Los trastornos de ansiedad representan los más prevalentes a nivel mundial de todas las alteraciones psiquiátricas, siendo más frecuente en mujeres que en hombres. Mientras que la depresión es el motivo de consulta psicológica más común, ocupando el cuarto lugar como causa de la pérdida de la calidad de vida.
Ambos son trastornos que incrementan la morbilidad en relación con otras enfermedades y los pacientes con depresión tienen un riesgo 30 veces mayor de atentar contra su vida que la población en general. Depende del médico primero identificar el tipo de alteración del estado de ánimo que tiene el paciente para luego clasificarlo y decidir el tratamiento ideal según sea el caso.
¿Qué es Ansiedad y Depresión?
Ansiedad:
Los trastornos de la ansiedad son reacciones exageradas o poco adaptativas en determinadas situaciones. Aunque la ansiedad es una reacción emocional normal, cuando ocurre lo anteriormente expresado es que se considera patológico. Hay algunas diferencias claras entre la ansiedad normal y la patológica:
La ansiedad normal tiene una baja intensidad, mientras que la ansiedad patológica se asocia con episodios de mayor intensidad.
Mientras que una crisis de ansiedad patológica tiene una mayor duración, un episodio de ansiedad normal no.
En la ansiedad normal existen motivos, es decir, causas atribuibles a dicho estado pero en la ansiedad patológica no se puede concretar exactamente qué es lo que genera un ataque.
La ansiedad normal es fácilmente manejable por la persona afectada mientras que la ansiedad patológica es una reacción tan desproporcionada que interfiere con la vida de la persona.
Depresión:
Es un trastorno del estado de ánimo, el cual puede presentarse como parte normal de la vida o como un síndrome. Si se presenta de esta última forma, es cuando se considera una patología, ya que se asocian síntomas como minusvalía, desesperanza, deseos de morir y sentimientos de inadecuación.
Por lo que, un trastorno depresivo es un síndrome caracterizado por el decaimiento del estado de ánimo, que se acompaña de síntomas afectivos y cognoscitivos; los cuales ocasionan serias repercusiones sobre la calidad de vida de la persona afectada. Se debe diferenciar entre la tristeza y la depresión:
La tristeza común no es tan intensa, además de que no se acompaña de otros síntomas; en el caso de la depresión, no sólo se presenta decaimiento sino otra serie de síntomas.
Un episodio depresivo se extiende por más de dos semanas, mientras que la tristeza común es pasajera y no dura más de unos días.
Hay capacidad para hacer de lado la tristeza común, mientras que la depresión es incapacitante e interfiere con la vida.
La tristeza es desencadenada por un hecho concreto mientras que a la depresión no se le puede atribuir una causa específica.
¿Cuál es la diferencia entre Ansiedad y Depresión?
Aunque comúnmente ansiedad y depresión suelen asociarse como una sola entidad, ya se dejó en claro que ambos son trastornos diferentes y que a pesar de compartir ciertas similitudes, deben ser consideradas como trastornos separados e independientes. No existe sólo una, sino varias diferencias entre la ansiedad y la depresión, entre las cuales destacan:
1.- Factores Causales:
Aún no se conocen las causas específicas de la ansiedad ni de la depresión, sin embargo, existen varias hipótesis etiológicas.
A pesar de esto, se han logrado identificar como factores predisponentes para la depresión, la existencia de alteraciones psicológicas.
Mientras que la ansiedad puede venir desencadenada por un grupo más amplio de factores, como son: Drogas (cocaína, marihuana), alcohol, tumores, déficit de vitamina B12, entre otros.
2.- Interpretación por parte del organismo:
Tanto la ansiedad como la depresión son formas de respuesta frente a distintas situaciones:
Si se percibe una situación como amenazante, entonces el organismo se preparará para ello y se presentará ansiedad.
Por el contrario, si la situación se interpreta como una falta, entonces se activará el sistema de conservación, dando lugar a la depresión.
3.- Capacidad de sentir placer:
Es característico que en la depresión se presente pérdida de la capacidad para experimentar placer por actividades que antes lo proporcionaban.
