Muchas personas, tanto hombres y mujeres, incluso niños, jamás llegan a sentirse bien, y sin embargo, los analísis de sangre parecen ser completamente normales.
A menudo el médico los manda de vuelta a casa diciéndoles que están sanos.
En esta serie de 2 partes pregunto, ¿y si todo fuera debido a un problema causado por un mal funcionamiento de la tiroides que podría resolverse enfocándose en los alimentos, en el estrés y el déficit de nutrientes?
En la parte 1, Se exploran las razones por las cuales la tiroides no funciona como debe ser y los síntomas a tener en cuenta.
La semana que viene, en la parte 2, verás que puedes hacer para lograr que la función tiroidea funcione de forma óptima.
La glándula tiroides, ubicada en el cuello, tiene entre otras funciones, controla la velocidad del metabolismo y de la temperatura corporal.
Si la temperatura es baja y el metabolismo funciona lentamente, la tiroides puede estar abajo de su nivel normal de funcionamiento.
La tiroides afecta también muchas otras áreas en el cuerpo, incluyendo otras hormonas, la digestión y el sistema nervioso.
Razones posibles por las que la función tiroidea tiene una disfunción
Las siguientes razones podrían permitir entender por qué la función tiroidea es anormal:
Estrés: El estrés, en cualquier forma, puede disminuir la función tiroidea debido a un aumento en los niveles de nuestra principal hormona del estrés, el cortisol.
Normalmente, una vez que el estrés es superado, los niveles de cortisol regresan a niveles saludables; pero si el estrés continúa, la respuesta al estrés es totalmente desequilibribrada, afectando la función tiroidea, así como otras hormonas, la digestión, la función inmune y el sistema nervioso.
Los déficit de nutrientes: La tiroides utiliza nutrientes para producir la hormona tiroidea T4 y entonces se requieren nutrientes adicionales para convertir esta, a su vez, en hormona tiroidea activa, T3.
Si hay déficit en cualquiera o en la totalidad de estos nutrientes, la tiroides es incapaz de crear suficiente hormona activa (T3).
Los nutrientes más comunes implicados en esta cuestión son el selenio, zinc, yodo y tirosina.
Nota: El consumo excesivo de yodo también puede ralentizar la glándula tiroides, por lo que es importante contar con la ayuda de un profesional para determinar el balance de los alimentos ricos en yodo en cuanto a la dieta
En la segunda parte de esta serie, conocerás los alimentos que contienen estos nutrientes, así como hierbas, para fortalecer la producción de hormona tiroidea.
Autoinmunidad: Si el sistema inmunológico comienza a producir anticuerpos que actúan contra la glándula tiroides – la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad desencadenada por el gluten y el intestino permeable – también puede ralentizar el funcionamiento de la tiroides.
Otras causas más raras: En algunas personas, la tiroides también puede ser inhibida debido a:
Cirugía en la cual la totalidad o parte de la tiroides es eliminada
Un problema en la glándula pituitaria (en el cerebro)
Medicamentos
El tratamiento para el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva)
Enfermedad genética
El enfoque endocrinológico estándar para el tratamiento de la tiroides es identificar cuando su funcionamiento es bajo, al extremo que los síntomas sean graves y los análisis de sangre muestran claramente que los niveles hormonales estén fuera de rango.
Como se puede imaginar, la función tiroidea de muchas personas es sólo ligeramente inferior a la normalidad, pero, aún así todavía puede dar lugar a problemas de salud.
Desde hormigueo en las manos/pies, bajo estado de ánimo, dolores de cabeza, acné, eczema, hasta irregularidades menstruales y síndrome premenstrual son conocidos por ser más frecuentes cuando la función tiroidea es menor que el nivel normal pero no tan baja que muestre anormalidad, según especifican los rangos de los laboratorio.
¿Cómo saber si la función tiroidea está funcionando mal?
Hay varios marcadores a los que se deben prestar atención, los más significativos son:
Atención a los síntomas
Puedes considerar rápidamente si experimentas cualquiera de los siguientes:
Débilidad generalizada a cualquier hora del día
Dificultad para perder peso (incluso con el ejercicio)
Sensación de frío (incluso a temperatura ambiente normal)
Pérdida de cabello (la cabeza y las cejas)
Cambios notorios en las uñas (crestas, debilidad)
Piel seca
Bajo estado de ánimo
Mala memoria
Dolores de cabeza
Retención de líquidos
Dolor en las articulaciones
Problemas menstruales
Estreñimiento
Prueba de sangre para comprobar la TSH (hormona estimulante de la tiroides)
De acuerdo a las publicaciones de endocrinología, el rango óptimo para la TSH debe estar entre 0,5 y 2,5.
TSH es una hormona producida por la glándula pituitaria en el cerebro que estimula la glándula tiroides.
Cuando el número es más elevado (por encima de 2,5), significa que estás tomando más TSH para estimular el bajo funcionamiento de la tiroides.
Es importante saber que la TSH no es la única manera de identificar la función tiroidea baja, sin embargo – a veces TSH puede estar en el rango normal, y el funcionamiento de la tiroides no ser óptimo
Prueba de sangre para comprobar los niveles de T3 y T4 libres, así como los nutrientes
La T4 libre y T3 libre también se pueden probar en la sangre, que dará a conocer la disponibilidad de hormona tiroidea en el cuerpo.
Hay otras pruebas que también se pueden pedir si se necesita saber más acerca de la tiroides, como la T3 reversa (hormona tiroidea inactiva) y anticuerpos tiroideos (para determinar si existe autoinmunidad).
Nutrientes importantes – selenio, zinc, yodo y tirosina – deben comprobarse también.
Control de la temperatura corporal
La temperatura corporal normal se ubica en el rango de 97° F (36.1° C) a 99° F (37.2° C).
Si la temperatura siempre es inferior a este rango, entonces puedes tener la función tiroidea baja.
La manera en que deberías comprobar la temperatura de tu cuerpo es comprobar la temperatura oral tres veces al día durante cinco días consecutivos.
Cada día, suma las tres temperaturas y divide por tres para encontrar la temperatura media para ese día.
Así tendrás el promedio diario, luego podrías volver a sumar dichos promedios y dividir entre los 5 días que has estado tomando la temperatura para tener el promedio de esos 5 días.
Lo mejor es usar un termómetro de metal líquido, libre de mercurio.
Resumen de la función tiroidea
Una vez más, hay varias causas posibles para que la función tiroidea este baja, de ahí la importancia de trabajar con un profesional que pueda ayudar a averiguar lo que está sucediendo en el cuerpo.
Relacionado: Revertir la enfermedad de tiroides autoinmune es posible
Después, una vez que hayas determinado que la función tiroidea podría mejorar, podrías comenzar a considerar todas las opciones para tratar de mejorar las cosas, desde cambios en la dieta, hierbas y nutrientes, para determinar un enfoque individual que coincida con tus objetivos.
Siempre se debería empezar por la comprensión de la causa en cada persona, recopilar la información de los síntomas, laboratorios y temperatura, y luego identificar el mejor primer paso a seguir, que puede ser diferente para cada persona.
No hay una sola respuesta para todos!
¿Qué opinas de un enfoque individualizado para la función de la tiroides?
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