Esto se debe a que el cambio de estación, junto con menos horas de luz solar, producen cansancio, somnolencia y el sistema inmune decae, lo que supone una mayor oportunidad de enfermarnos
Por eso hoy te quiero dejar cinco consejos para poder superar estos cambios. Lo más importantes es que recuerdes que mientras comas saludablemente, hagas ejercicios y puedas mantener un equilibrio emocional, encontrarás un bienestar integral
Levántate y acuéstate a la misma hora: Para que las hormonas que marcan el sueño y la vigilia no se alteren demasiado, procura acostarte y levantarte a la misma hora. Así minimizarás el impacto y la sensación de sueño.
Si puedes, toma la siesta:Una siesta corta de 10 o 20 minutos ayudará a reponer energías y a adaptarte mejor al cambio de horario. Te ayudará a rendir más y mejorar tu memoria.
Cena ligero: Lo ideal es cenar ligero y no acostarse hasta dos horas más tarde. Incluye en el menú alimentos como verduras como la rúcula, calabaza, espinacas, berenjenas; pescado azul como el salmón, la caballa o las sardinas; huevos o lácteos.
Haz ejercicio físico: Para dormir bien, no hay nada mejor que hacer ejercicio físico. Un ejercicio regular y moderado mejorará tu salud y eso redundará en un mejor descanso nocturno. Procura los primeros días del cambio de horario hacerlo por la mañana, ya que en la noche te puedes activar demasiado
Medita o haz ejercicios de relajación: Meditar antes de dormir es muy efectivo. Toma 20 minutos en la noche, relájate, medita un poco. Esto ayudará a relajar tu cuerpo y permitirle descansar de una mejor manera. Si no eres de meditar, hacer ejercicios de relajación ayudará también.