En el caso de la ansiedad, aunque puede presentarse dicho síntoma, no es común.
4.- Sentimientos:
La ansiedad se presenta como una respuesta del organismo frente a algo que percibe amenazante. Por lo que el sentimiento que predomina en este trastorno es el miedo.
En el caso de depresión, el sentimiento predominante es la tristeza.
5.- Tiempo:
La ansiedad es un trastorno que se relaciona con el temor de las consecuencias que se pueden producir por la exposición a una situación que ocasione ansiedad.
Por el contrario, en la depresión, el paciente está enfocado en lo que ocurre en el presente y los sentimientos que experimenta actualmente, no hay cabida para el futuro en su vida.
6.- Cuadro clínico:
Tanto la ansiedad como la depresión ocasionan varios desajustes en el organismo, que pueden ser físicos y mentales. Sin embargo, los síntomas que predominan en cada caso son diferentes:
En la ansiedad, los síntomas más comunes son: Irritabilidad, frecuencia cardíaca rápida e irregular, respiración agitada, dolor abdominal, cefalea e insomnio.
Para saber más sobre la cefalea, te recomiendo leer: Dolor de cabeza y sus tipos.
La depresión se caracteriza por un gran sentimiento de culpa o por falta de autoestima, cuyos síntomas más frecuentes son: Sensación de cansancio, alteraciones del apetito, pérdida o ganancia de peso, falta de concentración y alteraciones del sueño.
Estas son las diferencias más importantes entre ansiedad y depresión; se deben tener en cuenta para no confundirlos.
Trastorno mixto Ansioso-Depresivo:
Pese a las diferencias existentes entre la ansiedad y depresión, existe un trastorno que se caracteriza por agrupar síntomas de ambas alteraciones, que se conoce como trastorno mixto ansioso-depresivo.
Algo característico de dicho trastorno, es que no predominan síntomas de ansiedad ni de depresión por lo que no se justifica su diagnóstico por separado.
Manifestaciones clínicas:
Tristeza y ansiedad recurrentes por al menos un mes. Estos se acompañan de al menos 4 de los siguientes síntomas:
Sentimientos de inutilidad.
Dificultades para la concentración.
Baja autoestima.
Alteraciones de la memoria.
Pesimismo ante el futuro.
Trastornos del sueño.
Desesperanza.
Fatiga o falta de energía.
Sensación de peligro inminente para él o sus allegados.
Irritabilidad.
Hipervigilancia.
Llanto fácil.
Preocupación.
En conjunto, estos síntomas producen deterioro importante de la vida social, laboral y familiar de la persona. Se debe tener en cuenta que si los síntomas son muy intensos, entonces debe predominar el diagnóstico de depresión, que se asocia con una mayor mortalidad.
¿Qué es la escala de Ansiedad y Depresión de Golberg?
Esta es un instrumento de cribaje que se utiliza para detectar ansiedad y depresión mediante el interrogatorio.
Mediante la entrevista se debe preguntar por la presentación de los síntomas que se establecen en la escala, los cuales no deben ser puntuados si han sido leves o durado menos de dos semanas.
Se subdivide en dos escalas, una para la depresión y otra para la ansiedad. Cada una de ellas tiene 4 ítems iniciales para detectar la existencia de un trastorno mental. Luego, hay un segundo grupo de 5 ítems que sólo se formulan si se obtuvieron respuestas positivas en los primeros 4.
Esta escala está diseñada para detectar casos probables de depresión y ansiedad y no para diagnosticarlas.
Tiene una sensibilidad del 83% y una especificidad del 82%. La subescala de depresión muestra una alta sensibilidad para detectar a los pacientes diagnosticados con trastornos depresivos (85,7%), mientras que la subescala de ansiedad tiene una sensibilidad más baja (72%).
Subescala de Ansiedad:
1.- ¿Se ha sentido muy nervioso, en tensión o excitado?
2.- ¿Ha tenido dificultades para relajarse?
