de presente, como algo eterno y continuo. Y no es fácil, dado que nuestra mente usa como referencia de lo conocido todo lo anteriormente vivido, o sea, el pasado. Y para manejarse en la vida, utiliza todo eso aprendido en el pasado y con ello fabrica un futuro previsto. Ya sea deseado o temido.
Y en ese constante movimiento entre referencias de pasado y proyecciones de futuro discurre el instante presente, aunque la mayoría de las veces ni nos damos cuenta.
¿A dónde nos lleva esto?
Pues por un lado a no ser totalmente conscientes de lo que sucede en el momento presente y por otro, dado que da la impresión de que el presente es un mero “puente” hacia el lugar donde queremos estar en el futuro, a sentirnos impacientes por que todo suceda más deprisa.
Y ahí ya tenemos la aparición del estrés y la ansiedad. Si no entendemos que este momento presente tiene que discurrir a su velocidad natural, surge esa sensación de impaciencia propia de una vida acelerada.
Hemos olvidado, o ni siquiera somos conscientes de que hay un ritmo natural para todo en este mundo que habitamos. Una gestación dura un determinado tiempo, una semilla crece y da sus frutos después de un determinado tiempo (aunque esto el hombre lo modifica manipulando). El mar en que te bañas en verano tardó millones de años en llenarse…paciencia amigo, todo llega.
También nos pasa con las relaciones, especialmente las de pareja. Nuestra mente, movida tal vez por el deseo, ansía un resultado, busca un fruto, provoca una respuesta…pero de nuevo las cosas suceden a su tiempo, o a veces, simplemente, no suceden.
Eso también crea ansiedad; buscar un resultado, pero es más bello dejar que la flor florezca en su momento, no puede ser de otra forma…y una vez ha llegado disfrutar de su aroma en el presente, pues también lo queremos retener, llevarnos esa fragancia encima, recrearla en la mente, recordarla, pasar más tiempo o tener más cerca a esa persona…pero todo es mental, solo puedes vivirlo en presente, cuando sucede, disfrutandolo y aceptandolo tal como és.
¿No sería mejor instalarnos calmadamente en el presente y vivirlo como és?
Y de nuevo aparece esa vocecita que dice “hay mucho que hacer, no puedo parar”. Se lo oigo decir a mis alumnos, no se permiten algunos ni tan sólo diez minutos al día para hacer meditación. Y total ¿para qué? ¿donde piensas llegar? ¿Detenerte unos minutos es un obstáculo para los objetivos importantes de tu vida? ¿y luego qué?
Tal vez esa carrera no lleva a ningún lugar, tan solo ese lugar vuelve a convertirse en un puente para pasar al siguiente, a la siguiente tarea, a la siguiente llamada, a la siguiente angustia y preocupación del día.
Y así pasa la vida. Y en ese transcurso también piensas que cuando te jubiles, ya tendrás todo el tiempo disponible. Así que de nuevo te instalas en un futuro que supones, pero que en realidad ni existe, ni tienes la certeza de que exista alguna vez.
Además, aunque exista no será el que pensaste pues nunca es lo mismo una construcción mental, una película que te has hecho, que la realidad auténtica que sólo sucede en el presente. En ese mismo presente que curiosamente habitas ahora sin darte cuenta.
Ese presente que discurre constante en este momento, un momento que no puedes retener, aplazar o evitar, tan sólo puedes aceptar y fluir con él. Instalándote de forma despierta sobre él, sobre lo único que existe, ese ahora infinito en el que las cosas suceden nuevas e irrepetibles a cada instante.
Espero que te esté aclarando algo sobre el concepto de presente y que lo puedas entender. Asimilarlo correctamente es lo que tratamos con la práctica de Mindfulness, con la atención plena y con todo lo que usamos para entrenar y comprender todo esto, la meditación y otras técnicas en la vida diaria. De ellas trataremos en el próximo retiro de Mindfulness que haremos en Semana Santa, más info aquí.
Cuando comprendes te liberas.
Es la consecuencia de darse cuenta, desde una posición de observación, de desapego consciente de que si realmente vives en el presente, estás libre de toda la carga de tu pasado y de todo eso que llamas futuro que realmente no existe.
Evidentemente no hay que confundir con una postura nihilista en la que todo da igual. Se trata de ser capaz de usar lo que sabes del pasado y lo que quieres obtener en un futuro de una forma realista y proactiva, desde este momento, siendo consciente de que las cosas no tienen porqué suceder igual que en el pasado y que tampoco hay garantías de que den el resultado futuro que tu deseas.
Esto es en cuanto a planificación y organización de vida.
Por otro lado si lo que sucede es que o te anclaste en un suceso pasado, bien por bueno, o por malo, debes entender que ya no existe, y como tal hay que soltar todos esos pensamientos que crean algo inexistente. Y si lo que te angustia y preocupa es la inseguridad o incertidumbre del futuro, también está en tu mano la forma de responder a eso. No hay garantía de que eso suceda, y si finalmente sucede será en otro momento distinto al presente, y además estará, como todo, sujeto a la ley de impermanencia y finalmente cambiará y desaparecerá.
Es totalmente liberador soltar todos esos condicionamientos y vivir plenamente el momento presente. Se que al principio cuesta, que esta sociedad y nuestra propia mente nos proyecta fuera del ahora, pero es la forma que desde hace siglos algunos seres humanos observaron como única y real para vivir una vida plena y feliz, libre de un sufrimiento vinculado a la negación de las propias leyes que nos crearon.
Todo esto es lo que se trata de hacer comprender en este blog y en mis cursos, retiros y clases de Mindfulness. Si te has visto reflejado en alguna de esas actitudes, alégrate, todo eso se puede modificar y conducirte a una vida más libre y en paz. Espero que lo aquí expuesto te haya ayudado a entender lo que es el presente.
Respira, siente, ama, canta y VIVE!
Gracias por compartir y dejar tus comentarios, son siempre bien recibidos.
Luis Miguel Colado.
El artículo Cómo entender lo que es el presente lo puedes encontrar en Reducir Estrés.