Hasta la presente fecha no pareciera haber un argumento lo suficientemente poderoso, como para desmontar una matriz de buen o mal funcionamiento del mismo, sin embargo si podemos asegurar que el cinturón es un accesorio popular entre las personas que practican deporte, y hoy día un elemento de uso obligatorio de seguridad industrial para aquellas personas que trabajan con objetos pesados.
Algo muy cierto, es que en toda competencia que podemos ver en cualquier canal de televisión y que esté relacionada con el levantamiento de peso, el cinturón es un accesorio de uso habitual entre los deportistas.
Algo que debemos tomar en cuenta es que este accesorio ubicado en la zona del abdomen del hombre o la mujer que lo usa, no tiene la capacidad de maximizar o potenciar las capacidades físicas del individuo. El argumento principal siempre se ha centrado en la prevención de lesiones corporales.
Un estudio hecho por el (National Institute for Occupational Safety and Health) por sus siglas en inglés NIOSH, sugiere que en un estudio realizado a casi 14 mil empleados de diferentes compañías norteamericanas en la década de los 90, arrojo como resultado que dicho accesorio no marcaba la diferencia entre prevenir o no una lesión.
Sin embargo investigaciones como las realizadas por Harman a finales de la década de los 80 sostienen la efectividad del uso del cinturón o faja durante los ciclos de ejercicio, ya que asegura que la presión abdominal interna podría proteger la columna y la zona lumbar de posibles lesiones por la manipulación del peso.
Otro argumento que se permite visualizar en diferentes foros especializados es que el cinturón o faja, puede proteger tu espalda y tu zona baja si previamente has sufrido una lesión, en todo caso, los especialistas del deporte y los trabajadores industriales que suelen manipular objetos de gran peso, perecen no querer prescindir de este accesorio, por cuanto es obligatorio, y de una u otra forma un elemento tradicional.