Las exigencias cotidianas de la vida crean estrés, y aunque un poco de él es bueno, en exceso puede causar daños a la salud.
La mayoría de la gente asocia el estrés con la presión arterial alta, ataques al corazón o accidente cerebrovascular. Pero, ¿sabías que una de las principales molestias que causa el estrés causa es el dolor de espalda?
El dolor de espalda por estrés es muy común luego de periodos prolongados de tensiones. La molestia se puede presentar desde tu cuello hasta tu espalda media y en la zona lumbar.
El dolor de espalda por estrés además se acentúa si tienes que trabajar durante largo rato sentada frente a la computadora, al entrenar, al practicar el aseo de tu casa. ¡Es una verdadero problema!
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Dolor de espalda por estrés: Círculo vicioso
Aproximadamente, 8 de cada 10 personas sufre dolor de espalda en algún momento de su vida y la inmensa mayoría padece estrés de manera ocasional, periódica o constante.
El dolor de espalda puede ser una molestia más para la persona estresada, que se suma al cóctel de enfermedades que las tensiones nos causan.
El estrés provoca que los nervios se encuentren más rígidos. Cuando ellos están así, contraen los músculos y comprimen las vértebras.
Los discos intervertebrales, ya comprimidos, buscan acomodarse en una menor cantidad de espacio y terminan presionando la raíz nerviosa que sale de la columna vertebral.
Así, los nervios se vuelven a inflamar y se generan nuevas contracturas en cadena. El resultado ya lo conoces, y para nada es agradable.
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¡Gestiona el estrés y dile adiós al dolor de espalda!
Estos consejos pueden ayudarte a tener tus preocupaciones bajo control y así evitarás o mejorarás el dolor de espalda por estrés:
Visita a un especialista
Si el dolor de cuello o de espalda es muy fuerte e incapacitante, el médico puede sugerir desde reposo –para que mejore el cuadro- hasta sumar la terapia física o rehabilitación.
La terapia física combina tratamientos no invasivos para aliviar el dolor con ejercicio terapéutico, la corrección de la postura y mecánica corporal preventivas.
Pero no solo un especialista del dolor debe ayudarte, porque el mal hay que atacarlo de raíz y ya sabemos cuál es la causa de este.
De nada sirve colocarse compresas, tomar analgésicos y hacer fisioterapia si no hay una corrección del estrés que te está enfermando.
Considera la terapia con un asesor de estrés, un psicólogo o un grupo de apoyo. Habla sobre las causas de tu estrés y permite que estos profesionales te ofrezcan soluciones a tus conflictos.
Quizá, necesites algún cambio de estilo de vida, conductas o alguna medicación para controlar tu ansiedad y eso solo te lo podrá indicar un profesional.
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Estírate, muévete
Algunas posiciones de yoga y movimientos de relajación ayudan a reducir el estrés y hacen que tus músculos se estiren mejor, mitigando la sensación de dolor.
Opta por terapias en las que trabajes la respiración y el movimiento en conjunto, como el yoga. De esta forma, no solo estarás moviendo el cuerpo, también despejarás la mente.
Otro ejercicio ideal para reducir el dolor de espalda por estrés es la natación. Si es combinada con un baño de vapor, o puedes practicarla en aguas atemperadas, mucho mejor.
La natación combinada con una sauna o baño de vapor puede ayudar a aliviar el dolor inducido por el estrés.
Crucial: Si trabajas mucho tiempo frente a la computadora, debes adoptar medidas de higiene postural y tomar recesos frecuentes para estirarte, aflojar los músculos del cuello y espalda y mover los brazos. Esto evitará las contracturas
Aprovecha tus tiempos de descanso, como la hora de almuerzo, para dar un paseo corto y acelerar la circulación para reducir el estrés.
3. Aprende a relajarte
Descansa durante 5 minutos y pon los pies en alto.
Las compresas frías y calientes pueden ayudar a aliviar el dolor de cuello o espalda por estrés.
Alterna con compresas frías y calientes: Primero, use la compresa fría durante 10 minutos y coloque luego la tibia durante 5 minutos. Repita el procedimiento unas tres veces.
Puedes acudir también a un spa para recibir masajes especializados y terapias de aroma. Es importante que sean movimientos suaves, con aceites aromáticos que contengan eucalipto que pueden ayudar a aliviar el dolor muscular.
Prueba con la meditación o visualización para aliviar el estrés. Algunas prácticas de meditación se centran en la respiración y silenciarán esa mente ocupada que te causa dolor.
Las técnicas de visualización puedes enfocarla a reducir el dolor de espalda por estrés. Visualiza sanación y un baño de analgésicos en las zonas más afectadas.
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Controla las pequeñas cosas de la vida
Para solucionar un gran problema, es mejor fragmentarlo en unidades más pequeñas y trabajar en cada una de ellas.
En tiempos en los que requerimos ganar más dinero, ser más competitivas y estar mejor preparadas, es común que nos inscribamos en varios cursos y asumamos distintos retos laborales.
¡Conoce tus límites! Aprender a decir NO es usualmente, lo primero que necesitamos para descargar tensiones. Y así, irás drenando molestias y dolores, incluido el de espalda.
Come para vivir y no para sobrevivir
Tienes que hacer hora de tus horas de comida una actividad menos estresante. Nada de hacerlo apurada, junto a la computadora y en 15 minutos, además doblando el cuello para que el jefe no te pille.
Además, debes elegir alimentos nutritivos, comer despacio y saborear cada bocado.
Otro punto importante es ser plenamente consciente de lo mucho que estás comiendo y bebiendo y de qué alimentos estás privilegiando en tu dieta.
Te diremos, el café y las bebidas de cola negra hacen poco o nada para reducir el estrés. Más bien, si abusas de estas bebidas, tu sistema nervioso se alterará y tu estrés se dispara y con él, junto a todos sus síntomas molestos.
6. Duerme lo suficiente
Dormir es casi la cura genérica para todos los males. Y sí, porque es justamente en la noche cuando nuestros músculos se reparan de toda la fatiga y sobrecarga del día.
Una buena noche de sueño reparador o una siesta a mitad de tarde puede ayudar a mejorar en mucho tu dolor de espalda por estrés.
Puedes no ser capaz de controlar todos los factores estresantes de la vida, pero no permitas que las demandas cotidianas interfieran con tu salud.
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Incorpora el ejercicio, técnicas de relajación y alimentos saludables para dominar las tensiones y prevenir el dolor de espalda por estrés.
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