El yoga natal es una manera divertida de enseñarles a relajarse y a conectarse mejor con ellos mismos y con la mamá o el papá, dependiendo quién acompañe en esta práctica al pequeño. Este tipo de actividad es recomendada no sólo por los beneficios a la salud física, mental y emocional, sino porque es un recurso para despegarlos de la televisión y los videojuegos.
El yoga es una disciplina milenaria que mediante la meditación, respiración, relajación y las posturas, otorga el equilibrio deseado al cuerpo humano. Esta práctica ya no es exclusiva de los adultos, sino que ahora los niños pueden ser parte de esta mágica experiencia siempre y cuando estén bajo la supervisión de un experto.
La práctica del yoga para bebés y niños tiene algunas características especiales. En principio se trata de posiciones que se pueden inducir en el pequeño, pero siempre con mucho cuidado y suavidad. Es un método que beneficiará al niño, no sólo en lo que a posiciones se refiere, sino que se potencia el vínculo madre - hijo.
La práctica del yoga es muy beneficiosa para niños de todas las edades ya que al no ser un ejercicio de competición, disminuye la agresividad y ayuda a desarrollar la capacidad de concentración.
Las posiciones de yoga infantil recomendadas ofrecen múltiples beneficios entre los que se destaca el aumento de la flexibilidad de la columna, el fortalecimiento de brazos y piernas y su aporte al equilibrio emocional.
El yoga se puede utilizar también en pequeños con trastornos neurológicos o psicomotores, constituyéndose en una terapia maravillosa en estos casos.
En lo psicomotriz es muy beneficioso porque recibe estímulo psicomotor y en la neurología se logra estimular el cerebro para que envíe órdenes al sistema esquelético, nervioso, etc..
DESDE RECIÉN NACIDO
Esta práctica también se puede aplicar en recién nacidos; todo estímulo externo constituye un poderoso impulso para el aprendizaje favoreciendo a su desarrollo y posterior crecimiento. El yoga para bebés puede ser introducido desde los primeros días de vida como método de estimulación.
El yoga para niños es una excelente opción en la que se ejercita la respiración y en la que aprenderán a relajarse para hacer frente a la ansiedad y a la falta de concentración, problemas evidentes y reales de la sociedad actual.
El yoga enseña a los niños a respirar correctamente y mediante la práctica de sus ejercicios aprenden a relajarse logrando una mejor calidad de vida.
Otro de los grandes beneficios de esta práctica en recién nacidos y niños es que potenciarán el nexo con el papá o la mamá.
Es importante que el momento de comenzar la sesión la mamá, que es por lo general la que acompaña a su hijo, venga con actitud positiva y deje sus problemas de lado mientras dura la sesión.
AMBIENTE Y RECURSOS
La clase comienza con la relajación para crear una atmósfera de paz y tranquilidad. Las clases deben realizarse en un ambiente limpio, ventilado y silencioso con música relajante.
Esta práctica comienza con una sesión de masajes en los pies, luego con las piernas, el abdomen y brazos hasta llegar a la cabeza. Lo importante es que en todo momento durante dicha práctica la mamá o el papá hable con su bebé y le sonría, así el niño disfrutará de la sesión y se relajará lo suficiente como para realizar más tarde las posiciones inducidas sin inconvenientes.
Una sesión dura por lo general de 20 a 45 minutos para que el pequeño no se fatigue, pero una vez que se acostumbre al ritmo se puede llegar a los 60 minutos.
Por otro lado, es fundamental que el niño se sienta cómodo por lo que se recomienda vestirlo con ropa holgada, ligera y que le permita hacer cualquier movimiento.
El yoga puede ser practicado a cualquier hora del día, pero el mejor horario para su práctica es por la mañana. Además es recomendable que se evite la ingestión de alimentos sólidos dos horas antes de su práctica.
Si bien a estas sesiones el niño debe estar acompañado preferentemente por uno de sus padres, la práctica debe ser guiada por una persona capacitada en el tema. Por ser una disciplina practicada usualmente por adultos, pero aplicada a niños, los métodos de enseñanza cambian.
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