Si has reconocido en ti algunos de los hábitos de la anti-Diosa, aquí tienes unas pautas que harán que por fin emerja de su olvido y recuperes todo el potencial que yace dormido en tu interior.
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1.Escúchate
Este es el primer paso imprescindible para entrar en contacto con tu Diosa interior. Llevas demasiado tiempo escuchando a todo el mundo menos a ti. Ya es hora de que eso cambie.
Cuanto más permiso te das para escucharte, más sabrás lo que quieres, lo que necesitas, y lo que necesitas soltar o desprenderte.
Para escuchar la voz de tu Diosa, nada mejor que dirigir la mirada a tu interior. Busca momentos de soledad, busca un lugar en el que te sientas cómoda y segura y respira. Respira lenta y profundamente y atiende a todo lo que surja. No etiquetes. Todo lo que venga está ahí para ser mirado y trascendido y no es ni bueno ni malo. Tan sólo "es". Escucharte de verdad es el primer paso para empezar a conocerte y ver de qué material estáis hechas tú y tu Diosa.
Otras maneras de escucharte son: meditar, practicar Mindfulness, dar paseos en contacto con la naturaleza y cualquier otra actividad que te permita dejar a un lado la mente y conectar con tu corazón.
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2.Satisface tus necesidades
¿Obvio, no? ¿Qué clase de Diosa serías si te negases lo que necesitas para ser feliz? Lo irónico de esto, es que seguramente no sabes cuáles son tus necesidades. Conoces perfectamente qué necesitan los demás. Pero, ¿Lo que necesitas tú? ¡Ni idea! Es más, seguramente, como buena anti-Diosa te has creído que pensar en ti antes que en los demás es un acto egoísta. Pero dime una cosa, ¿Qué se supone que vas a dar a los demás, si no eres capaz de dártelo a ti misma? Pues eso.
Así que ya sabes, a partir de ¡ya!, permítete conectar contigo para saber que es lo que realmente necesitas y a proporcionártelo. Te aseguro que te vas a sentir mucho mejor y no tendrás que seguir esperando a que algo o alguien ahí fuera cubra tus necesidades.
Muchas de las mujeres a las que atiendo usan la comida para saciar su hambre emocional, sus carencias emocionales, su hambre de Amor, de sentirse colmadas,… pero el abuso de la comida no satisface ese tipo de hambre, al contrario, luego se suelen sentir peor. Estás mujeres, mediante su compromiso, el coaching, y junto con otras técnicas que utilizo, aprenden a desarrollar los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades emocionales.
3.Cuídate
Sí, una Diosa se cuida. Y se cuida mucho. Externa e internamente. Hace ejercicio (de una manera sensata y adecuada para ella), tiene unos hábitos alimenticios saludables, se relaciona con personas que la hagan sentir querida y respetada (en todos los niveles: profesional, amistoso y de pareja) y sobre todo se habla como una Diosa.
El diálogo interno que sostenemos cada día con nosotras mismas, te puede revelar si te hablas como una Diosa o te consideras una mendiga. Presta atención a lo que te dices ante el espejo, o al reflejo en un escaparate, o cómo te tratas ante determinadas personas o situaciones.
Recuerda que nada sucede ahí fuera si tú no lo permites. Y eso una Diosa lo tiene claro, pues si hay algo que no hacen, es culpar a los demás de lo que sucede en su vida.
Así que cuídate. Mímate mucho. Te lo mereces.
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4.Sigue a tus entrañas
¿Cuántas veces has sabido algo sin saber por qué lo sabías? ¿Cuántas veces has tenido una intuición y no la has seguido? ¿Cuántas veces te has callado algo por no molestar o por miedo a lo que los demás pudiesen pensar de ti?
Seguramente, más de las que te gustaría, ¿Verdad? Bueno, pues una buena noticia, si te conectas con tu Diosa interior, eso te sucederá cada vez menos, pues las Diosas confían en su instinto, confían en los mensajes de sus tripas y de su corazón. Ellas manejan energías y conocimientos velados al resto de los mortales.
No tengas miedo a tu sabiduría y a tu poder. Sé fiel a ti misma. Muchas Diosas te precedieron y lo pusieron ahí.
Tú sabes. Lo importante siempre lo has sabido. Escucha y actúa en consecuencia. Los resultados de no hacerlo, ya los conoces.
5.Dirige tu vida
Seguir a tus entrañas, te puede ayudar en este paso. ¿No estás un poco harta ya de que todo el mundo parezca saber mejor que tú lo que te conviene? Tal vez ha llegado el momento de agradecerles su interés y de decirles que a partir de ahora, tú diriges tu vida.
A tu manera, a tu estilo, con tus errores y con tus aciertos. Siguiendo los pasos de las Diosas que te abrieron camino o creando tú nuevos caminos.
Vuelve a estudiar, cambia de trabajo, deja esa relación que sabes que no te lleva a ningún lugar, vive donde siempre has deseado, aprende a bailar (danza del vientre, bailes latinos o una jota, ¡Tú decides!) vete de viaje a ese lugar exótico al que siempre quisiste ir, monta tu propio negocio, ¡lo que sea!, pero no dejes pasar ni un minuto más sin vivir la vida que mereces. Nadie tiene derecho a decirte como debes vivir tu vida.
Cuando asumes la responsabilidad de tus acciones, recuperas tu poder, tu poder de decidir, tu libertad de re-inventarte según tu santa voluntad de Diosa.
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Sí, lo sé, da la sensación de que ser una Diosa no es nada fácil. Pero piensa un momento y dime: ¿Es más fácil vivir sin serlo? Todo en la vida es cuestión de práctica. ¿Te cuento un truco? Prueba algún día a "vivir como si"? Prueba algún día a jugar que ya eres esa Diosa (yo te aseguro que ya lo eres)? Habla, camina, actúa como lo haría una Diosa. Llegará un momento en que el juego dejará de serlo y te sorprenderá ver cuánta divinidad dormía en tu interior.
¿Te animas?
Mentxu da Vinci
Directora de Armonía Corporal, Coach para el equilibrio natural del peso en 12 semanas, Naturópata
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