Tras varios años de uso en paramedicina y medicina, el calor infrarrojo ha demostrado claramente sus beneficios para la salud. La sauna está pensada para eliminar las toxinas a través de la transpiración, pero tiene muchos más beneficios para la salud y la belleza.
Los estudios han permitido afirmar que esta nueva técnica no presenta ningún tipo de riesgos para la salud. Por ejemplo, las incubadoras están equipadas con unidades de calentamiento por infrarrojos, como modo más seguro y natural de mantener a los bebes calientes.
A pesar de que los efectos obtenidos en la sauna tradicional y por infrarrojos no son los mismos, los resultados son similares.
Las saunas de infrarrojos están catalogadas como “el futuro de la sauna hoy” debido a que sus aplicaciones son el desarrollo de los ya tradicionales baños de calor.
¿Qué es la energía infrarroja?
El calor radiante es una forma de energía que incide directamente sobre los objetos por convección y percibimos este tipo de energía como calor. Un ejemplo claro: el Sol es la principal fuente de energía radiante que experimentamos a diario y nuestro cuerpo irradia energía infrarroja a través de la piel.
Ventajas de la Sauna de Infrarrojos
Ahorro de tiempo:
En este tipo de saunas no hay que hacer descansos para darse duchas, basta con una sesión de 25/30 minutos y con darse una ducha al final de la sesión.
Temperatura:
En una sauna de infrarrojos la temperatura se incrementa como máximo hasta los 50ºC (en la de vapor oscila entre 70ºC y 110ºC), por lo que se activa la transpiración desde el interior y resulta mucho más sano para aquellas personas con problemas cardiovasculares o baja tensión. La humedad en este tipo de saunas es muy baja, por lo que el ambiente es mucho más agradable que en una sauna tradicional y no es complicado respirar.
Beneficios
Los beneficios de las saunas son conocidos desde tiempos ancestrales.
Activa la circulación sanguínea a un mayor nivel utilizando menor calor. Esto incrementa el nivel de oxígeno y contribuye positivamente a las reservas energéticas brindando mejores resultados que en las altas temperaturas del vapor.
Incrementa la energía vital
Emplea rayos de infrarrojos de largo alcance, los mismos que nos llegan del sol con el permiso de la atmósfera, un tipo de luz que el ojo humano no alcanza a visionar pero que sí siente en forma de calor.
Destaca por favorecer la produccion de oxígeno para una buena respiración, activando la circulación de la sangre y nuestro metabolismo.
Pérdida de peso
Excelente medio para quemar calorías y controlar el peso, debido a que el calor infrarrojo es un potente aliado para su eliminación.
Contribuye a la pérdida de peso porque estimula el proceso metabólico de los órganos vitales y las glándulas endocrinas, una pérdida substancial de calorías en cada sesión.
Aceleración en la curación de heridas
Los rayos tienen un efecto vasodilatador sobre los vasos sanguíneos, trayendo oxígeno a las articulaciones y extremidades, esto acelera la curación de desgarros y distensiones musculares, alivia el dolor y reduce el tiempo de recuperación de las heridas.
Embellece la piel
Gracias al aumento circulatorio, hace que se lleven grandes cantidades de nutrientes a la piel, dotándola de un tono y textura muy saludables.
Igualmente realiza una suave limpieza de nuestra piel.
Elimina toxinas
El organismo necesita liberarse de las toxinas, exógenas (alcohol o tabaco), endógenas (producidas por una infección) o autógenas (generadas por nuestra propia constitución y temperamento).
Durante la transpiración estamos echando una mano a nuestro hígado y aparato digestivo en la eliminación de desechos. A la piel se le conoce como “el tercer riñón”, pues puede asumir un 30% de la detoxificación.
Mejora la salud cardiovascular
Activa el ritmo cardiaco y la circulación sanguínea, punto vital para mantener la buena salud.
El ritmo del corazón se vigoriza a media que fluye más sangre, sin aumentar por ello la presión sanguínea.
Activa el sistema inmune
Gracias a la elevación de la temperatura corporal, nuestro organismo aumenta la producción de glóbulos blancos, esto frena el avance de ciertos virus y bacterias. Por ello es una buena medida preventiva contra enfermedades.
Prepara para el masaje
Antes de recibir un masaje contribuye a aliviar el stress acumulado y crear una sensación general de relajación. Favorece la distensión del tejido muscular, premisa para que la sesión de masaje sea más efectiva y profunda.