ni sus innumerables beneficios, así que me he estado documentando un poco y os lo comento para que os animéis a probar su grano (no tiene una forma ovalada sino triangular, es muy bonito )
¿verdad que es original? ¡ya veréis que bien os sienta!
Aunque su nombre puede llevar a engaño, no tiene nada que ver con el trigo, no es ni siquiera un cereal, no contiene gluten y sí mucha proteína de fácil digestión. Se usa muchísimo en la parte este de Europa y Asia ya que al ser muy energético y nutritivo ayuda a combatir las bajas temperaturas.
Si os acostumbráis a consumirlo váis a conseguir:
Prevenir enfermedades cardiovasculares, combatir las varices y los problemas circulatorios.
Prevenir y tratar la obesidad (controla el apetito y disminuye el porcentaje de grasa corporal), la diabetes, los niveles de colesterol y la anemia.
Disminuir los niveles de azúcar en sangre.
Mejorar las inflamaciones y el buen funcionamiento del sistema nervioso y cerebral.
Mejorar estados de estrés, depresión y ansiedad.
Tratar directamente eczemas y daños en la piel.
Su sabor es muy especial, es fuerte e intenso, hasta el punto que impacta la primera vez que lo consumes pero luego lo encuentras delicioso.
Puede utilizarse de muchas formas:
Harina: en panadería puedes encontrar panes, incluso sin levadura ni masa madre, aptos para candidiasis; bizcochos, magdalenas, crepes… también hay pasta hecha exclusivamente con esta harina (macarrones, espaguetis, sopa…).
Cocido: con arroz está delicioso, con garbanzos, lentejas, verduras. Por cada taza de grano se ponen dos tazas de agua, dejando cocer aproximadamente veinte minutos. El grano quedará abierto. También se puede tostar.
Crudo: se remoja durante unas dos horas hasta que se ablanda, luego se puede poner en cualquier tipo de ensalada, con el aceite y especias que queráis.
Cerveza: en algunos países lo utilizan así.
Copos: remojados en leche vegetal están buenísimos.
Infusión: 2 cucharaditas de la planta en una taza de agua hirviendo, dejarlo un minuto y luego reposar 10 minutos.
Fabricación de almohadas: en Japón es un uso común muy curioso, rellenan los cojines con la cáscara de esta semilla, ya que se adaptan muy bien a la forma y tamaño de la cabeza combatiendo las tensiones musculares.
Uso dental: se hacen enjugues para combatir la inflamación de las encías.
Si lo añadís a vuestra alimentación diaria habréis tomado una gran decisión que mejorará vuestra calidad de vida.