La menta es junto con la manzanilla, una de las más empleadas en la elaboración de infusiones y tisanas, tanto por su agradable sabor como por sus múltiples propiedades saludables: excelente tónico digestivo, elimina los gases y limpia el organismo.
Una de las maneras más efectivas y prácticas de emplear la menta y obtener sus beneficios es, además de las infusiones, a través de su aceite esencial, extraído directamente de las hojas de la menta piperita y que, según estudios recientes, posee grandes propiedades para tratar el colon irritable. Sigue leyendo y descubre por qué y cómo utilizarlo.
Beneficios del aceite de menta para el colon irritable
Las hojas de menta son ricas en mentol y salicilato de metilo, dos compuestos activos con poderosas cualidades antiespasmódicas y calmantes que actúan sobre los músculos del intestino y el estómago, contribuyendo así a calmar los síntomas que acompañan al colon irritable.
Un informe reciente elaborado por el Instituto de Gastroenterología del hospital de Leeds (Inglaterra), en el que se compararon los resultados obtenidos de diversos estudios anteriores, constató que más de un 80% de las personas que fueron tratadas con aceite esencial de menta reportaron una menor presencia de gases, una disminución de la inflamación y menor dolor abdominal.
Sus propiedades antiinflamatorias, calmantes, carminativas y su alto contenido en minerales y vitaminas como el hierro, el manganeso o la vitamina A, convierten a la menta en uno de los mejores remedios para calmar el colon irritable.
Remedio de menta para tratar el colon irritable
Además de tomar diariamente una taza de infusión de menta después de la comida, para ayudar a aligerar tu digestión y combatir los gases, puedes hacer uso del aceite de menta para elaborar los siguientes remedios:
Masajes abdominales
Tumbado en la cama o el sofá, aplica unas gotas de aceite esencial de menta sobre tu abdomen y masajea suavemente alrededor del ombligo durante unos minutos. Ésta sencilla acción nos ayudará a reducir la inflamación abdominal y por ende, el dolor asociado a ella.
Inhalaciones de vapor
Hierve en un recipiente dos tazas de agua y añade entre 8 y 10 gotas de aceite esencial de menta.
Pasados unos minutos, acerca tu rostro al recipiente y cubre tu cabeza con una toalla. Inhala los vapores de menta durante al menos diez minutos de forma relajada y descubre cómo además de mejorar tu abdomen, se abren tus vías respiratorias. Fácil y natural.
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