Los alimentos ricos en minerales y vitaminas son necesarios durante todo el año. Pero está claro que pueden suplir algunas de las deficiencias que tenemos en invierno. Así, estos alimentos pueden ser bastante variados y es necesario que contengan, sobre todo, vitaminas C y D, además de minerales como el zinc y el hierro, que se encuentra en las frutas pero también en muchos pescados, por lo que se recomienda la ingesta de este tipo de alimentos.
Aunque pueda sorprender un poco, en este estudio se pone de manifiesto que el yogur es fuente de vitaminas y aumenta las defensas naturales. Se recomienda comer un yogur al día. Los cereales también son altamente beneficiosos y pueden comerse en el desayuno, la merienda o la cena.
A muchas personas no les gusta la cebolla pero está demostrado que actúa sobre el sistema inmunitario y alivia la inflamación de garganta. Destaca también por sus propiedades mucolíticas que benefician y ayudan en la expulsión de los mocos en procesos gripales y catarrales.
Durante el invierno, y especialmente si estamos ante alguna enfermedad, como un constipado común, deberemos hidratarnos correctamente gracias a la ingesta de líquidos. Agua, fundamentalmente, acompañado de ciertas bebidas calientes como los caldos y las sopas, además de zumos naturales, como pueden ser el limón y la naranja, son buenos aliados para combatir los resfriados.
Los frutos secos también son apreciados al llegar una gran cantidad de vitaminas y minerales ricos para el organismo. Además nos protegen de muchas enfermedades, especialmente si nos referimos a las nueces o a las almendras. Se debe evitar aquellos frutos secos que tengan un alto contenido en sal.
Fuente: este post proviene de El blog del Mar, donde puedes consultar el contenido original.
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