Cada persona es un mundo y tiene sus circunstancias personales. Están los que nada más levantarse no pueden desayunar nada, pero hacen un par de cosas por casa y a la media hora ya son capaces de desayunar; luego están los que devoran comida nada más levantarse; o incluso los que desde que se levantan hasta medio día no tienen hambre.
Da igual que prefieras un desayuno dulce o salado, que seas de lácteo + fruta + cereal integral o que prefieras desayunar la tortilla de patata que te sobró la noche anterior, cualquier alimento entra en un buen desayuno, no nos cansaremos de repetir que ese “cualquier alimento” se refiere a “alimento” no “producto”, para entendernos: comida real, no ultraprocesados.
Sabéis que en Nutrición a las 6 somos pro desayuno, no vas a explotar si preferimos no desayunar, pero si decidimos desayunar, hagámoslo bien.
Es decir, fruta, verduras, hortalizas, frutos secos… si queremos tomar pan, que sea un buen pan integral de masa madre, no uno de harina blanca refinada de los que venden en el super de masa congelada y luego horneada. Si decidimos tomar cereales, hay que huir de los que nos anuncian como “Cereales de desayuno” cargados de azúcar mejor que sean unos buenos copos de trigo, avena, arroz o incluso quinoa. Si no podemos resistirnos al colacao o nesquik… sustituid ambos productos por cacao desgrasado y canela o vainilla (no sabes lo rico que está y sin azúcar!); si el natural nos sabe demasiado ácido, hoy te damos una opción para evitar comprar los que son edulcorados o azucarados o incluso de sabores artificiales.
Sin más preámbulos, pasemos a la receta que os anunciaba. Yogur con "mermelada" de mango y mix de avena con chips de cacao
Yogur griego natural sin azucares añadidos
Plátano
Mango bien maduro
Semillas de chía
Copos de avena
Chocolate negro 80%
Preparación
La noche anterior, trituramos el mango y lo ponemos en un bote junto con las semillas de chía. Durante la noche la chía irá soltando mucílagos que harán una especie de gelatina con el mango y así obtenemos nuestra pseudomermelada.
A la mañana siguiente, la noche anterior o incluso lo podemos tener ya preparado de otro día, trituramos en un procesador de alimentos unos copos de avena con una onza de chocolate negro. Qué decir que el chocolate se puede sustituir por unos frutos secos también.
Ya sólo nos queda emplatar, por lo que cogemos un bol y echamos el yogur natural (fijaros bien el etiquetado que sólo sea leche + fermentos lácticos), el plátano pelado y troceado u otra fruta de temporada, incorporamos una cucharada de nuestra "mermelada" y el mix de avena con chips de cacao.
Listo para disfrutar y recargar energías para toda la mañana.
Con esto nos despedimos hasta el próximo día. ¡Feliz fin de semana!
Realizado por Nutrición a las 6