Sin embargo, la hipnofobia, somnifobia u oneirofobia (se puede utilizar cualquiera de los tres nombres) es una de las fobias más comunes que existen. Muchas personas en todo el mundo sufren hipnofobia o miedo a dormir.
La hipnofobia no tiene franja de edad ni sexo asociado, tanto niños como adultos, mujeres u hombres pueden tener miedo a dormir, dormirse o a estar dormido.
Esta es una fobia muy incapacitante, ya que dormir es necesario para vivir y el fóbico tiende a evitar el estímulo fóbico, en este caso dormir.
La fobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por presentar un miedo irracional hacia un estímulo. Este estímulo puede ser desde situaciones, animales, personas, objetos, circunstancias
Hay diversas y más o menos comunes, pero la gravedad de las mismas dependerán del grado de ansiedad que genere al que sufra dicha ansiedad, y por lo tanto la fobia, y de cuanto incapacite a la persona.
A consulta acuden personas que describen tener miedo a dormirse por si en este proceso dejan de respirar o se mueren. Otras personas temen estar dormidos y ser incapaces de no poderse despertar. También vienen personas cuyo miedo es sufrir pesadillas, terrores nocturnos que les lleva a sentir verdadero pánico.
Todas ellas vienen sufriendo con la sensación de no tener el control de su vida, desesperados, sintiéndose indefensos y con un grado elevado de frustración.
Las consecuencias que sufren los pacientes con hipnofobia serían a nivel conducta, a nivel cognitivo, fisiológico y emocional. Estas personas condicionan sus hábitos diarios en torno al sueño, su evitación de la conducta de sueño está presente en todos los ámbitos de su vida. A nivel cognitivo se verá alterada tanto la capacidad de atención como la de concentración. Los pensamientos tenderán al catastrofismo, a la angustia, al miedo y a la confusión.
A nivel fisiológico el cansancio pasa factura y la falta de sueño afectará a nivel muscular, producirá dolores de cabeza o alteraciones en la piel, sensación de malestar, angustia, entre otros síntomas. Y por último, la fobia a dormir y el evitar dormir, producirá el sentimiento de miedo, fatiga, inestabilidad emocional y estrés entre otras consecuencias.
Aunque es muy común sufrir fobias, es importante saber que la fobia es un trastorno que responde muy bien a los tratamientos. En muchas ocasiones está indicado el tratamiento farmacológico, pero esto no será suficiente.
La combinación con la terapia psicológica será el método más adecuado para poder dejar atrás cualquier fobia, también la hipnofobia. La terapia cognitiva conductual es una perspectiva muy eficaz desde la que se puede tratar la fobia con éxito.
Técnicas psicológicas de la corriente cognitiva conductual como la exposición, las técnicas de relajación, la adquisición y desarrollo de estrategias de afrontamiento o la desensibilización sistemática, serán muy útiles en el proceso terapéutico.
Además de la terapia cognitiva conductual, la terapia cognitiva de Mindfulness o la de Aceptación y compromiso serán beneficiosas para tratar fobias y concretamente para superar ésta, el miedo a dormir, también conocido como hipnofobia, somnifobia u oneirofobia.
Autora: Marta Camacho Calvo (Psicóloga de Psicomaster)
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