La serenidad como base para una vida sencilla. El buen uso de la atención plena o mindfulness.
Así de simple y sencillo. Estos son los 10 pasos que te propongo para encontrar la serenidad que mereces. Es un trabajo que te puede parecer complicado, pero no imposible. Se puede, ¡¡claro que se puede!!
1.- Tomar conciencia del instante presente.
Instalarse en el aquí y ahora para el encuentro con la serenidad es básico. La práctica de la atención plena o mindfulness te será muy beneficioso. Nuestra mente siempre está moviéndose entre el pasado y el futuro y en muy pocas ocasiones se asienta en el aquí y ahora donde realmente discurre la vida. Ponerse a ello es fundamental para caminar hacia la serenidad
2.- Aceptar que tu edad es la que es y punto.
Otro de los grandes problemas para vivir sin serenidad es no aceptar la edad que tienes y, por tanto, las limitaciones que a veces se producen. Aceptar tu tiempo te procurará grandes beneficios pues podrás centrarte en cosas que antes ni imaginabas. No traduzcas tu tiempo en años, traduce tu tiempo en horas que todavía te quedan por habitar. De acuerdo, un año son 365 días. ¿Pero sabes que tienes disponible 8.760 horas?, ¿te imaginas la cantidad de cosas que puedes hacer con una buena gestión de tu tiempo?
Para esa buena aceptación de tu edad y si además has rebasado los míticos 40, aquí te dejo dos buenas recomendaciones de libros que te gustarán.
3.- Descubrir nuevas costumbres y hábitos.
No te encierres ni en lo que conoces ni en lo que haces habitualmente. Una buena opción es salir de tu zona de confort. El descubrimiento de nuevas y sencillas costumbres es un buen camino para la serenidad. Darte cuenta de que eres útil. Descubre nuevos hábitos.
Aquí tienes una buena invitación para aprovechar bien tu tiempo.
4.- Disfrutar de los miniplaceres.
En el camino hacia la serenidad, es básico centrarte en aquellos pequeños placeres que ni siquiera te cuestan dinero. Se trata de sentir que habitas en el instante presente y poder darte cuenta de todo lo que está a tu alrededor. Y en tu “alrededor” te aseguro que encuentras esos precisos y preciosos miniplaceres.
5.- Aprender a convivir con el dolor y la infelicidad para cambiarla
Nunca te fíes de quien te cuente que la felicidad y el estado permanente de felicidad existe. En la vida también hay dolor, pero el sufrimiento es opcional.
El dolor puede aparecer ahí, en cualquier momento y en él debemos, aveces, permanecer para nuestra propia transformación. No sólo el dolor emocional, sino también el dolor físico.
Aquí tienes una buena recomendación para trabajar con el dolor.
6.- Tocar para ser.
Utiliza tus 5 sentidos. En esa vida que llevamos tan acelerada, no prestamos atención a nuestros sentidos. Vemos sin ver, tocamos sin reconocer, olemos sin saber, no escuchamos porque creemos que con oír es sufuiciente y nos olvidamos de degustar porque solo engullimos y en modo rápido.
Presta máxima atención a lo que descubres y aprendes en cada momento a través de tus 5 sentidos. La serenidad te llevará a descubrirlos.
7.- Amplia tu red.
No dejes que la velocidad con la que vives te construya muros. Desde la serenidad podrás ampliar tus redes de amistades, de conocimientos, de libros, de músicas, de películas.
Abre tu abanico de posibilidades.
8.- Conoce e inicia aventuras
Ni te conformes con lo que sabes, ni estés siempre recordando lo que hayas hecho hasta ahora. La adquisición de nuevos conocimientos es básico para una vida de serenidad. Iniciarte en nuevas aventuras es fundamental para no caer en la monotonía y la pésima gestión de tu tiempo.
9.- Viaja, aunque sea a la esquina de tu casa
Tienes que salir de la zona de confort. No puedes quedarte en la inmovilidad pensando que ya conoces todo y que ya no hay nada que hacer, sentir o vivir. Cuando practicas mindfulness o atención plena, te das cuenta que incluso en la esquina de tu propia calle hay vida.
Si te gusta la fotografía (puedes probar con la de tu propio móvil) te recomiendo que salgas a dar una vuelta por los alrededores de tu casa y desde la serenidad camines sin prisa y te dejes llevar. Haz fotos de aquello que más te llame la atención. Te darás cuenta de que hay mucho que descubrir.
10.- Cómprate un cojín.
Nada de lo que te he comentado en estos puntos que te llevan hacia la serenidad si no es con el compromiso de la práctica y el trabajo contínuo.
Una de las mejores formas de comenzar es practicando la meditación. Para ello no vas a necesitar nada de otro mundo o un paraíso o el mejor hotel del mundo. Tan sólo un cojín y tu propia casa. Aquí te dejo como hacerlo.
Permíteme una última recomendación. Si te suscribes a Plenacción tendrás un Seminario de Introducción a Mindfulness gratuíto y, además, te recomiendo esta gran aventura para la práctica de la atención plena o mindfulness que te llevará al camino de la serenidad.
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