Aceptémoslo, los hombres son más listos que nosotras. Son capaces de admirar su imperfección y convertirla en algo atractivo. ¡Es fantástico!. Los hombres han conseguido que la barriga cervecera, las tetillas caídas y el músculo marchito se transformen en algo normal, divertido e incluso erótico. Las mujeres los amamos de todas maneras, con que nos hagan reír y nos cuiden qué mas dará… El problema viene cuando nosotras no somos capaces de admirar nuestras propias imperfecciones. Es cierto que algunos sectores de la sociedad abocan a las mujeres a una excelencia pocas veces alcanzable, pero si nosotras les hacemos caso, entonces el dilema es nuestro. Y solitas nos metemos en un buen berenjenal (problemas psicológicos, alimenticios, ansiedad, depresión…)
Al igual que existen mentes privilegiadas con intelectos extraordinarios y después estamos los demás mortales, ocurre lo mismo con los cuerpos y rostros excepcionales. Si no pretendemos ser tan inteligentes como Einstein, ¿porqué nos empeñamos en ser como Michele Bündchen?
No pretendo frivolizar con el tema, pero lo cierto es que me pregunto qué hay más frívolo que el culto al cuerpo.El culto a una imagen exterior que, con el paso de los años (y os advierto que pasan tremendamente rápido), irá modificándose hasta acabar en una urna de cristal.
Yo, personalmente, no envidio en absoluto a las modelos y actrices que, por exigencias de terceros (diseñadores, directores, revistas de moda y belleza, productores de cosmética y de centros de fitness…) deben hacer grandes esfuerzos para conservarse en un peso estipulado que, en la mayoría de los casos, roza lo insalubre. Yo me suelo fijar en sus ojos, vacíos y tristes en la mayoría de los casos.
Lo que me resulta más curioso del caso es que la mayoría de los hombres prefieren a mujeres más corpulentas y con curvas. Pero ala, nosotras erre que erre con estar como un fideo.
Con esto no quiero decir que la obesidad o la delgadez estén bien o mal, solo reivindico la NORMALIDAD. Todos somos diferentes y debemos aceptar que algunos patrones no encajan con nosotros.
Hay que potenciar el Fofisanismo entre mujeres. Para ello, por supuesto, voy a elaborar una lista de cualidades que deben cumplir las afortunadas que quieran ostentar tan magno título:
1. Espíritu de superación
Aprender de los hombres y trascender a tus inseguridades. Aceptar esa tripita, esos senos colganderos o ese culo pelín desproporcionado y amarlo sobre todas las cosas.
2. Sentido del humor
Una mujer fofisana debe hacer gala de un fino sentido del humor. Puede ser inglés, holandés o afgano, pero es indispensable saberse reír mucho de una misma y poco de los demás.
3. Amor propio
La fofisana se ama a sí misma y por ese motivo, se cuida. Cuida su alimentación, pero en su despensa comulgan a la perfección el brócoli y la Nocilla o, para las más sibaritas, la Nutella.
4. Constancia.
Las fofisanas hacen deporte constantemente. Día si, día no, hoy no que tengo la regla… pero sobre todo empiezan los lunes.
5. Espíritu crítico.
La fofisana es crítica con los cánones de belleza que impone la industria de la moda y con las opiniones que algunas mujeres no fofisanas y algunos hombres (sobre todo los que no se han mirado al espejo) tienen sobre ellas.
6. Tolerancia.
La fofisana es tolerante con todo tipo de belleza externa e interna.
¿Queréis añadir alguna cosa más? ¿Te unes al club de las fofisanas?
Un saludo ;)
Archivado en: ALEGRES REFLEXIONES Tagged: Reivindicación