Te lo digo por si quieres ponerte música épica para acompañar.
El ser humano digamos que es infinito pero lo que pasa es que todavía no se ha dado cuenta.
¿Te parece muy hueleinciensos esto? espera, puedo remediarlo.
Imagínate un campo gigante, uno de miles de millones de hectáreas, un campo del tamaño del planeta tierra, por ejemplo. Y ahora pon una puerta en medio.
¡Eh, eh! todos tenéis que pasar por esa puerta.
Es raro, ¿no? poner puertas al campo, le llaman. Mira, si hasta en las películas nos lo dicen. Segundo 27.
Bueno, pues lo que pasa es que la mayoría de los humanos nos pasamos toda la vida poniendo puertas al campo en todas nuestras acciones y pensamientos, y así nos va.
Yo no soy una excepción ¿eh? yo pongo puertas por todas partes y sólo recientemente estoy aprendiendo a quitarlas. Mi tarea aquí no es que creas que yo soy la leche, sino decirte que estoy descubriendo un mundo diferente y que si te quieres venir y lo descubrimos juntos pues será más divertido.
En fin, hoy voy a contarte dos historias muy rápidas y muy épicas, tan épicas que si las entiendes y las practicas quizás seas aún más ric@, aún más feliz, y aún más libre.
1) Este fin de semana ha venido una amiga a visitarme y me ha contado que está haciendo un curso llamado Mujer Magnética. Un curso donde aprendes a tener más autoestima, a saber valorarte, a saber qué quieren los hombres, cosas así.
El caso es que de todo lo que me contó hubo algo que me gustó:
Cuando vas a ligar, qué eres, ¿la modosita que espera a que un príncipe azul venga en su búsqueda y te salve?
Así no funcionan las cosas.
Si quieres conocer a tu príncipe azul, vas a tener que quedar con cientos de personas, y vas a tener que saber de qué pie cojea cada príncipe, qué esconde cada rey, y qué máscara hay tras cada hombre.
Quedas con muchas personas, aprendes, te lo pasas bien, y así algún día quizás sepas quién es un verdadero príncipe azul.
No te estoy diciendo que te acuestes con todos. Ni con la mayoría. Ni con algunos. ¿Dónde está escrito esto? lo que te estoy diciendo es que pierdas el miedo a conocer personas.
Volviendo a mi amiga, me dijo que lleva un tiempo practicándolo y que se lo está pasando muy bien y que está aprendiendo mucho.
Mi amiga está abriendo el grifo de la abundancia.
2) La historia dos ocurrió ayer mismo. Un amigo de un amigo me dijo de hacer una videollamada para ver si podíamos trabajar juntos en temas de afiliación.
Es curioso, cuanto menos quiero trabajar en afiliación más ofertas me llegan para trabajar en afiliación.
Bueno, pues nos ponemos a hablar y me enseña sus cartas y yo le enseño las mías.
Mis cartas fueron estas: pues he llegado a tener 40 dominios y unas 30 páginas web. Algunas funcionaron bien, otras bastante bien, y otras no funcionaron casi nada. Hago esto y hago lo otro.
Oh, debió decir él. 40 dominios, qué emprendedor.
Sus cartas fueron estas: tengo unos 3.500 dominios. Unos son para la venta, otros están esperando a que saque algo de tiempo, y… webs activas funcionando no llegan a las 1.000.
Si algo funciona, le dedicamos más tiempo, si no, lo dejamos.
Luego me enseñó su página de plugins de Envato Market. Por si no lo sabes Envato es una web donde comprar herramientas necesarias para toda persona que haga cosas en internet.
Y cuando vi eso me escandalicé aún más que cuando escuché lo de los 3000 y pico dominios.
Había cientos, quizás miles, de plugins comprados por él. Pruebas, pruebas, pruebas y más pruebas.
Yo he comprado 5 en mi vida.
Él cientos.
Por eso yo no soy rico aún.
Por eso él sí. Él ha abierto el grifo de la abundancia.
Ojo, no te digo que haya que hacer muchas cosas para ser rico, pues con que hagas una bien ya es posible.
Ojo, no te estoy diciendo que haya que conocer a cientos de personas para encontrar a tu príncipe, pues con que encuentres uno y sepas amarle y amarte, ya es posible.
Lo que te estoy diciendo es que hay un grifo que está cerrado.
Goteando.
Y que es posible abrirlo, que fluya.
Y que, al abrirlo y al fluir, ocurren cosas, y que esas cosas se llaman posibilidades, y que, las posibilidades, son infinitas.