Os voy a contar una anécdota. Resulta que el otro día, mientras pasaba el fin de semana con unos amigos que viven en Londres, durante nuestro paseo por una de las calles más emblemáticas de la ciudad, Regent Street (no sé si vivía Sherlock por esa zona o me estoy confundiendo), mientras contaba a los amigos ese proyecto que tengo en mente con mi marido, de repente me sorprendí a mí misma pronunciando una frase que me produjo un subidón increíble: "Jeje, vamos a ser la referencia de podcasting en España". Así tal cual.
Y lo más curioso es que esta idea me hizo sentir completamente en sintonía con lo que acababa de pronunciar. No sentí vergüenza ni dudé después. Me estaba creyendo a pies juntillas aquella frase, que en otro momento me podría sonar incluso a prepotencia.
¡Si ni siquiera hemos grabado un programa piloto! ¿Cómo puedo saber si lo vamos a hacer bien y no sólo eso: que vamos a llegar a lo más alto en esto del podcasting? Vale que nos gusta la idea, que mola un montón, que va a ser algo original e interesante, que somos dos y mi marido es un apasionado de la radio y tiene unas ideas geniales… ¿Pero cómo puedo decir alegremente algo que ni siquiera ha empezado a suceder?
Si quieres llegar a la luna, apunta a las estrellas
Ahí está el truco. Pero el truco es que no hay truco. La idea es que surja, que te lo creas, que sientas de verdad que esto va a suceder. Da igual cómo. Sólo importa el qué. La famosa Ley de Atracción, vamos. ¿Te suena, verdad?
Me he pasado las últimas semanas hablando sobre afirmaciones: cómo funcionan, cómo crear las tuyas propias, cuándo tienen efecto y cuándo no. Y es que la idea que subyace en esto de las afirmaciones es la misma: las cosas suceden cuando empiezas a vibrar en sintonía con ellas, cuando sientes esa emoción, cuando las vives por dentro, antes de que nada haya sucedido.
Si mi cuerpo se cree que voy a triunfar, es bastante más probable que suceda, que si dudo y pienso que no va a pasar. Dice Joe Dispenza que la clave es conectar con la emoción. La emoción que te llevará a crear la misma frecuencia vibracional que la del objetivo deseado.
Así que ahora sólo me queda sentarme y esperar a convertirme en la referencia del podcasting en España. ¡Qué no, tan loca no estoy! Ahora tocará trazarse un plan, idear contenidos, grabar, editar, publicar, difundir. Es decir tocará trabajar duro, aunque el proceso nos divierta y sea algo que disfrutemos en el camino.
Y ya se verá si conseguimos triunfar. Pero si no lo conseguimos, ¿sabes qué? Que no pasa absolutamente nada. Puede que no seamos la referencia pero sí nos conozcan algunos, al igual que sucede ahora con este blog. No me conocen demasiados, pero los que llegan a él me escriben testimonios como éste de una seguidora que vive en Chile, Verónica:
Hola Maria. Me ha gustado mucho descubrir tu blog y sentirme totalmente identificada, estoy en un proceso de cambio en mi vida, principalmente de tipo profesional y laboral, y me asaltan muchas dudas y temores. Leerte a ti es sentirme muy reflejada, hasta llegar a pensar que es mi yo interior el que está escribiendo. Siempre apareces en el correo cuando lo necesito. Escribes desde una vivencia muy realista y basada en una trayectoria de vida tan inmersa en el mundo real (laboral, familiar , de vida) que es fácil identificarse contigo. Eres muy clara, sencilla y simple, dando consejos muy pragmáticos, y esto vale mucho. Sin duda son los miedos los que no dejan avanzar y tiran para abajo nuestros deseos y motivaciones a la hora de generar un cambio en nuestras vidas. El gran tema es cómo equilibrar y armonizar un proyecto de vida material con uno espiritual y me parece que tu trabajo ayuda a ello.
Así que gracias a comentarios de personas como Verónica puedo decir que triunfar es lo de menos. Que no hay mayor recompensa que personas que me siguen, me agradecen lo que escribo y hago, y sobre todo comentan desde el corazón.
O personas como Justino, Javier, Alicia, Alexandra… y muchos otros a los que gracias a este blog ya considero amigos. A todos ellos y a los que me estáis leyendo o siguiendo mi blog, quiero dedicaros este vídeo que os inspirará sin duda alguna. Una persona que vive su pasión y vibra con ella con todas las células de la piel: mi hermana, la violinista Elena Mikhailova.
Qué tienen en común enamorarse y encontrar tu pasión
Pero volviendo al tema principal: apuntar a las estrellas. Es especialmente interesante en el contexto de encontrar tu propósito vital o tu pasión. ¿Cómo sé si lo que he escogido o he decidido hacer es para mí, es mi vocación o mi misión en la vida? Muchos tememos equivocarnos, ¿verdad?
Muy fácil: siéntelo. ¿Te hace vibrar? ¿Te emociona? ¿Te imaginas siendo la referencia en este campo? En este artículo para un blog invitado, enumeraba y detallaba 5 maneras sorprendentes y originales para descubrir tu propósito vital.
Ahora te cuento una clave básica, una sola clave para testar si eso a lo que quieres dedicarte es para ti. Es verdad que hasta que no lo pruebes no puedes saberlo. Pero sí puedes utilizar el test de emoción como un primer paso.
Es como el amor a primera vista. Al principio no sabes cómo vas a alcanzarlo o cómo vas a conseguir que ese chico se enamore de ti. Simplemente le ves y te emociona, y tu estado vibracional, tu frecuencia cambia.
Por cierto ésta es una de las mayores motivaciones. ¿Verdad que cuando nos enamoramos sentimos que podemos mover montañas? No nos importa pasarnos horas sin dormir, apenas notamos cómo pasa el tiempo, no tenemos ni hambre. Pues lo mismo sucede cuando te enamoras de algo que te apasiona. Por eso lo llamamos pasión.
Pero como Coach mi labor es siempre volver a la tierra y mirar al suelo para no caerme. Reconocer tu pasión es un primer paso, a partir de ahí comienza todo. El verdadero trabajo comienza a partir de ahí.
Es como cultivar una relación. No basta con mirar embelesada a tu novio a los ojos, habrá que alimentar eso que hay entre vosotros. La pasión también disminuye con el tiempo y si lo haces bien, aparecen otros sentimientos más duraderos: cariño, comprensión, confianza, un proyecto en común.
Ensayo y error, así es como funcionan muchas relaciones. Y así es como podría funcionar tu relación con tu pasión profesional. Hay que esforzarse, ensayar, probar vías nuevas, formarte, aprender. Porque sólo si das un 100% en una relación, ésta funciona. Si das un 90%, empieza a flaquear. Exactamente lo mismo ocurre con tu pasión profesional. No vale dedicarse a ella en un 90%. Bueno, puedes hacerlo pero no esperes llegar a la luna.
En cualquier caso, ésta es mi opinión. Ahora me gustaría escuchar la tuya. ¿Has encontrado ya esa pasión, te has enamorado de una actividad profesional a la que te gustaría dedicar el resto de tu vida? ¿O aún la sigues buscando? ¿O tal vez estás en proceso de establecer una relación a largo plazo con ella? ¿Me lo cuentas en los comentarios?
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