Por supuesto en su experiencia explicaba la sorpresa de todas las personas de su entorno y cómo se había dado cuenta de que hasta que dejó la empresa en la que trabajaba, siempre se había definido en función de su trabajo. Es una historia de una persona valiente que decidió empezar su propia revolución personal. ¡Me encanta!
Me hizo reflexionar mucho esta frase que comentaba ella en el artículo "Tu trabajo no te define". ¿Te has sentido alguna vez definido como persona por tu trabajo? Yo sí y realmente no estoy para nada de acuerdo con esa definición. Nuestra profesión es sólo una parte de nosotros, pero no un todo.
Y sí, cambiar y reinventarse es posible.
Nos construimos profesionalmente siendo muy jóvenes
Tenemos que decidir siendo muy jóvenes a qué nos queremos dedicar profesionalmente el resto de nuestra vida (o eso se supone). ¿Con 20 años tomabas decisiones acertadas, desde la reflexión? Si es así te felicito, yo no siempre? Yo escogí el mundo de la informática. Era algo que realmente me apasionaba. Desde pequeña ya le decía a mis padres que yo quería ser programadora informática. Era mi pasión y fui a por ella. No me arrepiento en absoluto, lo que pasa, es que uno cambia de opinión.
El problema viene cuando te encuentras atrapado y sin saber cómo salir. Has estado dedicado durante años a construir una carrera profesional. Esa carrera profesional con la que soñabas y que tanto te motivaba. De repente, un día, caes en la cuenta de que ese trabajo que estás haciendo ya no te apasiona. Puede ser un gran shock.
Quiero otra cosa
En el primer momento, puedes darte cuenta de que no quieres continuar con tu carrera profesional, pero no tienes claro a qué quieres dedicarte. No es tan fácil cambiar de profesión cuando tu tienes un gran currículum y una gran experiencia en tu profesión actual. ¿A qué te vas a dedicar?
Esta es la pregunta que nos frena. Nos entra el pánico pensando que no seremos capaces de hacer otra cosa. ¿Sabes qué? Eso no es cierto. Todos podemos reinventarnos y cambiar de profesión. Es posible, interiorízalo. Es toda una revolución, pero si te lo propones, puedes hacerlo.
Si no eres feliz con lo que estás haciendo, no te satisface y no te hace sentir realizado ¿por que deberías dejar de plantearte otras opciones?
La opinión de los demás
A veces nos importa demasiado lo que dicen los demás. Van a pensar que me he vuelto loco si decido dejar mi carrera profesional y dedicarme a otra cosa. Cuando tenemos un trabajo estable, en el que tenemos una posición que nos hemos ganado a pulso, tenemos un estatus. Perder ese estatus es difícil. Como en el caso que explicaba al principio del post, pasar de directiva a señora de la limpieza puede ser todo un reto. ¿Pero que pasa si no eres feliz siendo una directiva de éxito pero sin tiempo para su vida personal?
Tenemos derecho a cambiar de opinión y a reinventarnos. Los miedos son nuestro peor enemigo. Nos resulta complicado lidiar con la incertidumbre. Tu familia o tus amigos te pueden preguntar ¿Cómo vas a ganarte la vida dedicándote a ese nuevo empleo si no tienes experiencia? Las facturas que tienes que pagar a final de mes son las mismas que con tu trabajo actual.
OK, hay que tener un plan y un plan B, e incluso un plan C. Pero, si no eres feliz con tu trabajo ¿crees que va a cambiar si te quedas en él? Deja de escuchar las voces externas y empieza a escuchar tu voz interior. ¿Qué te está diciendo?
Siendo tu mismo
Se tu mismo siempre. No interpretes un papel. Da lo mejor de ti, pero desde la autenticidad, sin dejar de ser tú. Parece muy obvio esto que te estoy diciendo ¿verdad?
Bien, ahora contéstame a una pregunta. ¿Te has encontrado alguna vez en una situación en la que dijeras que sí por complacer a alguien cuando realmente no quieres adquirir ese compromiso?
No me refiero a situaciones en las que tu jefe te asigna una tarea y a ti no te apetece pero forma parte de tus tareas laborales. Hablo por ejemplo de situaciones en las que te has tenido que hacer cargo de algún tema que no forma parte de tu trabajo o has tenido que anular un compromiso personal porque ha salido un imprevisto de última hora y te han pedido que te quedes.
En cierta manera, eso es una forma de ir en contra tuyo y por desgracia muchas veces nos sentimos entre la espada y la pared.
No tiene nada de malo si ante situaciones como las que te menciono tu te sientes a gusto con ello. Si no te hace sentir mal, entonces adelante, no hay ningún problema. Pero ¿qué pasa si te sientes mal?
No ser tu mismo, hacer un papel, siempre pasa factura.
No olvides esto
Escúchate a ti mismo, lucha por tu sueño y se auténtico. Lo que a veces nos puede parecer una montaña, no lo es tanto si lo miramos desde otra perspectiva. Si no te sientes bien con tu situación actual, piensa que tu sensación no desaparecerá hasta que no soluciones lo que te está causando ese malestar.
Dime una cosa ¿Cuál será el momento ideal para luchar por tu sueño? ¿Cuántos días vas a dejar pasar?
Deja de lado lo que digan los demás. Tú te defines como persona. Tu trabajo no te define.
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