Antes de nada, hay que diferenciar contentamiento de conformismo. Contentamiento significa estar contento por todo lo que somos y todo lo que tenemos, en todo momento de nuestra vida. Conformismo significa resignarnos a aceptar o soportar aquello que somos y tenemos, aunque no nos guste.
El contentamiento es una actitud inteligente, basada en el lema: Si no puedes hacer lo que quieres, quiere lo que haces. El santosha se basa en aceptar los designios de la inteligencia que guía nuestras vidas. El hombre tiene todo lo que necesita para su mejor bien en cada momento de su vida, aunque haya momentos desagradables.
La tradición hinduista cree firmemente en las leyes del karma, que es la consecuencia del fruto de nuestras acciones. Todo lo que nos sucede, absolutamente todo, obedece a estas leyes espirituales, que actúan para nuestra evolución personal, para nuestro crecimiento y para saldar deudas.
Es fácil estar contento cuando todo va bien, pero no lo es tanto cuando las cosas se tuercen; y es muy difícil estar contento cuando las cosas se ponen feas de verdad. ¿De qué depende estar contento?
La mayoría de los mortales hacemos que nuestra felicidad dependa de lo externo. Solo soy feliz si tengo; solo estoy bien si la vida me sonríe; solo estoy contento cuando todo me va bien. Pero, ¿cuándo pasa eso? ¿Cuándo nos va todo bien? Siempre hay algo que va mal, y ese algo enturbia nuestras vidas. Ese algo puede ser de tema sentimental, laboral, de salud, de dinero, de relaciones o de un sinfín de historias. A veces, muchas veces, ese algo se convierte en algos, en muchos frentes abiertos con los que hay que lidiar, y entonces el pesimismo, el pensamiento negativo, la desesperación y la depresión, cual negros buitres, irrumpen en escena y lo oscurecen y enturbian todo.
Solo seré feliz cuando tenga. ¿Y cuándo tendré? ¿Ese tendré acaso no forma parte del futuro? ¿Qué hay ahora? Pues el futuro cuando llegue será ahora, y si ahora no eres feliz ni estás contento, por qué en otro ahora del futuro sí vas a serlo. Esa es la trampa.
El control emocional es la clave. El desarrollo del pensamiento positivo es la clave. Estar contento ahora es la clave.
¿Por qué no estás feliz y contento ahora? ¿Porque las circunstancias externas no te sonríen o porque tu mente y emociones te lo impiden? Las circunstancias externas pueden crear un entorno favorable para que las emociones positivas broten, pero hay casos, muchos casos, de personas que lo tienen todo (amor, trabajo, dinero, salud, éxito…) y aun así son desdichadas e infelices. ¿De qué depende entonces el estar contento? Del control de nuestros pensamientos y emociones. De la comprensión de que todo tiene un propósito, de la convicción (ecuanimidad) de que todo pasa, lo bueno y lo malo.
¡Qué fácil es decirlo! Y empero que difícil es conseguirlo; qué difícil es estar contento hoy en día; qué difícil es no estar decaído, derrumbado y deprimido en estos días, aun teniéndolo todo.
¿Cómo se controla la mente? ¿Cómo se refrenan esos caballos salvajes que tenemos por emociones y deseos? Deseos, ¡ah sí! Los deseos…
Los deseos solo tienen tres salidas posibles:
1. Que sean satisfechos. Algo realmente difícil, por no decir imposible, pues siempre hay deseos nuevos. Si deseo algo y lo consigo, después de una breve euforia (emoción negativa también), ese deseo se sustituye por otro (el de conseguir algo mejor o diferente).
2. Que sean parcialmente satisfechos. Lo típico, que se satisfacen a medias, en una medida y calidad inferior a la que nos hubiese gustado. Eso genera insatisfacción.
3. Que no sean satisfechos. Más típico todavía. ¿Cuántos de nuestros deseos se quedan en el aire? ¡Oh loca fantasía, como construyes castillos en el viento!. Esto genera frustración.
¿Qué podemos hacer entonces para estar felices y contentos? ¿Cuál es la clave del santosha? Desde luego no es una clave fácil… Quizá sea más fácil de entender que de aplicar.
Abre la ventana por la mañana al levantarte, saca la cabeza y agradece estar vivo un día más. Agradece todo lo que eres y todo lo que tienes, aunque no te guste. Estamos vivos. Sé consciente de que vivimos como actores en un escenario donde cambian las situaciones y nuestros roles. Lucha por mejorar, sin caer en el conformismo, pero si perder ese contento.
No te aflijas si la vida te golpea y llena tu camino de adversidades, pues la vida del hombre es lucha, y como días de mercenario son sus días. No vayas tras cosas vanas, no te dejes cegar por el brillo aparente de la materia. Todo en el hombre es vanidad, y un esforzarse tras el viento. Busca lo que trasciende esa vanidad, esa cosa vana y efímera que es todo lo material. Aun así, lucha por conseguir bienes materiales y que todo lo material en tu vida esté cubierto, pero no olvides lo realmente importante; y lo realmente importante es lo Real.
Te lo recuerdo por si lo habías olvidado: El ser es lo real. Debajo de ese ser real, se ha corrido un tupido velo que nos impide ser conscientes de la naturaleza esencial de nosotros mismos, y donde los pensamientos, las emociones y los instintos gobiernan con tiranía, enmascarados.
¿Cómo estar siempre contento? Una vez le escuché decir a un cura católico, que haber nacido después de Cristo ya era motivo más que suficiente para estar contentos. Mucho me temo que para mucha gente ese motivo no será suficiente. ¿Cómo estar siempre contento? Repito. No lo sé… Ojalá lo supiera y estuviera yo también siempre contento y no tuviera que estar luchando siempre contra emociones y pensamientos negativos que muchas veces me hacen estar triste y decaído, en una especie de montaña rusa donde hay picos y valles, momentos buenos y momentos malos.
¿Cómo estar siempre contento? Quizá la práctica del yoga, la práctica de la relajación, la respiración, los ejercicios corporales, el estudio, la meditación, la comprensión, la fe en algo transcendente, el cultivo de nuestras relaciones y el tiempo, consigan lograr que poco a poco esa montaña rusa emocional en la que estamos inmersos todos los mortales se convierta en un agradable y pacífico viaje en un tren sin apenas curvas y pendientes. ¡Qué aburrido será entonces!, dirán muchos. Sí, la felicidad es un estado bastante soso y aburrido, ese es su precio.
Santosha… un término muy importante. Conócelo, recuérdalo, practícalo… Si las sombras y el ejército de las tinieblas te acosan y te hacen caer, estar triste y negativos, no te rindas ni te abandones; levantate, ten coraje y paciencia, mucha paciencia... Vuelve a recordar y a practicar el santhosa, vuelve a estar contento, trata de estar contento. Trata de sacarle el mejor partido a la vida; trata de perdonar y agradecer; de aprender y de servir. Trata de estar cada vez más centrado en tu ser Real, y su contacto te dará motivos más que suficientes para estar siempre contento.
Lección nº 11 del Curso de yoga para intermedios:
Aimar Rollán (Gopal)