Ya sabemos la multitud de factores que intervienen para producir mejora adaptativa y por tanto una mejora de las cualidades físicas y composición corporal. En la búsqueda por encontrar el entrenamiento perfecto (obsesión de muchos de mis compañeros y por qué no reconocerlo, mía propia también) me di cuenta hace mucho, que nos estábamos equivocando. Primero habría que preguntarse..
¿Existe el entrenamiento perfecto?
Pues cada vez tengo la respuesta más clara…NO.
Como ya he dicho existen multitud de factores que inciden en un entrenamiento, y ya son tantos que no voy a nombrarlos aquí. Y por ese motivo precisamente no existe el entrenamiento perfecto. Me explico:
Muchos de los factores que influyen en la mejora adaptativa son contrarios, es decir, que trabajando uno de ellos es imposible trabajar el otro al ser antagonistas, produciendo ambos adaptaciones adecuadas a según que parámetros para mejorar una cualidad o factor determinado.
Por ejemplo, recientemente se han publicado los resultados de un estudio (Farup y col, 2014; J Appl Physiol 7-ago) en el que se investigó la incidencia del entrenamiento excéntrico y concéntrico en la respuesta a las células satélites y en qué tipo de fibras. Los datos fueron difusos encontrando aumentos de células satélite (fundamentales para la división y reparación celular) en contracciones concéntricas en las fibras tipo I y II. El tamaño de las fibras I aumentó con las dos modalidades de entrenamiento, el área transversal de las fibras II solo aumentaron en el grupo que entrenó concéntrico, existiendo una correlación entre la hipertrofia total del músculo con el aumento de tamaño de las fibras II (hasta ahora siempre se incidía en el excéntrico como parte fundamental de la fuerza-hipertrofia).
Otro ejemplo claro, de entorno hormonal en este caso, es el hecho de que parece ser que el trabajo de fuerza resistencia, con descansos cortos, mejora la GH aumentando el factor IGF-1 en el hígado, mientras que fuerza máxima o submáxima con descansos largos mejora la capacidad de producir LH y FSH en la pituitaria que a su vez mediante acción endocrina, estimula los testículos para producir Testosterona.
Podría poner muchísimos ejemplos similares por lo que la respuesta es cada vez más clara.
NO EXISTE EL ENTRENAMIENTO PERFECTO
Entonces, ¿qué es lo que más se acerca al entrenamiento perfecto?
Pues en mi opinión esto:
Un entrenamiento no debe ser concebido con una sesión de entrenamiento aislada, puesto que no ofrecería ningún beneficio. Un entrenamiento debe de llevar una planificación y periodización adecuada para que sea óptimo. Así pues, la estructuración con sus correctos macro, meso y microciclos adaptados al individuo, es fundamental. La variación de estímulos se torna imprescindible, siendo obligado la variación de factores incidentes de una forma planificada y adaptada y NUNCA ALEATORIA, con el fin de ofrecer diferentes estímulos a nuestro organismo para que sea eficiente a la hora de adaptarse y mejorar en cada uno de ellos.
Como siempre digo, no pierdas el tiempo haciendo entrenamientos mal planificados y estructurados puesto que las mejoras serán pocas o nulas.
Author information
Ismael Galancho
Fitness Manager (gestión deportiva, marketing y coaching deportivo), Personal Trainer & Nuticional Advisor. Máster en Nutrición deportiva, Diplomado E.F y MBA Sport Management. Pasión por el entrenamiento, la fisiología, bioquímica y nutrición deportiva. Fomentando hábitos saludables en twitter @FitSinTonterías, LinkedIn y Facebook.
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