3.- ¿Se ha sentido muy irritable?
4.- ¿Ha estado muy preocupado por algo?
Si hay dos o más respuestas positivas, se debe seguir preguntando:
5.- ¿Ha tenido alguna dificultad para conciliar el sueño?
6.- ¿Duerme mal o tiene dificultades para dormir?
7.- ¿Ha estado preocupado por su salud?
8.- Presencia de alguno de los siguientes síntomas: Diarrea, temblores, sudores, mareos, hormigueos.
9.- ¿Ha tenido cefalea o dolor de nuca?
Si hay 4 o más respuestas positivas, entonces es probable que exista ansiedad.
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Subescala de Depresión:
1.- ¿Se ha sentido sin esperanzas?
2.- ¿Ha perdido la confianza en usted mismo?
3.- ¿Se ha sentido con poca energía?
4.- ¿Ha perdido el interés por las cosas?
Si hay alguna respuesta afirmativa, entonces se debe seguir preguntando:
5.- ¿Se ha estado despertando demasiado temprano?
6.- ¿Cree usted que ha tenido tendencia a encontrarse peor por las mañanas?
7.- ¿Ha tenido dificultades para concentrarse?
8.- ¿Se ha sentido usted enlentecido?
9.- ¿Ha perdido peso?
Si hay dos o más respuestas afirmativas, entonces hay posibilidad de depresión.
Como ya se dijo, esta escala sólo es usada para detectar casos probables. Para poder establecer el diagnóstico es necesario aplicar otro tipo de escalas, principalmente las establecidas por el DSM-IV o el CIE 10. Con ellas no sólo se diagnostica que la persona tiene ansiedad o depresión, sino también se puede subclasificar el trastorno.
¿Por qué se producen la Ansiedad y la Depresión?
Hay diversas hipótesis etiológicas planteadas que pueden explicar por qué se producen ansiedad y depresión. A pesar de esto, cada trastorno tiene hipótesis diferentes y serán descritas a continuación:
Ansiedad:
1.- Factores psicológicos:
Teorías existenciales:
La ansiedad se produce como una respuesta al gran vacío de la existencia de una persona.
También puede deberse a la falta de sentido de la existencia.
No existe ningún estímulo específico identificable.
Teorías conductuales:
Estas se basan en el aprendizaje.
Expresando que la ansiedad es una respuesta condicionada frente a estímulos ambientales específicos.
Teorías psicoanalíticas:
Se plantea que la ansiedad proviene de un conflicto psíquico.
Dicho conflicto se da entre los deseos sexuales o agresivos inconscientes contra los mecanismos de defensa del YO.
Los mecanismos de defensa son para evitar que esos deseos inaceptables se vuelvan conscientes.
2.- Factores biológicos:
En la ansiedad y depresión, las ciencias biológicas han planteado distintas teorías para explicar por qué ocurren estos trastornos.
Sistema Nervioso Autónomo:
Cuando él es estimulado, se produce un aumento del tono simpático, que genera síntomas cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales y musculares. Hay una excesiva respuesta frente a estímulos con muy poca adaptación. Se asocia al efecto de los siguientes neurotransmisores:
Noradrenalina: Esta mal regulado, lo que lleva a explosiones de actividad.
Serotonina: Es muy probable que una disfunción de ella, se relacione con la etiología de la ansiedad. Sin embargo, los estudios no han permitido demostrar el papel específico de la serotonina.
Galanina: Su disminución se relaciona con ansiedad.
GABA: Se postula que hay una alteración en su funcionalidad.
Eje hipotálamo-hipofiso-suprarenal:
Cuando hay ansiedad, se genera un incremento de la producción de hormona liberadora de corticotropina.
Al ella aumentar, se incrementan los niveles circulantes de cortisol.
Dicha secreción excesiva y sostenida de la hormona acarrea efectos adversos graves, como: Enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial), resistencia a la insulina.
Depresión:
1.- Modelo Diátesis-Estrés:
Este fue propuesto por Nemeroff y Plotsky.
