En una cultura que fomenta la delgadez extrema como distintivo de atractivo personal no es de extrañar que la bulimia nerviosa sea un trastorno que va más allá de unos pocos casos aislados.
Para el 2007 la Biological Psychiatry Journal ya publicaba que el 1.5% de las mujeres y 0.5% de los hombres habían padecido bulimia nerviosa en algún momento de sus vidas en Estados Unidos.
Actualmente se calcula que el 90% de las personas que la padecen son mujeres entre los 13 y 17 años.
El perfil promedio del paciente con bulimia nerviosa es una mujer, adolescente, con peso normal o sobrepeso y baja autoestima.
¿Qué es la Bulimia Nerviosa?
Es un trastorno alimentario caracterizado por una preocupación desmedida por controlar el peso, a pesar de ello quienes la padecen ingieren grandes cantidades de comida (atracones), lo que conlleva un intenso sentimiento de culpa, por lo que recurren a conductas compensatorias como: vomitar, usar laxantes, ayunar o realizar ejercicio físico extenuante.
Significado de Bulimia
Por su etimología, la palabra bulimia proviene del griego “boulimia”, conformada por los términos “bous” y “limos”, que significan buey y hambre respectivamente, es decir “hambre de buey”, y que se interpreta como hambre insaciable o excesiva.
Diferencia entre Bulimia y Bulimia Nerviosa
Antes que nada debemos aclarar que bulimia y bulimia nerviosa no son lo mismo.
La primera se identifica como bulimia de peso normal, debido a que el peso se mantiene dentro de un rango determinado y estable.
En cambio, en la bulimia nerviosa el rango de peso presenta cambios constantes u oscilaciones significativas.
Otra diferenciación importante se da con la anorexia, donde el peso se mantiene por debajo de lo que se considera saludable.
Características de la Bulimia Nerviosa
Atracones y conductas compensatorias son las características indelebles de la bulimia nerviosa que la hacen única y diferente a otros desórdenes alimenticios.
Ambas conductas deben producirse por lo menos 2 veces por semana durante 3 meses para considerar que una persona padece bulimia nerviosa.
Atracones de la Bulimia Nerviosa
Son episodios recurrentes de ingestión de alimentos, durante los cuales:
Se come más de lo cualquier persona comería en un periodo de tiempo breve (1 a 2 horas).
Se produce una sensación de pérdida de control (no poder parar de comer).
Se experimentan sentimientos intensos de culpa y remordimiento.
Se ingieren alimentos de forma oculta o privada.
Se pueden experimentar náuseas y/o dolores abdominales.
Tipos de Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa se clasifica de acuerdo a las conductas compensatorias para contrarrestar el aumento de peso o mitigar el sentimiento de culpa. Siguiendo este parámetro se definen dos tipos de bulimia nerviosa:
Bulimia Nerviosa Purgativa
Conductas compensatorias: inducción del vómito, uso de laxantes o diuréticos.
Es la más común, un 72% de quienes padecen bulimia nerviosa incurren en conductas purgativas.
A corto y largo plazo es la más peligrosa por sus consecuencias físicas y psicológicas.
Bulimia Nerviosa No purgativa
Conductas compensatorias: ayunos, dietas estrictas y ejercicio físico extenuante.
Es la menos común, solo de un 6% a 8% recurren a conductas no purgativas.
A corto plazo es la menos peligrosa, aunque a largo plazo puede ser tan letal como la primera.
Causas de la Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario complejo en el que convergen factores: genéticos, psicológicos, familiares y socio-culturales, sin embrago se ha comprobado que las causas de la bulimia nerviosa están estrechamente relacionadas con procesos psicológicos como:
Auto-imagen corporal distorsionada, influenciada por los “estándares de belleza” en películas, series de TV y revistas, donde se equipara la delgadez extrema con aspectos como la popularidad o la valía personal.
Antecedentes de maltrato, un historial de abuso, abandono, violencia física, sexual o psicológica, que provoca en quienes la padecen la creencia de ser poco especiales, útiles o atractivos(as).
Ambiente familiar perfeccionista, de normas rígidas, que consiente la crítica, castiga el fracaso o premia el logro de altas expectativas, sobre todo en lo relativo al rendimiento o aspecto físico.
Inadaptación a periodos de transición, cambios como la pubertad, rupturas sentimentales o divorcios, algunas personas incurren en conductas bulímicas como estrategia de afrontamiento al estrés.
Actividades que enfatizan la imagen corporal, el 62% de las personas que realizan alguna actividad como actuación, gimnasia olímpica, ballet o patinaje artístico padecen un desorden alimenticio.
