Aunque su consumo en algunos paises aún es muy tímido, las algas forman parte de la dieta del hombre desde el año 10.000 a.C y es que el tesoro nutricional que alberga este vegetal marino no puede pasar desapercibido. Muchos expertos afirman que con solo una cucharada sopera diaria de algas se abastece el organismo de todos los minerales esenciales para cubrir un correcto metabolismo. Y los estudios recientes apuntan a que puede ser clave para la lucha contra graves enfermedades.
El linfoma es un cáncer del sistema inmune que podría tratarse mediante un extracto de alga marina, según un estudio efectuado por la universidad de Hashemita de Jordania. Los investigadores ahora han demostrado (pese a que hay que ser cautos) que el extracto de algas inhibe o frena el crecimiento de las líneas celulares de linfoma y deja intacta las células sanas.
Otra investigación realizada por la universidad de New Castle en Reino Unido, asegura que el consumo del alga marina parda ayuda a reducir la absorción de grasas hasta en un 75%, por lo que puede en un futuro no muy lejano, convertirse en un nuevo método para evitar y combatir la obesidad.
En la cultura occidental, el alga es un ingrediente poco conocido pero cada vez es más gente la que suele incluirla en su dieta. Se ha demostrado que este vegetal es un ingrediente que aporta vitaminas y minerales en gran cantidad, y no contiene apenas calorías.
Otro estudio clínico afirma que las algas marinas disminuyen los síntomas de la osteoartritis hasta un 52%. Los pacientes que tomaron un extracto de algas durante 12 semanas tuvieron menos dolor y rigidez.
Si serán LAS ALGAS EL ALIMENTO DEL FUTURO, el tiempo lo dirá.