Los cuales establecen que el origen de la depresión es multifactorial porque influyen tanto factores hereditarios como ambientales.
Que en conjunto con un trauma sufrido o la pubertad, pueden generar un sistema nervioso central hiperactivo.
Este sistema nervioso hace a las personas vulnerables, por lo que frente a situaciones estresantes desencadenarán la enfermedad.
2.- Modelo Álvaro Lista Valera:
Este propone la interacción de tres factores esenciales para que se produzca la depresión:
Factores genéticos, en donde influye la herencia que confiere vulnerabilidad.
El estrés que se engloba dentro de factores psicológicos.
Factores ambientales como neurotoxinas, isquemia, hipoxia, hipoglicemia e infecciones.
Estos factores en combinación con el deterioro producto del envejecimiento, llevan a depresión. Esta es capaz de producir daños en dichas zonas, desencadenando daño neuronal.
3.- Factores biológicos:
Aminas biógenas: Esta es una teoría muy acertada que implica el desequilibrio de varios neurotransmisores. Especialmente de la serotonina que disminuye en casos de depresión.
Anormalidades del sueño: Se puede padecer de insominio o hipersomnio, lo que lleva a alteraciones del estado de ánimo. Sin embargo, aún no se ha logrado identificar si esto es un factor causal o un síntoma del trastorno.
Luz solar: Los cuadros depresivos empeoran en los meses de invierno y esto se debe a la disminución de la luz solar. Se reportan más casos de depresión en países con climas fríos e inviernos largos.
4.- Factores genéticos:
Hay cierta predisposición genética asociada a casos de depresión.
En hermanos gemelos, es común que si uno tiene un trastorno depresivo, el otro también lo tenga.
Hay un mayor riesgo de padecer depresión si se tiene un familiar de primer grado con dicho trastorno.
El riesgo también se incrementa si hay antecedentes familiares de depresión antes de los 40 años.
5.- Factores psicosociales:
Impotencia aprendida: Esta se relaciona con ansiedad y depresión. Se refiere a la falta de control que sienten algunas personas con respecto a su propia vida. Lo que genera que se sientan a merced de otras personas o situaciones.
Acontecimiento de la vida y trastornos del entorno: Esto se refiere al hecho de situaciones de alta carga emocional padecidas en la infancia. Lo que condiciona que en años posteriores se genere una depresión. Entre estos hechos, el más resaltante es la muerte de uno de los progenitores.
Factores psicoanalíticos: Estas son diversas teorías que explican que la depresión es producto de acarrear una baja autoestima por tiempo prolongado.
6.- Teoría Cognoscitiva:
Esta teoría plantea que la depresión es producto de una alteración del pensamiento que se basa en suposiciones o creencias inflexibles. Se caracteriza por los siguientes aspectos:
Consideraciones negativas de sí mismo, lo que lleva a un mal autoconcepto y a baja autoestima.
Anticipación a que los acontecimientos saldrán negativamente, estas son consideraciones negativas del futuro.
Consideraciones negativas del entorno que generan mal interpretación de situaciones externas.
Alteraciones:
Esta es una de las teorías más aceptadas para explicar la depresión, dentro de la cual se desarrollan una serie de errores del pensamiento:
Pensamiento el Todo/Nada: Valoración de cualidades personales en categorías absolutas, es decir, todo lo ven en blanco o negro. Esto implica que si algo no es perfecto, es un fracaso.
Etiquetación: Esto consiste en elaborar un autoconcepto en base a los defectos.
Generalización excesiva: Consiste en tomar un hecho negativo que ocurrió y pensar que siempre se repetirá.
Enunciaciones debería: Se refiere al hecho de que estas personas constantemente piensan en lo que deberían hacer.
Filtro mental: Fijarse exclusivamente en los aspectos negativos de una situación, dejando de lado la posible parte positiva.
Razonamiento emocional: Se interpretan los estados de ánimo como si fueran una verdad absoluta.
Descalificar lo positivo: Consiste en convertir una situación positiva en un evento negativo o neutro.
