Se les llama venenos porque apenas tienen valor nutricional – el refinado se ha llevado por delante los elementos nutritivos – y pueden ser bastante perjudiciales para nuestra salud.
Vamos a ver hoy el caso del azúcar y cómo se han manipulado sus beneficios y silenciado sus perjuicios.
Acaba de aparecer un artículo en la revista JAMA, revista de la Asociación Médica Estadounidense, que publica unos documentos internos de la industria alimentaria de los años sesenta que revelan que,
la Sugar Research Foundation (SRF, actual Sugar Association) pagó a tres nutricionistas de Harvard alrededor de 50.000 dólares de hoy para publicar una investigación que dejase en buen lugar al azúcar y señalase a las grasas saturadas como la principal causa de las enfermedades cardíacas
Y las consecuencias de esta manipulación las estamos pagando hoy, ya que ha influido en las recomendaciones nutricionales durante décadas, como que las grasas son malas para la salud, con todo lo que esto ha implicado para el gran negocio de los alimentos bajos en grasa, que están llenos de azúcares; la guerra contra el colesterol y el gran negocio de las estatinas con sus numerosos efectos secundarios, y el altísimo consumo de azúcar bien directamente o camuflado en otros productos.
¿Recuerdan hace unos años unos anuncios en televisión que decían que el azucar era bueno para el cerebro?
Pues bien, desde los años sesenta ya se sabía de los efectos negativos del azúcar, en concreto para la salud cardiaca, y luego ya se ha ido demostrando que éstos van mucho más allá, por ejemplo acidifica y desmineraliza el organismo; y que las grasas y el temido colesterol son fundamentales para un buen funcionamiento del cerebro.
John Yudkin fue uno de los primeros en demostrar los efectos negativos del azúcar en la salud cardíaca.
Es muy interesante el artículo “El escándalo del azúcar: la industria pagó a Harvard para ocultar sus efectos negativos” donde se cuenta la historia de esta manipulación por la industria azucarera y la importancia que para ellos tenía el alejar el azúcar como uno de los culpables de las enfermedades cardiacas.
Para entender mejor la importancia del estudio, publicado en 1967 y llamado ‘Dietary Fats, carbohydrates and atherosclerotic vascular disease’, hay que remontarse a los años cincuenta, cuando las muertes por enfermedades del corazón se dispararon en EEUU.
Los preocupantes datos alentaron una larga serie de investigaciones sobre el problema alimenticio que se agazapaba bajo esos decesos, pero la industria del azúcar ya había hecho sus cálculos.
Como explica el artículo de ‘JAMA’, el presidente de la SRF, Harry Hass, animó en un discurso de 1954 a que los americanos de mediana edad adoptasen dietas bajas en grasas pero altas en azúcares.
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Julio de 1965 fue un mes decisivo para la industria del azúcar. Fue entonces cuando se publicó en el ‘New York Herald Tribune’ un artículo que aseguraba que los últimos hallazgos amenazaban con atar de pies y manos a la industria entera, ya que por primera vez se tenían datos de que el azúcar aumentaba el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. La respuesta fue casi inmediata con el nombre de Proyecto 226, y consistiría en una revisión de estudios encargada a dos nutricionistas (Mark Hegsted y Robert McGandy) y supervisada por Fred Stare, director del departamento de nutrición de Harvard.
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Finalmente, la investigación fue publicada en 1967, sin ninguna referencia a la participación de la SRF en ella. Según el artículo, no había ninguna duda de que la única intervención necesaria en la dieta para prevenir las enfermedades cardiovasculares era reducir el colesterol y sustituir las grasas poliinsaturadas por las saturadas. Como se esperaba, el texto relativizaba la importancia de las investigaciones de Yudkin, asegurando que contenían datos cuestionables o interpretaciones incorrectas. Además, aseguraba que la sustitución de la grasa por la sucrosa provocaba una gran mejora en los niveles de triglicéridos.
La revista Salud AlterNatura de este mes de septiembre publica un artículo de Magali Walkowicz sobre el azúcar, “Cuidado con el azúcar… incluido el que no lo parece”, donde se alerta de que el principal enemigo es el azúcar que ni siquiera tiene un sabor dulce, como sería el caso del pan blanco, las patatas, el arroz blanco. Esta falta de sabor dulce se debe a que sus largas moléculas – almidones – no son reconocidas por las papilas gustativas, sin embargo cuando estas moléculas se separan durante la digestión, pasan rápidamente a la sangre.
