Aparato respiratorio: La menta es un potente descongestionante gracias a su alto contenido en mentol, pero además contiene tinol, lo que hace de ella un remedio natural eficiente para tratar episodios de tos. El ácido ascórbico que posee la menta facilita la expulsión de la mucosidad en resfriados, gripes, sinusitis..
Aparato digestivo: La menta estimula el apetito y favorece la digestión ya que estimula la producción de bilis. Es muy útil en casos de diarreas, vómitos y colitis e incluso para la flatulencia, sin olvidar mencionar que también mejora el funcionamiento del hígado.
Corazón: La menta también mejora la circulación sanguínea, fortalece el corazón y es anticoagulante.
Dolores: La menta nos puede ser también muy util para tratar dolores musculares, de cabeza e incluso mareos.
Bucal: La menta se utiliza mucho en productos para la higiene bucal.Elimnina las bacterias de la boca, siendo eficiente para la halitosis, previene la caries, previene y cura la gingivitis así como la sequedad bucal. Aplicando aceite de menta en la boca, nos puede ayudar a aliviar dolores de muelas o encías.
Energía: La menta por la mañana es vigorizante, aporta energía a nuestro organismo.
Trastornos del sueño: La menta posee un efecto relajante que colabora en la conciliación del sueño y a que éste sea reparador.
Memoria y concentración: La menta mejora la memoria y la concentración.
Piel y cabello: La menta cuida de la salud de nuestra piel y de nuestro cabello. Es ideal para tratar pieles grasas y para combatir el acné. La podemos utilizar para aliviar las quemaduras producidas por la exposición solar así como las picaduras de insectos. Ayuda a combatir los eczemas y otros procesos inflamatorios de la piel, así como los hongos. Es un buen anticaspa, evita la caída del cabello y lo fortalece a la vez que evita que se reseque.
Y para finalizar, algo que muchos de mis compañeros montañeros ya saben, la menta es nuestra aliada para el mal de altura ya que facilita y mejora la circulación sanguínea aportando de esta manera, más oxigeno a nuestras células.
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