El pensamiento tiene una gran influencia sobre el estado de ánimo. Algunos pensamientos pueden ser totalmente involuntarios, surgen con una intensidad muy importante en la mente de la persona de una forma automática. Pueden ser pensamientos negativos del tipo : “Todo me sale mal”, “no valgo lo suficiente”, “nunca seré feliz”. Este tipo de pensamiento consolida un guión de vida marcado por una filosofía del desánimo. ¿Cómo alejar de ti esos pensamientos que te bloquean?
Propuestas para ser dueño de tus pensamientos
1. En primer lugar, decide ser dueño de tus pensamientos. En algunos casos, es suficiente con marcar distancia respecto de esas ideas, es decir, actuar a pesar de esa voz interior que puede ser fuente de autoboicot si le hacemos caso al pie de la letra. Hay que hacer mucho esfuerzo interior para sobreponerse a esos pensamientos negativos que también producen pereza física y apatía, sin embargo, una vez realizado ese esfuerzo inicial, pierden fuerza este tipo de ideas.
2. Uno de los ejercicios más saludables para alejar los pensamientos pesimistas es establecer una rutina diaria en la que disfrutar de paseos por la ciudad. Salir de casa, observar a otra gente, mirar los escaparates de las tiendas y hacer recados son distracciones que ayudan a centrar la mente en lo inmediato.
3. Intenta profundizar en tus pensamientos: ¿Cuándo suelen surgir este tipo de ideas? Puedes tener un blog de notas para anotar este tipo de ideas y hacer un seguimiento de en qué momentos te sientes más vulnerable. Una vez que conoces en qué instantes pueden surgir estas ideas, te sientes más fuerte y preparado para afrontarlos. Además, intenta anotar por escrito qué mensajes negativos vienen a tu mente, escribe las frases específicas.
4. Las relaciones personales son muy importante y ayudan a mantener una higiene mental positiva. Cuando una persona se encierra en sí misma corre el riesgo de que la fuerza de esos pensamientos aumente más todavía. Por el contrario, a través de los espacios compartidos con familia, amigos y compañeros de trabajo estas distracciones también ayudan a poner la atención en otros asuntos cotidianos.
5. Intenta profundizar sobre cuáles son las causas de estas creencias irracionales con el objetivo de tener un mayor control emocional.
El cambios de hábitos supone esfuerzo
Para cambiar los pensamientos es muy importante tener paciencia puesto que aquellas ideas que están tan arrraigadas no desaparecen de una forma automática. Se trata de interiorizar nuevos hábitos con los que educar el pensamiento para crear nuevos canales de interpretación de la realidad, experimentando nuevos puntos de vida y mirando la realidad con una mirada distinta.
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