Síntomas de la Bulimia Nerviosa
Se puede decir que quienes padecen bulimia nerviosa tienen como principal objetivo controlar su peso, sin embrago detrás de ello, hay un profundo deseo de aprobación externa y baja autoestima, lo que al final se ve reflejado en diversos síntomas:
Síntomas Emocionales
Negación del hambre
Sentimiento de Culpa (después de comer)
Irritabilidad, cambios de humor
Miedo irracional a engordar
Vergüenza de uno mismo
Hipersensibilidad a las críticas
Obsesión por el aspecto físico
Distorsión de la imagen corporal
Deseo compulsivo por adelgazar
Angustias nocturnas (Insomnio o dificultad para dormir)
Síntomas Conductuales
Vómito auto-provocado
Almacenamiento de comida
Ayunos, Dietas restrictivas
Uso de Laxantes y diuréticos
Acuden al baño inmediatamente después de comer
Se cambia de ropa continuamente
Ejercicio físico excesivo
Salidas frecuentes de casa
Evita comer en presencia de otros
Ocultamiento / Negación de la enfermedad
Síntomas Físicos
Episodios de hambre intensa
Debilidad, Mareos, Pulso bajo
Ritmo cardiaco irregular
Dolor de garganta (glándulas inflamadas)
Diarreas, Deshidratación
Palidez, Piel seca, Pelo quebradizo
Dolores abdominales
Constipación intestinal
Menstruación ausente o irregular
Nudillos Inflamados
Oscilaciones de peso significativas
Consecuencias de la Bulimia Nerviosa
La bulimia nerviosa es uno de los tratarnos alimenticios más comunes y peligrosos, afecta todas las áreas vitales de la persona, en su afán por controlar el peso o contrarrestar la culpa, los bulímicos pueden provocarse severos daños o incluso la muerte.
Consecuencias Psicológicas
Estrés
Síndrome de Fatiga Crónica
Ansiedad, Depresión
Problemas de Memoria
Falta de concentración
Codependencia emocional
Autodesprecio, Autolesión
Trastornos del sueño
Trastorno Dismórfico Corporal
Alcoholismo y Drogadicción
Ideación Suicida
Consecuencias Sociales
Aislamiento
Impulsividad, Agresividad
Bajo rendimiento escolar
Conflictos familiares
Deterioro de las relaciones personales
Problemas de pareja, separaciones, divorcios
Inhibición o promiscuidad sexual
Comportamiento imprudencial
Descuido del aspecto personal
Problemas laborales, ausentismo, despidos
Consecuencias Físicas
Anemia, Desnutrición
Sistema Inmunitario débil
Migraña crónica, cefaleas, desmayos
Deficiencia visual
Gingivitis, caries, sensibilidad dental
Traqueítis, Lesión esofágica, Úlceras gástricas
Trastornos Gastrointestinales
Trastornos Endócrinos
Infertilidad
Falla del Sistema Renal
Muerte por deficiencia generalizada
Tratamiento de la Bulimia Nerviosa
Para lograr una recuperación eficaz el tratamiento de la bulimia nerviosa requiere del trabajo conjunto de médicos y psicólogos. Entre las formas de tratamiento usuales se encuentran la psicoterapia, los fármacos y la internación para los casos más graves.
Tratamiento Psicológico
Los pacientes bulímicos requieren ayuda psicológica constante y medidas de contención personalizadas, por lo que se recomiendan modalidades que permitan establecer objetivos concretos:
Terapia cognitivo-conductual, es la modalidad más utilizada actualmente.
Terapia Breve, generalmente entre 16 y 20 sesiones.
Terapia familiar, ha demostrado ser fundamental en la recuperación de la mayoría de casos.
Terapia de grupo, seguimientos grupales para la prevención de recaídas.
Tratamiento Farmacológico
Los fármacos se recomiendan sólo cuando la bulimia nerviosa va acompañada de ansiedad, depresión u otros factores que afecten el control de los impulsos.
Fármacos antidepresivos: en pacientes que han presentado episodios depresivos, imipramina, trazodona, fluoxetina, peroxetina, citalopram, etc.
Antagonistas opiáceos: como la naltrexona, para casos donde se presenta la adicción a sustancias como la heroína o el alcohol.
Otros fármacos: como la gabapentina, fenfluramina, litio y acamprosato han demostrado ser útiles en alunas peronas.
También se recomienda no usar fármacos hasta que el paciente estabilice su peso, o logre normalizar sus hábitos alimenticios.
REFERENCIAS
James I. Hudson. (2007). The Prevalence and Correlates of Eating Disorders in the National Comorbidity Survey Replication. 2018, Biological Psychiatry Journal.
Silva y Ortiz, María Teresa Alicia. (2016). Apuntes de alimentación. Vol 6, Bulimia (BN). 2018, Universidad Nacional Autónoma de México.
National Eating Disorders Association. (2018). Information Eating Disorder: Bulimia Nervosa.
Asociación contra la Anorexia y la Bulimia (2016). ¿Qué son los Trastornos de la conducta Alimentaria?
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Consulta la publicación original: "Bulimia Nerviosa: el remordimiento de un apetito insaciable" de Ayuda Psicológica en Línea.