En breve, los padres tóxicos son figuras parentales que de alguna manera eran incapaces o no estuvieron dispuestos a darte el amor, apoyo y el ambiente seguro que merecías de niño; y los límites y el respeto que te mereces como adulto. ¿Ahora que? El reconocimiento de toxicidad es sólo el comienzo; Es un gran paso, pero al mismo tiempo tendrás la tentación de salir corriendo y contarle al mundo tu descubrimiento (o de llamar a tus padres y gritarles que por fin sabes que están mal y en qué exactamente), el énfasis tiene que estar en la sanación, el entendimiento, y tratar mover las piezas del tablero adecuadas para seguir adelante. Tener padres tóxicos puede dañarte mucho, incluso si no eres consciente de ello.
Ahora no trataré de citar que es exactamente lo que debes o no debes sentir como consecuencia de este “diagnóstico” de hijos adultos de padres tóxicos. Muchos de nosotros sentimos dolor por los padres y la infancia que nos hubiese gustado tener; otros sienten rabia o angustia. Algunos nunca quieren hablar de ello, o se preguntan si es realmente válido porque, bueno, sobrevivimos bien y no hubo víctimas mortales! (Atención: esto no es un indicador de una infancia feliz.) Pero me gusta ser práctico, y hay, en el viaje que he tenido desde que se determina en primer lugar la toxicidad de la relación con los padres, ciertos pasos concretos que me parece, vale la pena tener en cuenta para muchas personas en una situación similar.
Aquí hay cinco cosas que debes explorar si eres un hijo de padres tóxicos. Se amable contigo mismo y respeta tus propias necesidades emocionales por sobre todas las cosas.
1- Obtén ayuda profesional en persona o de alguna otra manera
Lo mejor que puede hacer cualquier persona con un padre tóxico, o la sospecha de uno, es buscar ayuda profesional, pero sabemos que no es una opción para todo el mundo. Sin embargo, si no puedes hacerte de un terapeuta o consejero, hay otra opción que está disponible para ti: la investigación de lo que significa ser un hijo de padres tóxicos, y cómo puedes autoapoyarte a través de la situación.
Para algunas personas, investigar no es un hábito natural; lo entiendo. Pero en el caso de hijos adultos de padres tóxicos: La comprensión de lo que está sucediendo puede ser una de las cosas más valiosas que puedes haces. Un lugar clásico para empezar, y el texto que recomiendo a toda persona que se preocupa de que su padre sea tóxico, es “Padres que Odian” de Susan Forward, que describe muchas maneras diferentes en las que la toxicidad puede afectar la dinámica entre padres e hijos. Es una visión general desde el que se pueden recoger los detalles de tu situación específica. Lo que reconozcas de aquí, puede determinar cómo avances en tu camino.
Hay muchos libros, encuentra un autor o definición que realmente resuene con tu situación, y avanza tanto como te sea posible, incluso si lo que descubres no siempre parece coherente o no presenta un “panorama completo”, valóralo hasta que encuentres una sensación de claridad. Muchos hijos de padres tóxicos pasan mucho de su infancia, y de hecho adultez, con una sensación de confusión o desconectados de su situación emocional; dar a esto un nombre es algo muy poderoso.
2- Conecta con tus hermanos (si los tienes)
Dependiendo de tu tipo de toxicidad, tu relación con tus hermanos puede ser anormalmente fuerte (puede que tuvieran que apoyarse y unirse entre sí para sobrevivir), o ser una relación fracturada; en particular, los hijos de padres narcisistas, a menudo encuentran que sus padres maniobran y manipulan una competencia por “el amor paterno o materno como un premio”. También puede haber patrones significativos de resentimiento o disfunción en ti, ya que puede esperarse que se tomen varios “roles” que no son propios de un niño; por ejemplo, el descuido de padres de familias grandes, a menudo crea mini-adultos de los hijos mayores, quienes tienen que cuidar del resto de hermanos. Hay, en otras palabras, muchos obstáculos potenciales para hablar de tu infancia tóxica de manera realista con tus hermanos, pero es importante que intentes hacerlo.
Los niños son, por definición pasivos; por lo general no tienen voz ni poder físico sobre su entorno o situaciones. Una crianza tóxica a menudo exacerba esa sensación de impotencia, así como una especie de desconexión de sus propios recuerdos y reacciones (vamos a llegar a eso en un minuto).
Formar un vinculo con un hermano/a en el que compartas tus experiencias de toxicidad, por dolorosas que sean, le da peso a lo que realmente sucedió. Es muy posible que no vayan a querer participar; las cosas pueden ser muy dolorosas, puede que no lo vean de la misma manera que tu, o puede que no deseen mover el barco. Pero puede ser una manera muy útil para ayudarle a ambos a desahogar viejos recuerdos.