“¡Mucho más rápido incluso que el azúcar en terrones!”, señala el profesor David Ludwig, investigador especialista en sobrepeso y obesidad de la Universidad de Harvard, y tiene unas terribles consecuencias para la salud, por ejemplo:
Obesidad y desarrollo de diabetes
Disminución de las capacidad intelectuales al afectar al sistema nervioso, manifestándose como fragilidad emocional, fatiga, irritabilidad, problemas de concentración y menor capacidad de memoria
Cáncer, ya que las células cancerosas se alimentan de azúcar
Aceleración del envejecimiento: las arterias y células pierden elasticidad, se deterioran y envejecen, favoreciendo la artrosis, los infartos y la degeneración cerebral.
Deberíamos consumir alimentos con un índice glucémico bajo, el azúcar no pasa tan rápidamente a la sangre, como son las frutas, los boniatos, el pan y harina integrales, las lentejas, los garbanzos, etc. En realidad serían alimentos naturales y poco transformados.
Así indica el artículo los efectos sobre el índice glucémico (IG) de los siguientes procesos de preparación de alimentos:
Los productos refinados tienen un IG mayor que los integrales
El triturado eleva el IG, por ejemplo, un zumo con respecto a la pieza de fruta
La cocción lo aumenta, por ejemplo, la pasta al dente tiene un IG menor que la pasta bien cocida
La refrigeración lo disminuye, por ejemplo, la patata fría tiene un IG menor que la consumida en caliente
Por lo tanto cuando se dice que el azúcar es imprescindible para el ser humano porque nos aporta energía, en realidad lo que imprescindible son los hidratos de carbono, no el azucar blanco refinado, que sólo aporta “calorias vacías”.
Y el artículo “19 Formas que tiene el Azúcar de destruir tu salud” presenta un listado más extenso de las “bondades” del azúcar:
1. El azúcar interfiere con la absorción de minerales en tu cuerpo, ocasiona deficiencias de cromo, cobre, calcio y magnesio.
2. El azúcar ocasiona una subida rápida de adrenalina, hiperactividad y dificultad de concentración en los niños.
3. El azúcar ocasiona una fuerte baja en tu sistema de defensa, y quedas propenso a contraer infecciones hasta 8 horas después de consumir una gran cantidad de azúcar.
4. El azúcar puede producir un aumento sustancial en el colesterol total, en los trigliceridos y el colesterol malo, y disminuir los niveles de colesterol bueno.
5. El azúcar alimenta a las células cancerosas, y ha sido ligado al desarrollo de cáncer de seno, ovarios, rectal, prostatico, pancreático y estomacal, entre otros.
6. El azúcar puede afectar la visión.
7. El azúcar ocasiona envejecimiento prematuro. El factor mas importante en el aceleramiento del envejecimiento es la insulina, y el azúcar la dispara.
8. El azúcar puede conducir al alcoholismo.
9. El azúcar ocasiona que tu saliva se vuelva ácida, lo que produce caries y enfermedades de las encías.
10. El azúcar puede ocasionar apendicitis.
11. El azúcar disminuye tus niveles de vitamina E.
12. El azúcar interfiere con la absorción de la proteína.
13. El azúcar puede ocasionar hemorroides.
14. El azúcar contribuye a la osteoporosis.
15. El azúcar ocasiona un aumento en el riesgo de desarrollar Alzheimer, según estudios que muestran que los adultos de mas de 60 años que tienen altos niveles de ácido úrico tiene de 400 a 500% mas probabilidades de adquirir demencia vascular.
16. El azúcar, pues, eleva el ácido úrico, lo cual disminuye el oxido nítrico, lo cual eleva la tensión arterial y por lo tanto daña a tus riñones.
17. En los centros de rehabilitación social, si a los jóvenes se les pone a dieta de azúcar, se observa una disminución de 44% en su comportamiento antisocial.
18. El azúcar incrementa el riesgo de contraer polio.
19. El azúcar te da mas hambre, y el cerebro tarda más en enviar la señal de saciedad. Como resultado, las personas que consumen azúcar comen en promedio 55% mas de lo que realmente necesitan.
Pero si el azucar blanco refinado es un veneno, el ingrediente estrella de los edulcorantes artificiales, el aspartamo, lo es aún más.
Ver un artículo anterior:
“La Alimentación actual: ¿Fuente de Vida o de Enfermedad?”
Y otros artículos relevantes donde se pone de manifiesto la manipulación a la que hemos estado expuestos durante décadas, y que ha afectado a nuestros hábitos alimentarios, en definitiva a nuestra salud:
“¿Qué nos engorda y enferma”
“La Demonización del Colesterol”
“¿Quién decide nuestros hábitos alimentarios”
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