Magnificación y minimización: De forma desproporcionada se aumentan los fracasos y se disminuyen los éxitos.
Conclusiones apresuradas: Se llega a conclusiones negativas sin que hayan motivos para justificarlas.
Personalización: La persona se hace responsable tanto de sus actos como de los actos de los demás.
Síntomas de Ansiedad y Depresión:
Aunque algunas manifestaciones clínicas de la ansiedad y depresión son similares, es necesario describirlas por separado.
Síntomas de Ansiedad:
Entre los síntomas más frecuentes de la ansiedad destacan:
Midriasis: Dilatación de la pupila. Esta es una reacción fisiológica, la cual al darse, amplia el campo de visión, permitiendo observar todo con mayor detalle.
Diarrea.
Hipertensión arterial: Por activación del sistema nervioso autónomo y la taquicardia.
Epigastralgia: Dolor abdominal localizado en epigastrio, comúnmente conocido como boca del estomago.
Mareos: Sensación de que la cabeza se encuentra flotando o en otro lugar.
Hiperreflexia: Respuesta exagerada de los reflejos frente a estímulos. También es producto de la activación del sistema nervioso autónomo.
Taquicardia: Aumento de la frecuencia cardíaca.
Parestesias: Sensación de hormigueo en extremidades.
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Síntomas de Depresión:
Anhedonia: Pérdida de la capacidad para experimentar placer, también hay pérdida de interés en actividades.
Perturbación del apetito: Se puede presentar hiporexia (disminución) o anorexia (falta total). Comúnmente, estas alteraciones llevan a pérdida de peso.
Insomnio o hipersomnio: Dependiendo del tipo de trastorno depresivo, se pueden presentar esos síntomas. Es uno de los síntomas cardinales de la depresión.
Estado de ánimo: Hay una sensación de tristeza abrumadora.
Aislamiento social.
Pensamientos de culpa o vergüenza: Estos son los que llevan muchas veces a los pensamientos suicidas.
Disminución de la libido: Esto lleva a que el hombre presente disfunción eréctil; también pueden haber hiporgasmia o anorgasmia.
Alteraciones cognoscitivas: Hay afección de la memoria a corto plazo, mientras que la toma de decisiones se ve alterada.
Psicosis: Algunas veces se pueden presentar alucinaciones visuales o auditivas, ilusiones e ideaciones paranoides.
Ansiedad: En dos tercios de los pacientes con depresión, también manifiestan síntomas de ansiedad. Esto incrementa el riesgo de suicidio.
Hipersensibilidad al rechazo.
Comportamiento: La persona toma riesgos excesivos.
La despersonalización y desrealización se pueden presentar en casos severos.
Ansiedad y Depresión reacciones emocionales a la enfermedad:
La ansiedad y depresión son reacciones emocionales que pueden presentarse producto del diagnóstico de una enfermedad.
Se debe recordar que ambas son respuestas adaptativas exageradas.
En pacientes que tienen diagnóstico de cáncer, lumbago o hipertensión arterial, la depresión es más común que en el resto de las personas.
Además, tantos los trastornos de ansiedad como los depresivos, pueden empeorar el pronóstico de cualquier patología.
La ansiedad y depresión son los trastornos mentales que se presentan con mayor frecuencia a nivel mundial. Ambos afectan el estado de ánimo de quien los padece, la ansiedad activando el circuito del miedo y la depresión ocasionando una gran tristeza que es incapacitante. Estos trastornos deben ser tratados por especialistas, que son el psicólogo y el psiquiatra, quienes en conjunto decidirán la terapia cognitiva y farmacológica más ideal según sea el caso.
En algunas ocasiones, se puede presentar un trastorno mixto ansioso-depresivo, pero se debe ser muy cuidadoso con este diagnóstico. Ya que si se observa una mayor intensidad de los síntomas depresivos, estos deben predominar porque se asocian con un mayor riesgo de suicido que los casos de ansiedad.
Observa el siguiente vídeo par entender las consecuencias de vivir con depresión y ansiedad:
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