3- Recuerda: Con detalles! si puedes
“¿Esto realmente sucedió? Yo era sólo un niño.” En particular, para los hijos de padres narcisistas, esta es una reacción común a los recuerdos infantiles de angustia; que es algo llamado “Efecto Gaslighting”, en la cual a las personas vulnerables se les dice que su memoria es defectuosa y que su punto de vista no es de fiar. Carol Ann Duffy tiene un poema, llamado “Nosotros recordamos tu bienestar infantil”, en la que habla del patrón tóxico de negar los recuerdos de un niño:
“Nadie te obligó.
Tú querías ir ese día. Rogabas.
Tu decidiste que vestir.
Estas son las imágenes, te miran.
Mira todos nosotros, sonriendo y saludando,
eres joven.
Todo esto está dentro de tu cabeza”.
Los hijos de padres tóxicos pueden reconocer este comportamiento íntimamente. Otros no; La toxicidad toma todas las formas, y la negación puede no haber sido parte de tu ecuación.Para algunos, recordar los detalles de una infancia peligrosa o destructiva puede ser una poderosa reivindicación de lo que realmente ocurrió; para otros, es una experiencia tumultuosa y dolorosa que causa un mayor trauma que no justifica la molestia de reabrirlo. En tu búsqueda de sanación, recontactar con tu memoria íntima puede ser algo difícil, pero si con frecuencia se te han negado tus propios sentimientos y experiencias, puede valer la pena darle a tus memorias el valor que se merecen.
4- Reconoce que el perdón no siempre es necesario
De acuerdo con Psychology Today “el perdón es imposible si alguien todavía te está haciendo daño”. El perdón es una virtud muy publicitada, pero deberíamos especificar que no es automáticamente merecida por la gente que amas, sólo porque tú los amas; la toxicidad puede causar grandes estragos, y para merecer el perdón, es justo pedir que los padres muestren un cierto reconocimiento, incluso si no llegan al remordimiento. ¿Cómo reaccionamos hacia los padres tóxicos que no han cambiado su manera de actuar?, incluso si ellos han dicho que están tratando, es una cuestión de debate. El hecho es que la presión de perdón en un niño con padres tóxicos puede ser, en muchos sentidos, otra de sus demandas tóxicas.
¿Cómo se puede perdonar lo que todavía está en marcha, y lo que nunca puede ser resuelto? De hecho se publicó un famoso artículo del Dr. Richard Friedman en el New York Times, en donde explica que hay un sesgo al tratar de “salvar” las relaciones y reparar el preciosovínculo padre-hijo; pero en situaciones de abuso en curso, negación, ira o patrones tóxicos que se repiten, el perdón no tiene que estar en la mesa.
5- Encuentra a otras personas que hayan tenido experiencias similares
Una de las cosas más poderosas que atañe a una experiencia de crianza tóxica es que puede parecer completamente ineludible y extremadamente aislante; la vergüenza, la culpa, el “secreto de familia”, el control monetario, y otras fuerzas adultas que a menudo mantienen al niño en una zona de silencio en la dinámica. Al compartir tu experiencia, puedes notar una gran cantidad de energía que fluye y te das cuenta de que no estás solo en tu situación. Considera la posibilidad de ser abierto acerca de lo que te pasó, y escuchar cuando las personas comparten sus propias historias. Pude ser en terapia de grupo, o con personas que ya conoces, o nuevas en tu vida.
Hay una parte curiosa en esto. Si comienzas a conocer gente y a leer sobre otras infancias tóxicas, puedes empezar a negar el poder destructivo la tuya propia; tal vez la tuya parezca que en comparación “no es tan mala”. Después de todo, muchos de nosotros crecemos a través de toda nuestra infancia con padres tóxicos sin darnos cuenta de que son inherentemente tóxicos, solamente llegando a ver la realidad desde la edad adulta. Lo que te pasó fue real y perjudicial; la función de otras narrativas es solo para reforzar tu sensación de comunidad, no para quitarle valor a tu propia historia.
Referencias:
Dead of an unloved one. How to deal with the dead of a toxic person. Sarah LeTrent. CNN. 2013
How Narcissistic Mothers Create Sibling Rivalry. Michelle Piper (2016)
Neglectful Parents and Eldest Siblings. David M. Allen. (2016)
Toxic Parents: “Hurt people Hurt” National crisis of epidemic proportion. Dr. Sharon R. Bonds, PhD. (2011)
The Gaslighting Effect. Robin Stern, PhD. (2012)
The Debt: When terrible, abusive parents come crawling back, what do their grown children owe them? Emily Yoffe. (2013)
Does One Need to Forgive Abusive Parents to Heal? David M. Allen MD. (2012)
When Parents Are Too Toxic to Tolerate. Richard A. Friedman MD. (2009)
Toxic Parents Ultimate Guide: Surviving Narcissistic Parents. Katie Lenhart (2014)
Ariel Leve: I was the parent and my mother was the child. Jon Ronson. (2016)
Imágenes Vía: Pixabay, Giphy.
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